El politólogo sostuvo que el país siente un acostumbramiento, pero que sin embargo alcanzó un momento en el que lo que el vaso puede rebalsar; la figura de Cristina Kirchner en el Frente de Todos y las internas en Juntos por el Cambio
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El politólogo Andrés Malamud participó esta noche en +Entrevistas, el programa conducido por Luis Novaresio en LN+ y habló sobre el momento político de la Argentina. “Se ve incertidumbre, no saben bien qué es lo que viene. La incertidumbre es el corazón de la democracia, porque decide el pueblo en elecciones libres”, comenzó.
En un extenso diálogo en el que analizó la figura de Cristina Kirchner y habló sobre la interna dentro de la oposición, Malamud planteó también el contexto internacional que atraviesa la coyuntura política. “No sabemos si Juntos por el Cambio subsiste en caso de no haber PASO, no sabemos si el Frente de Todos subsiste en caso de no haber Cristina. El mundo alimenta esas incertidumbres: la inflación está subiendo en Europa y en Estados Unidos. Hay gobiernos que van a ser inestables a medida que vayan llegando las facturas, en la Argentina lo que tenemos es acostumbramiento. Lo que voy a sugerir es que podemos estar en un punto de quiebre en el cual la acumulación cuantitativa, la gota en el vaso, se transforma en una diferencia cualitativa, el vaso rebalsa. Lo mismo que venía pasando, genera un efecto diferente a lo que antes generaba”.
Consultado sobre la vicepresidenta, el analista planteó que Cristina Kirchner es determinante tanto por su carisma como porque tiene la representación de la provincia de Buenos Aires. “No es una provincia más ni un poquito más grande. Es enormemente más grande. Para darte una comparación, China es un quinto del mundo, de cada cinco seres humanos uno es chino. De cada cinco argentinos, dos son bonaerenses. La provincia de Buenos Aires es a Argentina como dos Chinas al mundo, y ya sabemos lo que pasa cuando China se enferma: pandemia”, ejemplificó.
En la misma línea, sostuvo: “Tiene una capacidad de liderazgo que nadie le empardó. Hubo intentos de hacer un peronismo no kirchnerismo y todos fracasaron. Ahí están dando vueltas algunos con ella, Massa, otros con Macri, Pichetto, y otros más al medio como Schiaretti y Urtubey”.
Según planteó Malamud, el peronismo se puede definir con dos variables: sensibilidad popular y vocación por el poder. “Creo que ella tiene los dos y mucho. Tiene que ver con sentir a los desposeídos y que ellos te sientan. Si vas a la tercera sección electoral y hablas con la gente que vive en situación de exclusión o pobreza ella significa algo, ella encarna, ella representa. Ella es la lidereza de ese espacio y por eso es que ella manda”, describió.
Sin embargo, sostuvo que esta representación se fue construyendo. “Ella no es la misma que hace 20 años, luego de la muerte de Néstor y ayudada por el precio de los commodities. Hoy Cristina manda mucho más de lo que mandó Néstor”.
En la otra vereda, el politólogo analizó la interna dentro de Juntos por el Cambio y la importancia de las PASO en esta coalición. “Le permite a actores preexistentes juntarse y aceptar que otros conduzcan”, dijo y agregó: “Por el PRO tenés dos candidatos que están lanzados Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Macri todavía no definió. En el radicalismo tenés dos candidatos lanzados, Gerardo Morales y Facundo Manes. Si no hay PASO, ¿cómo haces para arreglar? Hay cuatro mecanismos: internas cerradas con los patrones de los partidos, internas abiertas, mesa de negociación y encuestas, pero son todas muy difíciles”.
“La expectativa en la alternancia cambia las fieras. Eso es lo que pasó en 2019. El gobierno de Macri terminaba mal su mandato, había pedido ser evaluado por cuánto bajaba la inflación y la pobreza, ambas subieron. El éxito de Macri fue político, económicamente el fracasó medido como él quería ser medido. Políticamente, el consiguió terminar su mandato desde 1928 con Alvear no había un presidente que no fuera militar o peronista que terminase el mandato; y segundo garantizar el equilibrio del sistema político después de la derrota. Cambiemos no desapareció, se mantuvo, sacó el 40% de los votos y ganó las elecciones intermedias. Y hoy lo más probable es que Juntos por el Cambio gane las próximas elecciones presidenciales, así que esto es un mérito de Macri. El ingeniero que venía a administrar sin política terminó teniendo éxito político fracasando en la administración”, analizó Malamud.
Sobre Alberto Fernández
Malamud se refirió también a la desdibujada figura del presidente Alberto Fernández e hizo una llamativa observación: “Me ha pasado de participar de reuniones y que no esté mencionado. Para hacer un análisis político de la Argentina hoy no hace falta incluir al Presidente. Alguien podría decir que es atípico, pero creo que no. Tuvimos presidentes que fueron delegados de líderes partidarios. El caso de Illia, donde Balbín pensaba que no ganaba, pero él gobernó aunque tuvo dificultades para terminar porque de afuera se veía cierta ilegitimidad. Tuvimos el caso de Luis Sáenz Peña en el siglo XIX, no quiero aburrir, pero en la Argentina hubo casi la misma cantidad de presidentes fuertes que de presidentes débiles”, dijo.
Según el politólogo, lo que determina la fuerza de un presidente no es solamente la Constitución, sino si lidera su partido y si comanda una mayoría en el Congreso. “Cristina dio un par de órdenes que Alberto no siguió, sino que procrastinó. Es un presidente débil que gobernó poco, hasta que decidió dejar de gobernar”.
“De Alberto se esperaba otra cosa, un presidente que decidiera o un presidente que moderara, en los dos aspectos parece que Fernández defraudó a mucha gente. Pero hoy no es el foco de la atención”, agregó.
Sobre la actualidad del oficialismo dijo que la política de la Argentina está tomando un “cariz místico”. Y vaticinó: “El Gobierno apuesta a llegar al Mundial, porque después la gente se entretiene y después llega fin de año. Enero y febrero estamos de vacaciones y no incendiando el país y en marzo empiezan las elecciones, porque 22 de 24 provincias van a desdoblar. Se espera que haya una avalancha de victorias oficialistas locales, donde la mayor parte de los gobiernos locales son peronistas. Por lo tanto, de nuevo vamos a tener buenos resultados con mala gestión”.
LA NACION