A continuación los principales conceptos de Willy Kohan en “Somos Nosotros”
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Finalmente, se levantó el cepo político contra la vacuna de Pfizer, y el Gobierno trata de reponerse de los gruesos errores en el manejo de la pandemia: con el vacunatorio vip y la malversación de las vacunas, y con el récord lamentable de muertes que tenemos en la Argentina.
En ese contexto, la carta del Gobierno al Kremlin reveló la enorme improvisación en los contratos con las vacunas, las restricciones, el fanatismo ideológico con el que se manejó todo este relato y los negociados siempre alrededor de esa suerte de nacionalismo que aparece para justificar este tipo de desmanejos.
La vacuna de Pfizer apareció casi como el cuento que dice que, para esconder un elefante en la calle Florida, habría que llenarla de elefantes. Entonces, se anunciaron 20 millones de vacunas de Pfizer (en buena hora), pero se sigue con el modelo del estatismo sanitario extremo, donde sigue siendo el Estado el que maneja el monopolio de las vacunas.
No se deberían cometer los mismos errores. ¿Vamos a tener otro vacunatorio vip, ahora con las vacunas de Pfizer y Moderna? ¿Quiénes van a ser los hijos privilegiados?
Otra vez se le cierra la puerta al sector privado, a las obras sociales, a las empresas de medicina prepaga y a los hospitales comunitarios. Es decir, se ha ignorado a quienes han administrado durante 100 años todos los planes de vacunación en la Argentina.
Esta idea del estatismo sanitario extremo va a la cabeza de la lista del oficialismo con la figura de Daniel Gollán, ministro de Salud bonaerense. Claro, con el cristinismo y La Cámpora escondidos detrás de las cabezas de la lista; en este caso, Victoria Tolosa Paz. Veremos si a Cristina Kirchner le funciona el truco dos veces seguidas.
En cuanto al armado de listas, cabe decir que la economía solo mira cómo queda el poder de Cristina para seguir influyendo después de las elecciones.
Por eso, también se observa como se perfila la oposición. Toma temperatura la batalla de radicales vs amarillos, y -en ese sentido- surge una pregunta: ¿Está asegurada la unidad opositora o la pelea interna puede ponerla en peligro?
Además, hay que prestar atención a cómo se votan las leyes y a cómo jugará el radicalismo y el Pro en el Congreso, considerando también lo que seguramente los va a dividir: las candidaturas de las elecciones presidenciales de 2023. Ciencia ficción hoy en la Argentina.
De esta manera, se deberá evaluar el poder que le queda a Cristina, cómo se realinea el peronismo tras las elecciones, y la unión o división de la oposición.
Ni Alberto Fernández ni Axel Kicillof participaron mucho en la conformación de las listas, y a los dos les quieren morder el Gabinete. Reflejo de esto es que se ayer se confirmó que se va Daniel Arroyo del Ministerio de Desarrollo Social y, aparentemente, asume Juan Zabaleta, con quien hubo una serie de arreglos. También se va el ministro de Defensa, Agustín Rossi. Y en este escenario, Sergio Massa se habría quejado de que le dieron menos de lo que pidió.
Por otro lados, la economía entró en una pausa, y Cristina se asustó por la escalada del dólar y prometió que no habrá default con el FMI. Parecía que se frenó -por ahora- la corrida del dólar. En 2011 decía lo mismo: después de ganar, puso el cepo y comenzó la batalla contra los fondos buitres.
Levantamos el cepo a Pfizer medio a regañadientes. De hecho, a Carla Vizzotti le costaba hacer el anuncio. Sin embargo, los otros cepos siguen, como la vacunación estatizada y militante. Tampoco podemos levantar el cepo a las pistolas Taser. Es un modelo complicado para la salida, y eso tiene sus consecuencia. Entre otras cosas, Harvard anunció que cierra su oficina en Buenos Aires porque no puede retener ni a los profesionales y ejecutivos que emigran cada vez más.
Todo esto es lo que se va a jugar en las elecciones, y hay que asegurar que sean transparentes como han sido siempre.