En el pase de LN+, el conductor de El Noticiero y Pablo Rossi se refirieron a la actitud del Presidente, quien se sacó una foto junto al mensaje: “La salud no es un negocio”
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En el habitual pase de los viernes en LN+, los periodistas Eduardo Feinmann y Pablo Rossi pusieron el foco en la actividad del presidente Alberto Fernández quien, junto a la ministra de Salud, Carla Vizzotti, dio un discurso en la Casa Rosada con motivo de la promulgación de las leyes de VIH y Oncopediatría. Al finalizar la transmisión oficial, el mandatario aceptó mostrar un cartel donde se enunciaba la frase “La salud no es un negocio” y fue motivo de análisis en el estudio de televisión.
Al volver al piso, Rossi se sorprendió por esta iniciativa de Fernández y lo caratuló como el “presidente meme”. Acto seguido, con la pantalla dividida, Feinmann hizo su ingreso e improvisó, sobre la marcha, una pancarta, escrita con marcador, donde aparecía el siguiente texto: “Las vacunas no se roban”.
En esa misma línea, el conductor de El Noticiero añadió sobre otras circunstancias que lo hubiesen obligado a redactar otros carteles: “Como lo vi al Presidente así podría haber escrito otra cosa. Por ejemplo, aunque es medio largo, ‘no se hace fiesta cuando están todos encerrados’, se podrían hacer un montón de cartelitos”.
Una vez abordado el tema, Feinmann decidió pasar al siguiente y fue en relación con la figura de la portavoz, Gabriela Cerruti, a quien la describió como ministra. “Es una ministra chavista desde que sugirió no hablar del dólar, tiene reflejos chavistas”, aseguró Rossi.
“Ha encontrado su deporte favorito, tener un chivo expiatorio, buscar culpables, poner su mirada sobre los medios, quiere que hagamos desaparecer los zócalos, total la gente no va a pensar, no va a razonar, con la inflación que hay”, completó Rossi, de acuerdo a los dichos de Cerruti de no publicar la cotización de la divisa paralela.
Por último, Feinmann manifestó: “Están convencidos en la Casa de Gobierno de que les llenamos la cabeza a la gente, que arrancamos desde temprano con la programación y hacemos eso, que la gente tiene la cabeza vacía y no piensa por sí mismo”.
LA NACION