Según un informe de La Cornisa, en la jurisdicción gobernada por Axel Kicillof se gastan dos mil millones de pesos para distribuir certificados o credenciales que acreditan que una persona fue inmunizada contra el coronavirus
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El 28 de julio de 2021, el Boletín Oficial de la provincia de Buenos Aires publicó que las personas podrán acreditar su vacunación contra el coronavirus a través de las aplicaciones para teléfonos móviles Vacunate PBA o Mi Argentina. A esto se incorporó el certificado o credencial de vacunación, el cual es emitido desde la provincia gobernada por Axel Kicillof. Se trata de carnets (similares a una tarjeta de débito o crédito) con un código QR, el cual deriva a los usuarios a la página oficial de Mi Argentina.
La Cornisa se dirigió a vacunatorios del distrito de Moreno para conocer las razones detrás de su aplicación y cuáles son los costos que exige. Las respuestas fueron diversas. Para una encargada del centro de vacunación que está en la Universidad Nacional de Moreno, el objetivo es “mantener la relación del vacunado con el Ministerio de Salud”; sin embargo, su superior, Eliana Grandier, explicó: “Es un modo más práctico de manejarse ya que el documento en papel se pierde, se moja o te lo come el perro”.
Antes de la resolución oficial, ya se repartían los carnets vacunatorios con un costo millonario que oscilaría los dos mil millones de pesos, sin contar el envío. Las autoridades provinciales no informaron los montos ni tampoco especificaron si se trató de una compra directa o de una licitación.
Ante esta incógnita, La Cornisa, el programa que se emite por LN+, averiguó los costos de impresión con la firma que figura en los carnets del Vacunate. Su precio por unidad es de 50 centavos de dólar más IVA, sin el traslado incluido. Además, cabe destacar que cada carnet es individual (ya que lleva el nombre y apellido del usuario) y que no se imprimen en los vacunatorios, sino que los envía la Provincia a cada centro de salud.
En la provincia de Buenos Aires, vacunados consultados por La Cornisa explicaron que este Pasaporte Sanitario -que se comenzó a implementar la semana pasada- sirve para “viajar al exterior”, “comer en un restaurante” o “hacer la vida normal”.
En tanto, la diputada de Juntos por el Cambio, Graciela Ocaña, cuestionó que se trata de “otra manera de uso político de la vacuna y una propaganda del gobierno de Axel Kicillof” ya que, según el propio Ministerio de Salud de la Nación: “Cada jurisdicción te da distintos certificados. El nacional, que está en la aplicación Mi Argentina, es virtual. Si una persona lo quiere físico, lo que hace es imprimirlo y listo”. La Cornisa se preguntó -entonces- por qué invertir la millonaria suma de dos mil millones de pesos en carnets individuales.
LA NACION