La dirigente habló con LN+ y señaló que se sentía “muy triste” por la muerte de la periodista, con quien la unía una amistad desde el tiempo en que ambas integraron la Conadep
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La conmoción por la muerte de Magdalena Ruiz Guiñazú este martes, a los 91 años, atraviesa a quienes siguieron su trayectoria, a sus colegas y a diversos referentes de la vida política del país. Entre estos últimos, quien manifestó su tristeza fue Graciela Fernández Meijide. La exlegisladora y exfuncionaria, que era amiga de la periodista, la recordó como una mujer con “un enorme coraje” y contó una anécdota de cuando ambas integraban la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep).
En comunicación telefónica con María Laura Santillán en LN+, Fernández Meijide aseguró estar “muy triste” con la noticia de la muerte de Magdalena Ruiz Guiñazú y contó que hacía poco habían hablado por teléfono porque una periodista quería hacer una producción con las dos para recordar a la Conadep. “Pensábamos en un comienzo hacerlo en su casa, para que ella no se desplazara y al final no pudo porque estaba muy cansada”, señaló la exministra de Desarrollo Social del gobierno de Fernando de la Rúa.
Entonces, Fernández Meijide relató cómo la percibió a la periodista en esa ocasión: “La encontré muy apagada y me daba mucha pena”. Luego, la exdiputada nacional contó el último llamado telefónico que recibió de Magdalena: “Me volvió a llamar y a decirme que me quería mucho y yo también le dije que la quería mucho. Construimos esa amistad desde la Conadep para adelante”.
Fernández Meijide y Ruiz Guiñazú formaron parte, junto a otras personalidades de la Argentina, de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, un organismo cívico que tuvo por objeto en 1984, tras el regreso de la democracia al país, recabar datos sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura militar. Ese informe luego fue utilizado como parte de la prueba en el Juicio a las Juntas, que llevó a prisión a los principales criminales del llamado Proceso de Reorganización Nacional.
En ese sentido, Fernández Meijide, que tiene un hijo desaparecido en la dictadura, contó a Santillán una anécdota de cuando, con los integrantes de la Conadep, visitaron el centro clandestino de detención de la ESMA. “Ingresamos allí junto con sobrevivientes para reconocer dónde habían estado detenidos. Magdalena fue una de las primeras que entró. Mientras estábamos ahí, nosotros llevábamos nuestros propios fotógrafos, pero de repente vimos que había un fotógrafo que claramente era de la ESMA. Entonces, Magdalena lo encaró -el hombre medio se escondía detrás de unos árboles para sacar las fotos- y le dijo: ‘¿Usted quiere una fotografía? Nos ponemos todos en fila, usted nos fotografía y después se va’. Y el hombre hizo eso por toda la autoridad moral que tenía ella para decirle”.
Luego, Fernández Meijide añadió que Ruiz Guiñazú “tuvo un coraje enorme toda su vida” y resaltó su trabajo en un mundo de hombres: “Fue una vida moderna para una mujer, en una época en que ser periodista, corresponsal, ni se entendía, y ella tenía una enorme personalidad”. Era una profesión donde (ser mujer) no era común. Abundaban los hombres y eran pocas a las que les permitían destacarse y ella lo logró”.
Sobre el final de la charla, Santillán le hizo a la entrevistada una última pregunta: “¿Cómo estás vos?”. Y la respuesta de Fernández Meijide fue: “En este momento estoy triste, realmente muy triste. Me da mucha pena, es la noticia que menos hubiera querido oír”.
LA NACION