“Hubo muy baja participación”, analizó el periodista de LN+ en el pase de su programa con el de Luis Majul; a su vez, se mostró sorprendido por el desempeño de los candidatos de Javier Milei
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Las elecciones para designar gobernador en las provincias de Río Negro y Neuquén dejaron varias sorpresas, no solo por los candidatos que resultaron electos sino también por el alto nivel de abstención que presentó el electorado en esos distritos. El dato fue analizado por Luis Novaresio durante el pase de su programa Buen día Nación con el noticiero 8 AM que conduce Luis Majul y Marina Calabró por la pantalla de LN+.
“Hay varias cosas para subrayar de las elecciones de ayer: hubo una importante abstención, que es la expresión más clara del ‘nos cansamos de la mayoría de los políticos”, consideró Novaresio.
En el caso de Neuquén, en lo que se leyó como una debacle para el Movimiento Popular Neuquino (MPN) tras medio siglo en el poder, ganó Rolando Figueroa, un dirigente disidente del histórico partido, quien fue apoyado por los principales referentes del PRO a nivel nacional, como Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta. Mientras, en Río Negro, se consagró gobernador Alberto Weretilneck, un candidato que supo aprovechar la división del peronismo y de Juntos por el Cambio.
La participación del padrón electoral en Neuquén fue de 75,94%; en Río Negro fue aún más baja: votaron solo el 64% de los ciudadanos que estaban en condiciones de hacerlo. “Hubo muy baja participación, el oficialismo pierde y está también el tema Javier Milei, ¿no será que los votos no se trasladan rápidamente?”, preguntó Novaresio.
Y es que los candidatos del referente de la Libertad Avanza salieron cuartos en ambas provincias. Como informó LA NACION, en Neuquén, Milei llevó como su candidato a gobernador a Carlos Eguía, un periodista que había integrado la Coalición Cívica-ARI en las últimas elecciones y que con esa alianza había alcanzado el 12% por ciento de los votos, cuatro puntos más de los que cosechó anoche.
En Río Negro, el referente libertario antisistema impulsó a Ariel Rivero (Primero Río Negro), un exdirigente de Juntos por el Cambio que vio la oportunidad de quedar al frente de una propuesta con proyección nacional: obtuvo 9,17% de los votos, y quedó detrás de Alberto Weretilneck (42,10%), Aníbal Tortoriello (23,89%) y Silvia Horne (10,61%).
En este sentido, Marina Calabró sostuvo que está estudiado “que los liderazgos carismáticos no son transmisibles porque estos se sustentan en el culto a la personalidad” y subrayó que “en un liderazgo más racional quizá sí, pero es clásico que los votos no sean transferibles, y por esa razón que el líder carismático no suele tener sucesor”.
Para Novaresio, sin embargo, el problema está en las encuestas. “Cuando hablás con un encuestador serio, te dicen que en las encuestas que se hacen por teléfono hay mucho margen de error, y que cuando vas a la presencial, hay que ver si el encuestado dice la verdad... por eso, ojo con las encuestas”, advirtió.
Y finalizó con una pregunta inquietante: “Si en toda la Argentina las elecciones empiezan en abril y terminan en noviembre, ¿cuál es la posibilidad de ponerse a laburar en serio?”.
LA NACION