El fiscal federal participó de Comunidad de negocios, por LN+, en donde opinó sobre el estado del Poder Legislativo, luego de algunas resoluciones que involucran a altas figuras del poder político; la relación entre la Justicia y los oficialismos
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La relación entre la Justicia y los distintos oficialismos en la Argentina genera muchas preguntas respecto a por qué un poder que debería ser independiente del otro se ve condicionado por los gobierno de turno. Sobre esto habló esta noche el fiscal federal Federico Delgado, en diálogo con José Del Rio por LN+, en donde sostuvo que el principal problema de la Argentina reside en el uso privado que se hace de la ley. “Se ha convertido en un monstruo”, sentenció.
“Me parece que uno de los problemas más graves que tenemos en la Argentina que afecta a los empresarios, al tipo que necesita un subsidio del Estado o a clase media que no resiste la presión impositiva, tiene que ver con algo que parece lejano pero es muy concreto: que es el uso privado de la ley”, comenzó. Y continuó: “La ley es un mecanismo público de todos los ciudadanos para resolver nuestros conflictos, desde hace mucho tiempo en la Argentina se confunde el Estado con el Gobierno y con esto parece que el que está en el Gobierno puede usar la ley para sus fines privados”.
Debido a esto, según el fiscal, las leyes se han transformado en piedras que se utilizan para perjudicar al otro. “Esto ha transformado a las leyes en piedras, piedras que se utilizan por las elites económicas para tirárselas según les convenga. Es tremendo, porque nos aleja del único lenguaje que nos puede salvar que es el de la ley”, dijo.
En esta línea, el letrado recomendó un libro español llamado “El secuestro de la justicia: Virtudes y problemas del sistema judicial”, de Joaquim Bosch (ex portavoz de Juezas y Jueces para la Democracia) e Ignacio Escolar (director de eldiario.es) y lo mencionó al decir que suceden cosas parecidas en todo occidente. “La Justicia se ha resignificada, no cumple la función para la que fue diseñada en el siglo XVIII y XIX. Fue pensada para que los ciudadanos no se maten entre ellos y resuelvan los conflictos de acuerdo con la ley. Pero, desde hace años, se ha vuelto un poco autónoma de esa función y tiene lazos muy fuertes con elites políticas y económicas; además hace cosas que no debería hacer, pero lo importante es que está secuestrada de los intereses ciudadanos, entonces se transforma en una maquinaria que lejos de hacer que nuestros derechos sean más gordos y robustos los hace más flacos”, desarrolló el fiscal.
En efecto, Delgado consideró que la clave de todo esto está en los sistemas de designaciones de jueces, fiscales y empleados. “Hay un pequeño dispositivo, muy pequeño dentro de un entramado complejo, que hace que cuando tenés que elegir un juez o un fiscal se cuele el amiguismo, la simpatía política e ideológica, el pago de favores”, dijo. Y opinó: “Todo eso ha permitido en el corto plazo que nuestra Justicia se haya convertido en un monstruo que en general, más allá de que hay buenos jueces y fiscales, el dispositivo no es leal con la Constitución y hace cosas que no debería hacer”.
“Hay una cuestión que a mi me interesa muchísimo: la dimensión ética de los asuntos públicos. Me parece que aunque discutamos ingeniería institucional, proyectos de ley y otros montones de cosas, nos olvidamos de la cuestión ética, y mientras las elites políticas económicas sigan utilizando las leyes, las sentencias, los cargos como piedras para agredirse o para acumularlas, estamos sonados”, manifestó el fiscal.
Sobre la situación judicial de Cristina Kirchner
El fiscal se refirió también a la relación de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, con la Justicia. “Tenía un proceso congelado, se activó cuando dejó el poder, se activó muchísimo y se vuelve a congelar cuando está otra vez en el poder. Esto pasó con el kirchnerismo, con la Alianza y, ¿por qué no va a pasar con el macrismo? Es perverso. Es una patología de la Justicia que tiene que ver con busca la simpatía del oficialismo y cuando ese oficialismo pasa a la oposición es ferozmente agresiva, todo lo que no fue antes”, dijo.
LA NACION