El conductor de LN+ aseguró que ese colectivo “se calla ante colosales gestos de violencia simbólica de Aníbal Fernández o Hugo Moyano”
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Este martes, Alfredo Leuco, en su habitual columna de El Diario de Leuco (LN+), hizo un análisis sobre la “apropiación del feminismo” por parte del kirchnerismo y le mandó un mensaje contundente al oficialismo. El periodista sostuvo que una de las características más “nefastas” que tienen es “profanar y malversar organizaciones” y valores para ponerlos al servicio de su “bulimia de poder”.
“Se apropian de derechos y entidades valiosas y plurales y las someten para ponerles camiseta partidaria. Las vacían de contenido ecuménico y las transforman en un instrumento de sus obsesiones”, arremetió el periodista. A su vez, explicó que el ejemplo más claro es lo que hicieron con los organismos de derechos humanos. Por definición, “originalmente, tenían un arcoíris de pensamientos y tradiciones pero primero fue Néstor y después Cristina”. “Se dedicaron a cooptarlos y los transformaron en agrupaciones militantes sectarias y excluyentes que dejaron de representar el todo para defender los intereses de una facción”, extendió.
Según extendió, hubo asociaciones que cuando se originaron defendían los valores universales. “Pero el kirchnerismo con militancia y con dinero les fue achicando su horizonte y dejaron de representar a una gran parte de la sociedad”, dijo sobre el rol de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo o de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos o el Centro de Estudios Legales y Sociales, donde había entre sus dirigentes peronistas, radicales, socialdemócratas, cristianos, intransigentes e izquierdistas de todos los matices. En esa línea sostuvo que Hebe de Bonafini, Estela Carlotto y Horacio Verbitsky cambiaron de rol y pasaron a ser herramientas de Cristina y sus fanáticos.
“Hoy son estructuras burocráticas, alimentadas con dineros estatales que actúan como escudos de la corrupción y el autoritarismo kirchnerista. Jamás levantaron la voz contra los dictadores de Cuba o Venezuela. Todo lo contrario, justificaron y defendieron todo tipo de violaciones a los derechos humanos si los victimarios eran de su misma matriz ideológica. Pasaron a ser cómplices de gobiernos y dirigentes que encarcelan, torturan, asesinan y dinamitan las libertades”, amplió.
Por otra parte, aseveró que el kirchnerismo tuvo la misma estrategia entrista y profanadora con los colectivos de mujeres que militan contra la violencia de género. “Aparatearon asambleas, infiltraron las conducciones y hoy esos grupos miran con un solo ojo la realidad. No condenan ni movilizan contra ningún victimario que sea del palo. Esa actitud de condenar solo a sus enemigos políticos, les quitó autoridad moral para el resto de las denuncias. Perdieron potencia por el doble discurso y la doble moral. Si un opositor a Cristina dice o hace algo fuera de lugar es un machirulo patriarcal absolutamente repudiable. Por el contrario, se callan la boca ante colosales gestos de violencia simbólica de sus amigos como Aníbal Fernández, Hugo Moyano o Jorge Rachid”, afirmó.
“Doble estándar y doble moral. Es triste porque esa actitud les quita potencia y las descalifica a la hora de hacer denuncias graves por violaciones o agresiones. Utilizan el lenguaje inclusivo y protestan contra todo lo que ellas consideran patriarcal, pero ahora son una suerte de guardaespaldas de machirulos feroces”, apuntó.
“Los K profanaron los mejores valores del feminismo. Les expropiaron la amplitud de criterios y las condenaron a la mirada sesgada. Usan al feminismo como una excusa para agredir al adversario o al enemigo político. Dejaron de ser confiables para todas las mujeres atacadas. Hoy solo defienden a sus compañeras y compañeros. No les importa si son víctimas o victimarios”, sintetizó.
LA NACION