En +Realidad, el periodista analizó los afiches que aparecieron pidiendo por la vicepresidenta
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En las últimas horas aparecieron afiches en el conurbano: “Cristina es esperanza”; “no a la proscripción”.
Insisten con la mentira de que Cristina está proscripta. Afiches muy parecidos a los que el kirchnerismo usó en la campaña del año 2013. Foto del papa francisco con Insaurralde y Cristina: “Nunca se desanimen”; “no dejen que se apague la esperanza”.
Es decir, finalmente ha comenzado el famoso operativo clamor del kirchnerismo duro para que la condenada vuelva a ser candidata a presidente: “Hay un deseo de sectores muy grandes. uno ve que hay un empuje y una voz que empieza a decir ‘Cristina 2023′.”
Pero Kicillof no fue el único. Fijate cómo todos los demás cadetes también salieron a pedir “Cristina 2023″. Y como si todo esto fuera poco el que insistió en las últimas horas es el gobernador Kicillof diciendo que Cristina debe ser candidata porque es “la que mejor mide” en las encuestas. “Ayer me alcanzaron una encuesta nacional donde aparecían Cristina y muchos dirigentes del oficialismo y la oposición. es, por lejos, la que mejor intención de voto tiene”.
Ahora bien... todo esto que vemos es el núcleo de chupamedias de alcahuetes, de aduladores; de lamebotas que la necesita para seguir viviendo de ella. ¿Qué dice en realidad el círculo más cercano más íntimo más chico de la condenada? Que cristina no tiene ganas de ser candidata.
Andrés Larroque: “Conociéndola, creo que la decisión de no ser candidata es terminante”. Luego el propio hijo de Cristina sale a decir que “cree” que no será candidata. Y finalmente en diciembre último la propia vicepresidente hace un acto solo para decir que no será candidata a nada porque está “proscripta”: “Ni renunciamiento. ni auto-exclusión proscipta”.
Te das cuenta de que el operativo clamor es un bleff total. Cristina inventó esto de la “proscripción” porque sabe que si se presenta corre un serio riesgo de comerse una paliza de dimensiones históricas.
Yo te hago una pregunta: ¿cómo hace la vicepresidente condenada para defender en campaña que un docente argentino gana menos que un docente uruguayo, chileno, paraguayo y brasileño?
Salario docente en la región:
Uruguay: u$s 2267.
Chile: u$s 853.
Brasil: u$s 737.
Paraguay: u$s 495.
Argentina: u$s 237.
Peor todavía... ¿cómo hace Cristina para defender esta jubilación miserable mientras ella gana $ 6 millones?
Uruguay: u$s 443.
Brasil: u$s 250.
Chile: u$s 245.
Argentina: u$s 157.
Por eso, Cristina se borra. Porque, como hemos aprendido, en las malas la señora se borra.