En diálogo con Eduardo Feinmann en LN+, el politólogo dijo que se comunicó con la familia de la joven, que está fuera de peligro; “Lo primero que hice fue llamar al SAME”, señaló
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Franco Rinaldi conversó este viernes con Eduardo Feinmann en LN+, luego de protagonizar el jueves a la noche un incidente de tránsito, donde embistió a una ciclista que pasó con el semáforo en rojo. La joven, que fue trasladada por la ambulancia, se encuentra fuera de peligro. Ahora, el politólogo explicó que lo primero que hizo fue llamar al SAME y resaltó que habló con la familia de la mujer para saber su estado.
“La pasé muy mal; fue un evento feo que no se lo deseo a nadie. Estoy muy preocupado por la salud de Camila. Hablé con su mamá hace una hora y me contó las lesiones que tiene, ahora está estable y fuera de peligro. En términos generales, las expectativas en cuanto a la recuperación son buenas y me puse a disposición. Te podrás imaginar que después de un accidente así lo que más me interesa es que se pueda recuperar lo antes posible”, señaló en El Noticiero de LN+.
Visiblemente shockeado por el hecho, Rinaldi dijo que temió por la gravedad del asunto: “Lo primero que hice fue llamar al SAME. Tuve mucho miedo de que perdiera la vida. Ella después del choque queda inmóvil, petrificada. Me tranquilicé un poco después de que emitía gemidos de dolor. Es algo que no me lo voy a olvidar más, fue conmocionante”.
El hecho, que tuvo lugar en el cruce de Las Heras y Billinghurst, fue luego de una reunión que el también asesor aerocomercial tuvo con el diputado Martín Tetaz en una reconocida pizzería. “Nos juntamos a comer tarde por sus compromisos laborales, ahí en Avenida Libertador y Tagle. Le dije si quería que lo llevara a la casa y me dijo que no, que vivía a tres cuadras. Luego sucedió que agarré la calle Las Heras, en una curva pronunciada que hay y afortunadamente fui despacio. De lo contrario, la lesión hubiese sido peor para ella y para mí también. Me rompió todo el parabrisas, pero no pasó a mayores más que tener algunos vidrios en el interior del auto”, detalló.
“Estoy con una angustia tremenda, casi sin dormir. Trato de mantener la compostura lo máximo posible, pero es una sensación horrible porque te aparece alguien de la nada y lo tenés arriba del capó, nunca imaginé que podía pasar. Viendo las cámaras -de tránsito- me doy cuenta de que no la vi porque tenía un taxi adelante mío y me tapa la visión”, continuó, emocionado.
El experto en aviación comercial aseguró que Camila “no tenía señalización, luces, casco ni chaleco” cuando se encontraba a bordo de su bicicleta.
Con las autoridades pertinentes en la zona del accidente, Rinaldi aseguró: “Le pedí a Martín (Tetaz) que me ayude y vino a darme una mano porque yo no podía porque no puedo bajarme del auto solo. Estuve hasta las 4 de la madrugada en la comisaria y me puse a derecho, llamé a mi abogado para que esté en tema y no me opuse a los controles de alcoholemia”.
Por último, reveló cómo fue el diálogo con la madre de la joven: “Me agradeció el llamado y me comentó que tiene una fractura en la pelvis y otra en la cara”. Y concluyó: “Tengo mi auto secuestrado y es la única movilidad que tengo. A mí el 39 (por el colectivo) no me para, los taxis no me llevan, por eso me compré el vehículo”.
LA NACION