El periodista señaló que el kirchnerismo visualiza un escenario adverso en las elecciones y consignó cómo podría haberse evitado esa proyección; bautizó a la vicepresidenta como el “nuevo Duhalde”
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A pocos meses de los comicios, Carlos Pagni aseguró que Cristina Kirchner y su espacio temen una “catástrofe electoral” a partir de la situación económica y la pérdida de confianza en su propio electorado, y afirmó que eso explica que ellos tomen medidas que puedan tildarse de “irracionales”. “Tienen miedo porque saben que se viene algo malo”, analizó en declaraciones a LN+.
Invitado al ciclo +Entrevistas, conducido por Luis Novaresio, el periodista dio cuenta de la encrucijada en la que se encuentra el kirchnerismo. “Nadie más que ellos saben que esto va a ser una catástrofe. Se ven en un callejón sin salida, están perdidos. Y si bien todos presumimos que el kirchnerismo va al fracaso electoral, nunca se puede decir que ‘Cristina fue’”.
Según Pagni, otro de los puntos que inquieta a la vicepresidenta es el ocaso de la fórmula “a mayor pobreza, más votos a Cristina”. “Este concepto empezó a entrar en un terreno de duda, más que nada en las últimas elecciones con la abstención entre los pobres. Otra piedra en el zapato es Javier Milei, un personaje que empieza a crecer en lugares como La Matanza. Parecería entonces que el pacto central entre pobreza y kirchnerismo se rompe”.
El autor de El Nudo -de reciente publicación- aseveró que el dilema actual podría haberse evitado. “Creo que el proyecto Cristina solo se resolvía si ella misma asumía la presidencia. Es lo que Néstor [Kirchner] hubiese querido. Sin embargo, lo que no tiene la vicepresidenta que sí tenía Néstor era un respeto por la realidad tal cual está dada. Cristina piensa, por el contrario, que la realidad es lo que ella tiene en la cabeza y es algo que se puede imponer”.
En esa línea, indicó que, de tener frente suyo a la expresidenta, le preguntaría “por qué no pudo girar”. “Había una sola forma de salvar al Gobierno: que ella asuma la presidencia. Una operación tipo Lula. Pero había una limitación. Cristina tiene una enorme plasticidad táctica pero mucha rigidez conceptual”, reflexionó.
Consultado sobre como definiría a la vice, dijo que es “una líder política con un enorme talento imaginativo” y la calificó como “el nuevo Duhalde”. “Sus ideas económicas quedaron fijadas en circunstancias irrepetibles como lo fueron 2003, 2004 y 2005″, explicó.
“Al igual que hizo Eduardo Duhalde, Cristina es alguien que disciplina a los pobres para que sea viable un proyecto de ajuste. Duhalde lo hizo en la convertibilidad, y hoy Cristina ocupa el lugar de quien le da disciplina social a un país que padece un ajuste que es llevado adelante por el Gobierno que ella puso”, completó.
Los tres criterios que anticipan la “catástrofe” electoral
Para Pagni, hay tres señales que adelantan una potencial derrota del kirchnerismo en la próxima contienda electoral.
“La primera es muy obvia. Ellos perdieron entre 2019 y 2021 el 40% de su electorado, lo que se traduce en un problema enorme. ¿Vos ves alguna razón, con la racionalidad política y situación económica como base, para que no sigan cayendo”, señaló en primera instancia.
Y continuó: “La segunda razón es que el grupo humano que integran Cristina Kirchner, Alberto Fernández, Máximo Kirchner y La Cámpora funcionan con una lógica y forma de argumentar que es sumamente destructiva. ¿Pensás que eso que lleva a ganar votos o a perder? A perder”.
“La tercera razón, que es la más contundente, es que hay una recurrente caída de la marca Frente de Todos. En noviembre tenía un 34% de aceptación. Hoy es del 27% ó 28%. Da la impresión de que las razones por las que la gente se está alejando no van a cambiar de acá a los próximos meses”, planteó.
El problema central de la política, representado en el kirchnerismo
El periodista de LA NACION analizó los desafíos de la clase política y expresó que “los dos lados de la grieta, desde Cristina Kirchner hasta Macri”, enfrentan un obstáculo principal. Se trata de la “falta de representación” en ciertos sectores sociales. “Hay un grueso blindex que divide a la gente y a la sociedad de la política”, opinó.
“El kirchnerismo, por ejemplo, todavía piensa que no pueden existir obreros enojados con un gobierno peronista, que no puede ser que un copito [en referencia a Sabag Montiel] le quiera pegar un tiro a la vicepresidenta, que colectiveros organizados nunca irían en contra de un ministro. Viven en la irracionalidad”, señaló.
Y ahondó: “Sabiendo que al otro no lo van a seducir nunca más, ya que hay una muralla que los separa de esa sociedad, lo que terminan haciendo entonces es hablarle al suyo. Empiezan a radicalizarse en sus explicaciones y a dirigirse a gente que cree en algo por quien lo dice y no qué dice”.
Pagni remarcó en que este ideal pasó a ser la estrategia de Cristina Kirchner para mantenerse relevante. “Ella debe pensar ‘si yo ya decidí que al otro no llego, entonces no me voy a arriesgar. Voy a retener mi identidad, voy a conservar una masa electoral para luchar contra el próximo gobierno”.