En Hablemos de otra cosa, cuenta cuáles son las claves que hay que tener en cuenta para que no se vuelva crónico y desate graves enfermedades
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Es uno de los médicos más célebres de la tele y también de la radio. Siempre con explicaciones claras y atractivas que llegan en el momento más oportuno, justo cuando la noticia roza algún tema de salud. Es el doctor Daniel López Rosetti, cuya cara todos conocemos por sus frecuentes intervenciones en Telefe Noticias, y cuya voz nos desasna un par de veces por semana en la onda de Radio Mitre. “En la televisión -opina- hay que hablar con simplicidad y llevar tranquilidad.”
Hablemos de otra cosa, el programa de LN+ que conduce Pablo Sirvén, lo visita en uno de los lugares donde más tiempo pasa diariamente: el Hospital Municipal de San Isidro. Allí dirige el Servicio de Medicina de Estrés, una de las especialidades de este médico cardiólogo y autor de varios bestseller sobre temas de salud. Sin ir más lejos, su último libro -Estrés, sufrimiento y felicidad- encabeza los rankings de ventas en las librerías desde que apareció. “Es una problemática muy recurrente”, aclara, y así lo caracteriza: “Si hubiera que definir estrés con una palabra es sufrir”, anticipa lo que será el motivo central del programa, aunque también, tangencialmente, se referirá al Covid y a la viruela del mono.
“Estar en el hospital y en la facultad es lo que más me gusta hacer”, nos dice frente a la entrada principal del nosocomio mencionado. Y agrega: “Yo soy un defensor del hospital público, que hoy atiende a más personas que antes tenían un prepago”, por la situación económica tan ajustada que se vive en nuestro país desde hace tanto tiempo.
Mientras recorremos las instalaciones, distintas personas se le acercan espontáneamente a saludarlo o a sacarse una selfie.
“Este es un hospital de alta infraestructura edilicia y técnica”, detalla y amplía: “Tenemos un movimiento universitario muy lindo”, en referencia que, a la par de que se atienden a pacientes en consultorios externos y en internaciones, hay varias aulas donde se dictan materias de la carrera de medicina de la UBA, algunas de las cuales dicta López Rosetti.
A la hora de definir qué es el estrés, lo pone en la vereda de enfrente al concepto de felicidad.
Pero, ¿Qué es lo que hace que una persona multimillonaria pueda ser infeliz, mientras que otra que vive humildemente se siente, de todos modos, feliz?
La clave está en la percepción personal que cada de los seres humanos tenemos. “La misma realidad -subraya López Rosetti- puede ser procesada de distinto modo con resultados claramente diferentes. No importa lo que sucede sino lo que yo creo que sucede.”
El entrevistado encabeza su último libro con una frase de Buda que siempre tiene muy presente y le gusta repetir: “El dolor es inevitable; el sufrimiento es optativo”, concepto que lo emparenta de inmediato con vivir momentos puntuales de estrés (que deparan dolor con distintos matices, según la gravedad del episodio, pero que termina por cesar en algún momento) y el sufrimiento, que es ya cuando se vuelve algo estable y, por lo tanto, destructivo en la persona que lo padece. “El dolor sería el estrés agudo y el sufrimiento el estrés crónico. Tenemos responsabilidad en no cronificar lo agudo”, puntualiza, ya que deviene en enfermedades que pueden ser graves, como los accidentes cerebrovasculares (ACV) y problemas digestivos. “Es un condicionante de arteriosclerosis y del infarto agudo de miocardio”, agrega. “El estrés envejece”, alerta y, consecuentemente, por el desgaste que produce, puede provocar serios deterioros cognitivos.
“Todos estamos constituidos de las mismas emociones y sentimientos”, apunta, y la prueba está, argumenta, en que “un ciego de nacimiento pone cara de alegría o de tristeza aun cuando nunca las vio, porque es parte de un programa biológico”.
López Rosetti quiere hacer una distinción entre emociones y sentimientos. Las primeras duran poco y expresan seis estados básicos: miedo, ira, alegría, tristeza, asco, sorpresa. En cambio, los segundos pueden durar toda la vida ya que son más estables y duraderos. El entrevistado enumera las distintas fluctuaciones de los sentimientos: amor, odio, culpa, vergüenza, orgullo, fe, esperanza y felicidad. “Los sentimientos -prosigue- son una elaboración cognitiva de las vivencias. El bienestar es percibido; no creamos la realidad, sino que se trata de ver qué hacemos con esa realidad. Y es ahí donde la inteligencia emocional juega su rol.”
¿Sufre el doctor López Rosetti de estrés? Responde: “Lo tengo y me pasa lo que a todos, con el tiempo lo fui manejando mejor. La experiencia es el fruto de los errores cometidos, poder aprender de ellos y valorar lo que está, lo que hay, ajustar la realidad a las cartas que tenés o a las que puedas conseguir”.
López Rosetti analiza el incidente protagonizado por el actor Alfredo Casero en los estudios de LN+. “Fue una clara reacción de ira”, también emergente de un estado de cierto enojo o indignación que expresa una parte de la sociedad. “El estrés -afirma el facultativo- también tiene un área psicosocial. La pandemia provocó un estrés psicosocial como nunca hemos visto”.
Para López Rosetti “la ira es al enojo lo que el ataque de pánico es a la ansiedad. Un ataque de pánico es una sensación de miedo súbito con palpitación, mareos y malestar general. Cada vez es más frecuente en la sociedad. El estrés también es una relación directa entre las amenazas y mi capacidad de resistencia”.
Y así define a la ansiedad: “Es la manifestación del estrés; es un temor anticipatorio por algo que puede venir pero que no conocemos”.
Hablemos de otra cosa se emite los sábados, a las 22, por LN+
LA NACION