El cantante y compositor participó de Hablemos de otra cosa y dijo que esa famosa canción se la compuso a otra chica
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Año de aniversarios para el cantante y compositor popular César Banana Pueyrredón. En abril cumplió 70 años y el sábado 20 de agosto, en el teatro Ópera celebrará el 50° aniversario del estreno de uno de los tantísimos hits de su prolífica trayectoria: “Toda una noche contigo”. Y el 17 de septiembre se presentará con el mismo espectáculo en el teatro Metro, de La Plata.
Cuenta César que no es muy de ensayar, porque trabaja desde hace años con el mismo equipo y casi que se entienden con la mirada. Pero el programa de LN+ Hablemos de otra cosa, que conduce Pablo Sirvén, lo obligó a ensayar un poco porque la entrevista no solo se realizó sobre el escenario de la gran sala mencionada de la avenida Corrientes, sino que estuvo alternada por la interpretación que hizo, especialmente para el programa, de tres de sus más grandes éxitos: el ya nombrado “Toda una noche contigo”, “Cuando amas a alguien” y el superhitazo “Conociéndote”.
Sobre el último tema, Pueyrredón contó que es la canción que más incomoda a Cecilia, su esposa, porque, según dijo, se lo compuso a otra chica cuando todavía aun no se había conocido con la madre de sus hijos. “‘Conociéndote’ es una canción que tuvo muchas variaciones”, dice y cuenta que en pandemia grabó una versión en chamamé.
“Estamos celebrando la música -subraya en relación con su inminente show en el Ópera-, ‘Toda una noche contigo’ le abrió la puerta a todas las baladas que vinieron después”.
César contó que con Banana, la banda que lideraba hacia fines de los años sesenta y principios de los setenta, hacía música más festiva y bolichera (“Negra, no te vayas de mi lado”, “Facundo ha llegado al mundo” y tantas más) y que costó convencer a la discográfica que los tenía contratados, que ya era tiempo de pasarse a la música melódica.
Al hacer ese cambio, la banda se disolvió y el cantante intentó seguir adelante con su carrera simplemente con su nombre y apellido: César Pueyrredón, pero le costaba al público relacionarlo con aquel grupo musical. De allí el “Banana” que reemplazó a su verdadero segundo nombre: Honorio, como su abuelo, un destacado político radical, que fue ministro de Hipólito Yrigoyen. “Mi viejo -recuerda- le puso Honorio a los cinco varones, pero como segundo nombre”.
Ricardo Pueyrredón, el padre de Banana, al que todos llamaban Richard, fue uno de los socios cuando se creó en 1960 Canal 13. “Le debo todo; heredé mucho de la creatividad y la impronta de papá”, dice el cantante. Ricardo Pueyrredón se destacó en el mundo publicitario y también fue jefe de ceremonial del presidente Raúl Alfonsín. “En la época de Illia -rememora César-, papá fue embajador en Canadá, yo viví un año y hasta formé un grupo allá”.
Su familia tiene un gran protagonismo en la historia argentina. “El Pueyrredón francés -informa Banana- vino con otra cabeza a la Argentina”.
El conocido prócer de su árbol genealógico es Juan Martín de Pueyrredón, director supremo y muy amigo del general José de San Martín. El hijo de aquel fue Prilidiano Pueyrredón, gran artista que dejó una huella en las artes plásticas. También César está emparentado con la cantante Fabiana Cantilo y con la presidenta del Pro, Patricia Bullrich.
Siguiendo con los temas familiares anota lo siguiente: “Soy el menor de ocho hermanos. Era mimado por mis hermanas, pero a veces olvidado. Me refugié en el piano y a los diez años ya componía canciones. Mi hermano Daniel tocaba la guitarra en Banana, después fue mi manager, ahora está detrás de escena”. Y agrega: “Mis compañeros de colegio me pedían que le componga canciones para sus novias. La gente usa mis temas para enamorar”.
También Banana nos revela algunos secretos de su oficio: “Cada canción tiene su fórmula, primero suele surgir el estribillo. A medianoche sale la idea y de día sale el compositor. A veces las ideas nacen de las casualidades. Me despierto por las noches para anotar ideas”.
Comenta Pueyrredón: “La grieta entre el rock progresivo y la música melódica se diluyó, pero me acuerdo cuando el público de Almendra nos tiró con monedas de un peso. Los públicos no se mezclan. Juan Alberto Badía tuvo que ver en la unión entre músicos de diferentes géneros”.
¿Cómo se prepara para los shows? “Tengo la costumbre de empujar paredes para activar la circulación”. Con respecto al momento de salir a escena dice: “Subo al escenario y la gente me aplaude antes de que empiece a cantar y eso es un plus. El público transmite una vibración, es algo que está en el ambiente”.
LA NACION