Rodeada de sus amigos, Cristina Kirchner dice que no quiere una democracia de cartón pintado. “Una democracia de cartón pintado es impulsar al patotero de Juan Grabois a tomar tierras, como está sucediendo ahora mismo en Mar del Plata, donde la gente de Grabois se trenzó con vecinos y policías intentando usurpar un campo cerca de la casa presidencial de Chapmalal”, piensa Cristina.
Una democracia de cartón pintado es regalar tierras, en la primera línea del mar, sin consultar siquiera al municipio, cuando la mayoría de los marplatenses trabaja toda la vida para ver si puede acceder, alguna vez en su vida, rompiéndose ben el alma, a alguna propiedad.
Repudio total a la situación de El Marquesado, donde el movimiento de Grabois intenta una vez más usurpar tierras con la complicidad del gobierno, la ilegalidad y el patoterismo que los caracteriza. Mi apoyo a @gmontenegro_ok y a los vecinos que ven asustados la situación
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) March 25, 2023
Cristina “celebró” los 40 años de democracia sola, junto con sus amigos del Grupo Puebla, en el III Foro de Derechos Humanos, del que excluyó a la oposición y a cualquier otra voz disidente.
Parece una joda, pero fue así. Parece que la democracia y la memoria es solo del kirchnerismo. Se festejan entre ellos.
Los más aplaudidores de la reina peronista fueron el expresidente Rafael Correa, condenado en varias causas por corrupción y el colombiano Ernesto Samper, cuya campaña presidencial fue financiada por el narco.
Una profundización de la democracia que ni te cuento. ¿Viste el enamoramiento que tiene La Cámpora y el kirchnerismo con los “abuelos”?
¿Te acordás cuándo Alberto Fernández prometía que iba a reparar a los jubilados de las insensibilidades de la derecha neolibral con las leliqs?
¿Y cuándo Cristina, en 2017, abrazaba a los abuelitos para que el neoliberalismo no manotee sus cajas?
Lo que es real es que ella no se dejó manotear. Peleó por tener una doble pensión vitalicia.
¿Y Massa, cuando se jactaba de ser el abanderado de la tercera edad?
Bueno, adivinaste: cartón pintado.
Desesperados por financiar el déficit fiscal, por el miedo a unas elecciones que -suponen- van a perder por escándalo y por el recorte de 7600 millones de dólares en la recaudación por la sequía, a Sergio Massa se le ocurrió la creativa idea de echar mano a las reservas en dólares del fondo de garantía de sustentabilidad que él mismo creó.
En una palabra, Massa le pidió a los abuelitos los dólares y a cambio les dejó pesos a dólar oficial.
Los populismos autoritarios, que son cartón pintado, primero van por la prensa y después por la Justicia.
Por poner en blanco sobre negro la estafa a los jubilados, la portavoz de Alberto nos mandó a depurarnos. Primero: la palabra depurar me remite a la Alemania nazi. ¿Qué raza superior va a depurar? ¿El kirchnerismo? ¿Una vicepresidenta condenada por el robo de dineros públicos tiene alguna autoridad moral para depurar a alguien?
Y Gabriela, como el kirchnerismo vive con ojos en la nuca, te voy a contar una cosa: salvo excepciones muy extrañas, la camada periodística que hoy trabaja en los medios es hija de la democracia. Y te digo más: la mitad de los que votan en la Argentina tiene menos de 40 años.
¿Querés un dato más impactante? Uno de cada tres argentinos tiene menos de 30 años. ¿Y sabés qué les preocupa en serio a estos pibes? Que en la Argentina no tienen un futuro, no pueden progresar y por eso, los que pueden, se van.
¿Las personas con las que tratamos son como las vemos o son cartón pintado? ¿Muestran su rostro verdadero o usan una máscara?
Esta noche vamos a tocar un tema delicado, que el periodismo de investigación en la Argentina todavía no ha tratado con seriedad. Porque el tema requiere un debate serio. Hablamos de la corrupción de menores en el mundo del espectáculo. Porque yo tengo la impresión de que empezó en la Argentina un “Me Too”, que no sabemos muy bien dónde puede llegar.
A partir de las denuncias al productor de Gran Hermano, Marcelo Corazza, que estaría vinculado a una red de trata de chicos menores de edad y de las denuncias a Jey Mammon, por las cuales fue suspendido de su programa en Telefé -hay otras denuncias también dando vueltas- se abre un espacio donde podría haber muchos más testimonios.
Así empezó el “Me Too” en 2017 en Estados Unidos y que terminó con el ex-”Todo poderoso” Harvey Weinstein en la cárcel con cargos de violación y agresión sexual.
El “Me Too” destapó una serie impactante de denuncias en el mundo y fue investigado muy profesionalmente por el The New York Times.
En Francia sucedió algo similar, aunque menos estridente con un libro que desnudó la pedofilia entre los intelectuales franceses, que incluso han llegado a firmar solicitadas en los diarios defendiendo el sexo con menores de 16 años.
La denunciante, en ese caso, es Vanesa Springora. Su libro “el consentimiento” fue publicado en el 2020. Allí relata, en forma de denuncia, la relación que tuvo a los 14 años con el escritor francés Gabriel Matzneff, de enorme prestigio intelectual, que le llevaba 36 años.
Springora cuenta que esa “relación” -a la que tardó años en llamar abuso- le provocó severos trastornos alimentarios y un sinnumero de problemas psíquicos.
Lo mismo cuenta Lucas Benvenuto, un chico de 30 años que fue primero capturado por la red del psicólogo Jorge Corsi, llamada “Boy Lovers” y que ahora está denunciando a Jey Mammon. Lucas afirma que fue violado por el conductor cuando tenia 14 años.
Jey Mammon hizo su descargo y acusó a Lucas por extorsión. El tema es delicado porque se puede inculpar injustamente o exculpar injustamente. O se puede revictimizar a personas que ya están suficientemente lastimadas.