En LN+, el periodista analizó los cruces políticos, la posición de Cristina Kirchner y la repetición hasta el infinito de los mismos temas
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¿No tenés la sensación de que Argentina es el Día de la marmota? ¿Qué es el Día de la marmota?
Una película sobre una persona que repite todos los días el mismo día con los mismos hechos a la misma hora.
Pues bien... ¿cómo es un día en Argentina? Siempre igual.
Los precios suben, el dólar sube, no hay colectivos, el Presidente dice pavadas, Cristina grita, la oposición se pelea.
Y los debates son todos iguales. Los debates atrasan 20 o 50 o 70 años.
¿Qué debatimos en argentina mientras el mundo avanza?
1. ¿Qué diría perón si...?
2. La crisis del 2001.
3. La autonomía de la CABA.
El mundo avanza... Programación, robótica, criptomonedas, inteligencia artificial. Y nosotros estamos discutiendo la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires del año 1994.
Lo bueno, por lo menos, es que esta señora se sacó la careta y confesó. Ella quiere destruir a la ciudad de Buenos Aires. Si fuera por ella, bomba atómica. Lo malo es que Cristina nos lleva al barro.
La insoportable levedad de debates vacuos; pueriles; insustanciales; que no nos llevan a ningún lado.
Vos fijate que Cristina termina confesando su odio su veneno su resentimiento por la ciudad de Buenos Aires.
Yo te diría que el kirchnerismo tiene una obsesión con esta ciudad la riqueza es mala y la pobreza es buena.
El éxito es malo y el atraso es bueno.
¿sabe por qué, señora de Kirchner en el conurbano todavía ‘chapalean en el barro?
Porque ustedes gobernaron 31 de los últimos 35 años.
4 años de Cafiero;
8 años de Duhalde;
3 años de Ruckauff;
5 años de Solá;
8 años de Scioli;
3 años de Kicillof;
Pero el problema es la autonomía de la ciudad de Buenos Aires. El odio; el desprecio; la envidia; la bronca; el resentimiento. Todo eso siguió con el presidente Alberto Fernández.