Sucedió en una escuela de Berisso; los presentes chiflaron a la jefa de Educación Pública de ese partido
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Pablo D’Antonio, papá de un alumno de cuarto grado de una de las escuelas de Berisso que participaron del acto por el Día de la Bandera en el que los padres de los estudiantes abuchearon a una funcionaria de educación local que dio su discurso en lenguaje inclusivo, habló este miércoles con Pablo Rossi en LN+. Allí explicó el por qué de la reacción de los papás. “Primero el intendente venía haciendo un acto político y cuando arrancó la Jefa Distrital con ese discurso fue la gota que rebalsó el vaso”, expresó D’Antonio.
El acto por el Día de la bandera que presenció D’Antonio fue en el Club Almafuerte de la localidad bonaerense de Berisso. Allí, la Jefa de Educación Pública de ese partido, Susana Aguirre Ponce, dio un discurso a padres y alumnos utilizando algunas expresiones en lenguaje inclusivo que fueron claramente rechazadas por gran parte de los presentes, que abuchearon a la funcionaria cuando pronunció palabras como “momente”, “querides estudiantes” o “argentines”.
En comunicación vía Zoom con El noticiero de LN+, conducido momentáneamente por Rossi por la ausencia de Eduardo Feinmann, el papá del estudiante de la escuela berisense Hipólito Bouchard contó sobre el discurso de Aguirre Ponce: “Fue como la gota que rebalsó el vaso, porque el intendente (Fabián Cagliardi) venía haciendo un acto político y dijimos: ‘Nos aguantamos por los nenes’. Pero después cuando arrancó la Jefa distrital con el inclusivo dijimos: ‘Basta. Basta, con los nenes no’”.
Luego, en modo personal, D’Antonio contó por qué le había molestado a él el discurso en inclusivo de la funcionaria: “A mí me toca de cerca porque vengo reclamando lo que se viene viendo en la educación ya en pre pandemia, después, en cuarentena, los chicos quedaron desolados, porque hubo muy poco conexión y ahora que volvieron las clases, yo adoro a las docentes, pero me ven la cara una vez por semana que no reciben educación dura”.
“Si vemos esto como una postguerra que la educación quedó devastada -continuó el papá-, ellos no tienen educación dura, han tenido 15 días sin matemáticas. La directora se jubiló, quedaron sin maestras, entonces hacen malabares con lo que pueden. Fui a la jefatura distrital y hasta se han negado a tomarme un acta”.
Entonces, Rossi señaló que el país había vivido una tragedia educativa a causa de la pandemia de coronavirus y tomó las palabras de su entrevistado para decir: “Uno espera, como en la posguerra, que la sociedad se levante, los gobiernos digan: ‘Vamos a tratar de recuperar lo que perdimos’ ¿Y esto no está ocurriendo?”.
“No, para nada. Todo lo contrario”, respondió D’Antonio, y añadió: “Y entonces escuchar un discurso inclusivo de alguien que no da respuestas frente al reclamo de los papás que queremos más educación dura, matemáticas, comprensión de texto...”.
“No debería ser algo impuesto”
Luego de repetir que los estudiantes necesitaban “educación dura”, “sabiduría” y “aprendizajes” y aclarar que “eso no pasa”, señaló que era claro que había malestar al escuchar el discurso en inclusivo. “Yo particularmente no tengo nada contra el inclusivo, que no debería prohibirse, pero en una institución del saber, como el lunfardo, nosotros nos limitamos a hablar así”.
“Lo estás poniendo muy bien, Pablo -intervino Rossi-, lo que no me gusta es que una moda de una minoría sea tomada como una bandera política y impuesta a una mayoría, porque oficialmente tenemos un lenguaje. Soy papá también, a nuestros hijos, con lo que hemos pasado en la familia, que los chicos han perdido un tiempo enorme, que aprendan lo básico, y en el orden de prioridades te chantan el lenguaje inclusivo como si se tratara de la salvación de nuestros hijos”.
“Claro, que es algo evolutivo y quizás se termine implementando, pero es algo que se da de forma natural, espontánea, no debería ser algo impuesto, y eso es lo que se sentía, que es algo impuesto y lo que necesitamos que se imponga es la sabiduría, es el aprendizaje de nuestros hijos”, respondió D’Antonio.
Como conclusión, y cuando Rossi le preguntó qué veía que le faltaba a su hijo como estudiante, D’Antonio señaló: “Yo considero que le faltan materias duras, de rigor, más matemática, más comprensión de textos. Las docentes son divinas y hacen lo que pueden, es desde arriba de donde debería bajar el programa educativo”.
“Una vez fui a Jefatura Distrital a pedir el programa educativo de cuarto grado porque asumimos nosotros la responsabilidad, porque si no hay responsabilidad desde esta institución ¿qué nos queda?”, remató el padre del estudiante de la escuela de Berisso.
LA NACION