En el pase con Pablo Rossi, ambos pidieron que el caso no quede en el olvido; “Si el muerto hubiese sido un delincuente hablaban toda la semana”, señaló el conductor de El Noticiero de LN+
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Durante el pase entre Eduardo Feinmann y Pablo Rossi, los conductores realizaron un análisis en conjunto sobre el tiroteo que ocurrió este mediodía en Retiro, en la línea C de subte, y que terminó con una oficial de la policía de la Ciudad asesinada. Así, el presentador de Hora 17 recibió a su colega e introdujo al tema: “Compartimos el luto. Lo vi a Eduardo (en sus redes) y me sumé a la imagen de luto que debemos tener, tanto de modo simbólico como real”.
“En Twitter puse justamente el crespón negro”, inició Feinmann y su colega afirmó que él también lo hizo. “Me parece que había que mostrar eso. Siempre digo esta frase y obviamente me llaman facho por eso, pero siempre digo que la sangre de un policía se seca rápido. Si se trata de un delincuente muerto, a quien la mayoría de los medios de comunicación y la mayoría de los periodistas de este país y una pequeña parte de personas van a defender seguramente, vamos a hablar una semana”, inició Feinmann con su punto de vista.
Así, enumeró qué hubiera pasado si la víctima fatal era un delincuente. “Cómo fue asesinado y por qué fue asesinado. Y la familia del delincuente...”, dijo Feinmann y dejó abierta la frase. A continuación, remarcó: “La preocupación (por un policía) dura poco, la sangre se seca muy rápido. La sangre de Maribel Salazar va a secar rápido desgraciadamente. En los países serios cuando muere un policía se lo despide con honores o con los máximos honores”.
Tras la muerte de la agente de la policía de la Ciudad, el conductor de El Noticiero insistió: “Esta oficial de policía estaba defendiendo al resto de las personas que estaban allí y además estaba asistiendo a quien fue su asesino”. En ese instante Rossi acotó: “Fue de una forma ridícula. Paradójica”. En tanto, su colega continuó con el relato del hecho: “El tipo dijo: ‘Me duele la pierna’ y le llevaron una sillita. Luego le acercaron una camilla. La oficial lo quiso acostar, él se resistió, le sacó el arma y la mató”.
LA NACION