En LN+, ambos periodistas analizaron el entorno que asistió a la jura del flamante ministro de Economía
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Este viernes, en el tradicional pase de LN+, entre Eduardo Feinmann y Pablo Rossi, ambos analizaron los sucesos de esta última semana con la asunción de Sergio Massa como ministro de Economía, los detalles de su juramento, y el acto presidencial de Alberto Fernández junto al exintendente de Tigre en Cañada de Gómez, provincia de Santa Fe.
Dentro de un panorama de constantes vaivenes en el plano político en cuanto a los nombramientos en los cargos jerárquicos, el conductor de El Noticiero dio detalles del clima que se vive en la calle, y lo comparó con una de las épocas más oscuras del país.
“No nos jodan más. Entiendo la bronca, la indignación, el desconcierto, la incertidumbre, la falta de futuro, pero la violencia no es el camino. La Argentina vivió en la década del ‘70, cuando nosotros (por él y Rossi) éramos chicos y el país vivió un reguero de sangre que arrancó más o menos de esta manera”, comentó sobre un video de un manifestante que increpó a Massa.
Rossi, en concordancia con los dichos de Feinmann, añadió que “para qué esto no ocurra, la política tiene que dar señales de los principales responsables”. Y en continuado, se sumergió en el acto de asunción de Massa, con la particularidad de una gran cantidad de invitados de diferentes estamentos de la sociedad: “Lo que hizo, de montar una fiesta en el palacio el día de su asunción, en medio del actual estado de las cosas, es un poco menos que una provocación”.
En esa misma línea, prosiguió: “En el acto estaba Moría. No estamos en los ‘90. Ni Massa es (Domingo) Cavallo, ni Alberto Fernández es (Carlos) Menem”. Al instante, Feinmann replicó: “El mismo comentario existió en el recinto, dentro de los 500 invitados, donde decían que esto huele a neo menemismo y hasta se enojó Massa con los suyos, paren un poquito”.
Por último, en medio de un hastío por la situación que se vive en el país, Feinmann cerró: “Este no es el camino de la sociedad en donde yo y mi familia queremos vivir”.
LA NACION