En diálogo con Pablo Rossi en LN+, Alejandra señaló que su sobrina Leila, que sobrevivió al hecho, se recupera y que hoy “movió un párpado”
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La conmoción aún perdura en Barcelona por la muerte de Alana, una niña argentina de 12 años y el grave estado en que está su hermana gemela, Leila, tras caer ambas del tercer piso de un edificio. Con la investigación en curso, se aguarda que la salud de la pequeña mejore para poder prestar declaración de lo sucedido, en un caso donde el bullying en un establecimiento educativo quedó como disparador de la tragedia.
En diálogo con LN+, Alejandra, la tía de las gemelas argentinas, dialogó con Pablo Rossi en el programa Hora 17 y expresó el dolor que siente la familia luego de este hecho vinculado a la discriminación. “Entender qué pasó lo vamos a saber cuando la pequeña (Leila) se recupere en el hospital y pueda hablar. La verdadera historia está ahí”, comenzó.
De inmediato, una vez que se conoció la trágica noticia que recorrió los medios de Barcelona, Alejandra intentó entablar diálogo con los padres de los niños que asisten al colegio con sus sobrinas. “Lo que estamos haciendo es manifestar los casos de bullying ante la negativa del instituto para reconocerlos. Tuvimos reunión con padres y ahí fueron surgiendo otros casos. El maltrato psicológico comenzó en el primario y hay una nena de 11 años que es un ejemplo de ello. Muchas criaturas están siendo calladas porque no les permiten decir lo que está pasando dentro del colegio”, apuntó.
Al ahondar en algunas consultas referidas al acoso, Rossi le consultó cuál creía que fue el motivo de la discriminación, a lo que la tía respondió: “Las maltrataban por su acento argentino. Las hacían sentir mal por su pronunciación, por no adaptarse a hablar diferente. No aceptaban esa conducta y las discriminaban”.
Como experiencia propia, la mujer, oriunda de Mar del Plata, reflejó: “Acá la discriminación se hace sentir cuando vas a hacer un trámite o cuando expresás alguna disconformidad sobre el país y recibimos la frase: ‘Si no te gusta algo te puedes volver a tu tierra’. La gente no entiende que venimos por un cambio de vida; la situación en Argentina no está bien, hay mucha inseguridad y queremos que mi hija Chiara, de 11 años, tenga otra vida, los cambios son para mejor y uno dejó muchas cosas, en mi caso a un hijo de 33 años y un nieto”, sintetizó, con lágrimas en los ojos.
“Las madres están asustadas y les están prohibiendo a los menores que digan algo sobre el instituto. Estamos por encabezar una manifestación por el caso, porque hoy es una niña argentina y mañana puede ser una española. Tenemos que tomar conciencia de que los niños tienen que tener una infancia feliz y no importa el país donde se críen”, completó sobre la situación.
Por último, ante la consulta del periodista sobre el estado de salud de la niña que se recupera en el hospital, Alejandra aclaró que, paulatinamente, empieza a mostrar mejorías: “Hoy movió un párpado. Tenemos confianza que todo va a salir bien y ella va a poder contar lo que pasó”.
LA NACION