El expresidente evaluó los primeros números de los comicios que se definirán en noviembre entre Yamandú Orsi, del Frente Amplio, y Álvaro Delgado, del Partido Nacionalista; “Vamos a la segunda vuelta con todas las expectativas abiertas y con una expectativa más favorable para el oficialismo”, dijo
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El expresidente de Uruguay Julio María Sanguinetti analizó las elecciones del país vecino, cuando se habían escrutado el 36% de las mesas, según la Corte Electoral. Según definió el exmandatario se trató de “una elección importante, normal, con un clima cívico, respetuoso y respetable”.
Si bien pasadas las 23 todavía Uruguay no contaba con los números definitivos, el candidato opositor Yamandú Orsi, del Frente Amplio, lideraba, según los boca de urna de la consultora Cifra, con un 44% de los votos, pero enfrenta un panorama más reñido de lo previsto de cara a una segunda vuelta el 24 de noviembre con el oficialista Álvaro Delgado, que obtuvo el 27%. Sobre esto, el expresidente evaluó la tendencia en diálogo con Comunidad de Negocios, por LN+, y analizó: “La ligera ventaja que mostraba del Frente Amplio sobre la sumatoria de los partidos de la coalición republicana no se ha dado y es más bien al revés. Nos parece muy auspicioso para la segunda vuelta porque todo indica que el concepto coalición está muy instalado”.
“Vamos a la segunda vuelta con todas las expectativas abiertas y con una expectativa más favorable para el oficialismo, el cual reconoce la realidad de un país. El propio candidato Orsi reconoce que el país tiene estabilidad, ha tenido crecimiento, tiene una inflación razonable, ha mejorado el salario real, ha mejorado el nivel de ocupación. Estamos en una situación nunca paradisíaca -porque nunca se lo está- pero sí en el camino de los mejores posible”, destacó Sanguinetti.
Y agregó: “Quienes votaron hoy al Partido Nacional, al Partido Colorado, al Cabildo Abierto y al Partido Independiente lo van a reiterar en el balotage, por lo tanto, el Frente hoy no puede celebrar porque no está a la altura de sus expectativas, aunque haya tenido una votación muy importante; y la coalición republicana reitera su presencia”.
Entre otras cosas, destacó el fracaso del plebiscito constitucional planteado por el sindicalismo, aceptado por parte del Frente Amplio. “Era una reforma a nuestro juicio tremenda que dañaba muy seriamente la credibilidad del país, para el cual es fundamental la previsibilidad y la estabilidad política”.
En otro momento, fue consultado sobre si evaluaba cambios en la relación de Uruguay con la Argentina, dependiendo de si resulta ganador Orsi o Delgado. “No veo diferencias. Creo que la relación con la Argentina está más allá de contingencias. El Gobierno de Milei puede tener más o menos correspondencia con uno o con otro pero en cualquier caso, nos parece que la relación va a seguir siendo buena”, dijo.
No obstante, opinó sobre la gestión de La Libertad Avanza: “Personalmente digo que el gobierno de Milei ha propuesto una utopía irrealizable que puso en un camino razonable, pero que desearía que lo hiciera de mejores modos. Porque el clima de unidad y de diálogo de la sociedad requeriría de un tratamiento mucho más respetuoso del que se vive desde las alturas”.
Este domingo, el expresidente había expresado que se trataba de “una elección trascendente por los plebiscitos” y dijo que el resultado del plebiscito sobre la seguridad social “puede ser un parteaguas en la historia económica y social del país”. “Con nuestro colega Mujica hemos estado por todas partes predicando el país de las reglas claras, el país de la estabilidad”, agregó.
LA NACION