Presentarán juntos el sábado próximo “Bendiciones”, en el teatro Ópera
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Un encuentro ideal para la sobremesa larga del sábado a la noche. Una charla de amigos con confidencias y buena música. La excusa, el recital que darán el sábado próximo en el teatro Ópera Sandra Mihanovich y Lito Vitale.
Hablemos de otra cosa se asoma al mundo íntimo de estos dos artistas y creadores. Lito abre las puertas de su casa/estudio, en San Telmo, un lugar mágico, en cierto sentido, un verdadero museo de la música por las reliquias de la memoria musical que se esparcen por los distintos ambientes de esa vieja casa que, sin embargo, no vive en el pasado, sino que también genera sonidos nuevos para adelante. Consolas de sonido, guitarras eléctricas, botoneras de todo tipo y otros instrumentos conviven allí listos para sonar en el momento que el dueño de casa y sus invitados así lo requieran.
“Es el sueño del pibe tener el estudio de grabación al lado de casa. Presto mucho el estudio de grabación a pianistas que admiro y quiero. Todos los instrumentos que tengo acá tienen mucha historia”, revela Vitale.
“Siento que la música es sanadora y que este proyecto es una bendición” -arranca Sandra jugando con el título del espectáculo que presentarán en breve: Bendiciones. Y Lito agrega: “Siempre la admiré a Sandra y tuve ganas de ganas de acompañarla y compartir música con ella. Siempre fantaseamos con hacer algo juntos”.
No es el primer espectáculo que hacen juntos, pero sí es el primer show entero que hacen los dos. Ya llevan participaciones en otros , abordando géneros musicales diferentes y que en el programa de Pablo Sirvén, por LN+, se muestran: desde un trío, incorporando a Vane Mihanovich, hermano de Sandra, hasta una presentación en el Teatro Colón, a toda orquesta, en la que interpretan “The Sound of Music”, el tema principal de La novicia rebelde, pasando por una interpretación conjunta de la canción patriótica “Aurora”, junto al tenor Darío Volonté.
“Con Lito tenemos una relación muy fluida. Lito es lo más adaptable que yo he visto en mi vida; tenemos mucho diálogo, es un ida y vuelta”, dice ella. Pero también reconoce sus intensidades: “En la prueba de sonido a veces canto salvajemente; tengo que dejar de hacer esas pavadas”. Él suma su propia autocrítica: “Yo soy medio pomposo y grandilocuente musicalmente”.
Vitale nos tiene acostumbrados a sus arpegios magistrales en todo tipo de teclados, no solo en sus shows en vivo sino por sus ciclos de medianoche a lo largo de los años, primero en Canal 13 y después por la TV Pública. En esta ocasión, la entrevista conjunta a ambos artistas es con ellos sentados frente a un espléndido piano de cola, ante el cual Lito se siente a sus anchas.
“Cuando ensayamos con Sandra, ella pone todo -comenta el músico-; nosotros solemos arengarnos mutuamente y terminamos agotados”. En ese momento, Sandra cuenta: “Yo tenía una asignatura pendiente con el folclore. Esto para mí era un desafío maravilloso y tenía muchas ganas de hacerlo. Es un disco que me representa. Srranqué cantando en inglés y tuve que aprender a cantar en castellano. No quiero ser una cantante de folclore, quiero que este sea el folclore que canta Sandra. Es un disco muy Lito”.
La música los trasciende ya que ambos nacieron y crecieron en entornos en el que melodías de todo tipo ocuparon un lugar protagónico. “En mi casa siempre hubo mucha guitarreada -apunta Lito-; mi hija [Emme] canta preciosamente y mis otros dos hijos son músicos”. No son los únicos parientes directos cerca del pentagrama. Son varios más, empezando por su propio padre, que le enseñó a tocar el piano. ¿Y qué más se puede decir de todo lo mucho que se ha dicho del clan Mihanovich en materia musical? “Vivir a través de la música es hermoso”, subraya Sandra, que entre los invitados del show del sábado próximos tendrá sobre el escenario a su hermano Vane.
En Hablemos de otra cosa, Sandra y Lito hablan sobre la vida y la música, pero también nos regalan lo que mejor saben hacer e interpretan un par de temas. Nos cuentan el backstage de los ensayos, cómo es preparar cada tema, ponerse de acuerdo y finalmente ir los dos para el mismo lado, cada uno sacando lo mejor de sí y del otro.
También Sandra se refiere a su otro yo: su faz actoral. “Empecé como actriz gracias a Alejandro Doria. Yo padecía un poco la actriz porque me costaba mucho. En la música me atrevo a todo, no tengo miedo. Entendí que actuar es jugar a ser otra persona”. Está fascinada con su trabajo en Brujas y agradece al productor Carlos Rottemberg que la haya convocado para la nueva versión de la exitosa obra que se representa en el Multitabaris.
Cierra Sandra: “Mi plan de ser feliz es decir ‘gracias’. El ‘gracias’ te cambia la vida por completo. Siempre hay que tratar de no estar quieto. El tiempo muerto es fatal para la vida”. La semana que viene ambos, Lito y Sandra, serán felices sobre el escenario. “La música hace bien a la vida”, están convencidos. Y harán felices a quienes vayan a verlos y escucharlos.
Hablemos de otra cosa se emite los sábados, a las 22, por LN+.
LA NACION