La periodista analizó el el postergado nombramiento del número dos en el ministerio de Economía y dio un detalle inédito de lo que se le solicitó al economista
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Débora Plager reveló este lunes el llamativo pedido que le hicieron a Gabriel Rubinstein, el posible viceministro de Economía que nombraría Sergio Massa en las próximas horas. El economista fue objeto de una polémica durante el fin de semana luego de que se hicieran conocidas sus fervientes publicaciones antikirchneristas.
Cuando se conoció que Massa designaría a Rubinstein como su viceministro, sus tuits y posteos en Facebook se viralizaron como nunca antes. En ellos, el economista y potencial número dos del líder del Frente Renovador, se muestra extremadamente crítico del kirchnerismo y, sobre todo, de Cristina Fernández de Kirchner.
La publicación que generó malestar en el cristinismo duro tiene que ver con un meme que compartió Rubinstein el 15 de junio de 2016, apuntando contra la entonces expresidenta, refiriéndose en tono irónico a las causas judiciales contra el kirchnerismo por supuesta corrupción. “¿Dedicándose a la jardinería, jefa?”, indaga la imagen que muestra una foto de la política con una pala. “No, consultando el saldo”, bromea. El especialista en economía y finanzas difundió esa foto en su Facebook y agregó: “No comments”.
Después de que la candidatura de Rubinstein zozobrara por sus publicaciones, los periodistas de LN+ revelaron qué pasó durante las últimas horas, en el detrás de escena del viceministro de Massa que aún no pudo ser designado oficialmente.
“Desde que asumió Massa, el Banco Central ha perdido cerca de 800 millones de dólares de reservas. Según muchos economistas, estamos con reservas negativas, es un dato importante. Sin reservas no tenés poder de fuego. Además, la imposibilidad de nombrar al viceministro de Economía es un dato político relevante”, dijo Débora Plager, quien este lunes condujo el noticiero 8.30 AM junto con Marina Calabró, frente a la ausencia de Luis Majul.
“Esperar al miércoles es una eternidad para alguien que llegó como superministro, y no puede designar a alguien tan relevante teniendo en cuenta que Massa no es economista”, añadió Plager durante el pase del programa.
En este sentido, Calabró dijo que, aunque lo terminen nombrando a Rubinstein “ya llega desgastado con el ruido político: fue un desgaste fue innecesario”.
En este punto fue cuando Plager reveló el particular pedido realizado al candidato a ocupar el viceministerio de Economía: “Algunos cuentan que le hicieron apagar el celular a Rubinstein cuando se armó el escándalo para que no les conteste a los periodistas ni a nadie”, dijo Plager.
Y prosiguió: “Y él después lo encendió y envió un mensaje de WhatsApp a sus contactos diciendo que está de viaje y que vuelve el martes. Pero si su nombramiento se concreta, la función del ministro y del viceministro ya queda esmerilada”.
En diálogo con su colega, Calabró analizó: “Pensaba la incomodidad de todos, porque alguien que piensa eso del kirchnerismo no debería estar ahí, y para el kirchnerismo es tragarse un sapo enorme. Es verdad que con Alberto y Massa ya se han tragado sapos”.
Por su parte, Francisco “Pancho” Olivera, quien participa junto a Guadalupe Vázquez del pase del programa 8.30 AM con Buen día Nación, frente a la ausencia de Luis Novaresio, sostuvo que “es muy difícil encontrar a alguien que no haya hablado de nada, pero todo indica que esa parte ya se ha superado. El tema es que el daño ya está hecho, y los economistas cercanos a Massa estaban disconformes”.
El plan despegue del ajuste de tarifas
Débora Plager también señaló que “Cristina (Kirchner) está intentando hacer el truco que ya está gastado”, porque todo lo que sucede en el Gobierno es responsabilidad de Alberto, de Cristina y ahora de Massa. “Ella quiere tomar distancia del ajuste tarifario”, consideró la periodista.
“Va a ser un tarifazo con todas las letras”, adelantó Guadalupe Vázquez. “Por eso se despega retirando a sus funcionarios de la secretaría de Energía, no es que Massa tiene más poder, sino que ella se despega”, añadió.
En sintonía con sus colegas, Calabró concluyó al considerar que “el truco del alejamiento puede prosperar en el núcleo duro, siempre le hablan a los mismos, es la obsesión de Cristina, el argumento de la ajenidad”.
LA NACION