La diputada provincial de Santa Fe explicó y defendió en LN+ su proyecto de instaurar esta actividad para todos los jóvenes argentinos que terminen el secundario con el fin de enseñarles un oficio
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Este martes, Amalia Granata visitó Buen día Nación, en LN+ y explicó con mayor detalle en que consiste su propuesta de imponer el Servicio Cívico obligatorio para los jóvenes en la Argentina, una iniciativa que despertó una intensa polémica en la opinión pública y las redes sociales. Pero el momento inesperado se dio en el estudio cuando Luis Novaresio, conductor del ciclo, le preguntó a Uma, la hija de la legisladora presente en el estudio, si ella estaba de acuerdo con esa idea, y la chica dijo que no bajándole el pulgar a la propuesta de su madre. “Yo no crío vagos”, fue la respuesta de la diputada.
La diputada provincial de Santa Fe aseguró que su proyecto no se trata de un “servicio militar” como muchos entendieron e insistió en la necesidad de que la propuesta sea obligatoria. “Si no es obligatorio, el soldadito de Rosario va a seguir vendiendo cocaína”, expresó.
Pero el momento distendido de la entrevista fue cuando Novaresio le preguntó a la diputada si mandaría a su hija al servicio que estaba proponiendo. “Mirá, ahí está”, respondió Granata, apuntando atrás de cámara, y agregó: “Es lo primero que le dije hoy”.
“¿Dónde está?”, quiso saber el conductor de Buen día Nación. “Ahí sentada”, replicó la legisladora. “Nena, te van a mandar al servicio ¿Cómo te la bancás? -Novaresio le habló a la hija de su invitada- ¿No estás de acuerdo?”, expresó, con sorpresa el periodista ante lo que le respondía Uma. “No está de acuerdo con su madre”, aseveró el periodista.
“Yo no crío vagos, yo no crío vagos”, repitió Granata entonces, con una sonrisa. “¿Estás de acuerdo con el servicio?”, preguntó esta vez directamente el conductor a la joven, que finalmente, enfocada por la cámara del programa, hizo un claro gesto de negativa, poniendo su pulgar hacia abajo.
“Es la primera que va a ir. Se lo dije en el auto, sos la primera”, intervino entonces Granata. Entonces, Novaresio se dirigió a Uma y le dijo: “Yo te banco, Uma, soy abogado y te patrocino, te banco”, siempre en un tono de broma.
Finalmente, Granata señaló que su hija, fruto de su relación con el futbolista Cristian ‘el Ogro’ Fabbiani, tiene 14 años y contó una anécdota sobre sus planes a futuro: “Pará que me tiró la otra vez: ‘Me voy a tomar un año sabático’. ¿Qué? En mi casa yo no mantengo vagos, querida, al Servicio Cívico Obligatorio. Qué año sabático ¡No! ¡Al Servicio!”.
Para cerrar el episodio con su hija, Granata contó su propia experiencia en el aprendizaje de oficios: “Yo aprendí a coser en la escuela. Me das el pantalón y te hago el ruedo, todo lo que quieras. El otro día fui corriendo un programa tenía las raíces (negras) así y me fui, me compré una tintura y me teñí sola y mirá qué bien me quedó, porque hice un curso de peluquería. O sea, chicos, vayan, aprendan un oficio, a laburar, yo me crié con un viejo laburante. No tengo otra imagen. Sé hacer lo que sea. Yo de hambre no me voy a morir”, remarcó.
Los detalles del proyecto de Granata
Luego del revuelo que se armó en las redes sociales y la opinión pública en general cuando Granata se mostró a favor de volver a instaurar el servicio militar obligatorio en el país para los jóvenes que no trabajan ni estudian, la legisladora visitó este mediodía el programa de Luis Novaresio en LN+ para explicar un poco más el contenido de su proyecto.
El conductor de Buen día Nación le notificó a Granata que un “99 por ciento” de la gente en una encuesta que elaboró el programa estaba a favor de su propuesta, y luego le pidió que explicara en qué consistía su proyecto.
“La idea que estamos elaborando surgió en esa mesa (señaló fuera de cámara) hace tres semanas, que vine invitada al programa de Jony (Viale). Fui invitada por el diputado (Julián) Galdeano y el senador (Hugo) Rasetto a Israel por un tema de seguridad, y conté la experiencia de que allá el servicio militar es obligatorio, en las mujeres dos años y en los hombres, dos años y medio. Pero bueno, es un país que vive en guerra y necesita tener la juventud militarizada para defenderse de ataques y atentados. Eso no sucede en la Argentina”, comenzó a explicar la legisladora.
A continuación, Granata se metió de lleno en su proyecto: “Entonces la idea es trasladar un poco el servicio, que no sería militar, sería cívico, a la realidad de la Argentina”. “¿Qué pasa en la Argentina?”, se preguntó la exmodelo rosarina, y a luego dijo: “Hoy los chicos salen de la secundaria sin ningún tipo de preparación. Cualquier empresario que pone un aviso para buscar gente, después van los chicos a las entrevistas y no saben hacer absolutamente nada”.
Luego, Novaresio le preguntó si se trataría de un servicio similar al que instauró Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de Mauricio Macri, sobre el final del gobierno de este presidente. “No me acuerdo mucho de ese proyecto, pero sé que no era obligatorio”, respondió la legisladora. “Era optativo, era para enseñarles oficios”, intervino la periodista del programa, Guadalupe Vázquez.
“Bueno, la idea es enseñarles a los chicos valores y oficios, que claramente se han perdido -añadió Granata-. Y una disciplina, una conducta, levantarse temprano, ser ordenados, que hagan deportes. Y que a la tarde aprendan un oficio, llamale peluquería, carpintería, albañilería, pintura, manicura, lo que sea, pero que los pibes estén un año o dos años preparándose para salir e insertarse al sistema laboral que hoy no pueden acceder”.
“¿Sabés cómo se llama eso? Escuela”, comentó, de modo irónico, Luis Novaresio. Ante esta intervención, la legisladora rosarina sonrió y respondió: “Bueno, sería un refuerzo de la escuela, lo que no estaría pasando en la escuela. A ver, el 90 por ciento de los chicos salen del secundario sin comprender un texto”.
Luego, para aclarar que ella no sugería el regreso del servicio militar, Granata expresó: “Yo no estoy hablando de lo que pasó con (Omar) Carrasco (conscripto asesinado en el servicio militar en Zapala, Neuquén, en 1994), no estoy hablando de que los pibes vayan a este servicio cívico y que si hacen algo mal los hagan caminar sobre maíz arrodillados, o le metan la cabeza bajo el agua. Claro que no. Si mi hija decide no trabajar y no estudiar también va a ir al Servicio Cívico Obligatorio”.
¿Por qué sería obligatorio el servicio cívico?
“Es para los chicos que salen del secundario y eligen no trabajar y no estudiar. En vez de quedarse en la casa, o en Rosario los soldaditos en las esquinas vendiendo cocaína, que vayan y se instruyan y puedan tener después una salida laboral”, sentenció Granata.
Cuando la consultaron acerca del por qué debería ser un servicio obligatorio y no optativo, la legisladora contestó de manera cruda: “Pasa que si no es obligatorio, y vuelvo a Rosario, al soldadito le va a convenir estar en una esquina vendiendo cocaína y ganar 50.000 pesos diarios que estar instruyéndose para tener una vida digna”.
“Entonces, si no obligás a los chicos a formarse y lo hacés voluntario, muy pocos van a querer capacitarse”, añadió.
Más adelante, cuando Vázquez le consultó acerca de cómo implementaría la obligatoriedad del servicio, Granata explicó: “Sería como ir a la escuela. Si la familia cobra un plan y el chico no va al servicio obligatorio, la familia deja de cobrar el plan. Y si la familia es adinerada, de buen pasar y el chico no va, se le hace una multa. No es muy difícil”.
Luego, la diputada provincial de Santa Fe señaló que para rechazar el proyecto iban a poner la excusa de falta de presupuesto. “Mentira. La Argentina presupuesto y recursos tiene, lo que pasa es que están distorsionados y mal distribuidos. Y si no le damos el enfoque a lo que está pasando con la juventud, el futuro está totalmente perdido. En la Argentina se triplicó el consumo de cocaína en los adolescentes y bajó la edad de consumo, que es a partir de los 12 años”, aseveró.
Más adelante, los integrantes de Buen día Nación hicieron una breve votación para saber si estaban a favor o en contra de la propuesta de Granata. Cuando la mayoría le bajó el pulgar a la iniciativa de la rosarina, ella sacó la siguiente conclusión: “¡Qué va a ser! Tendremos a los chicos deambulando por ahí sin ningún futuro”, y para finalizar, sentenció: “Te pueden gustar o no mis propuestas o mis ideales, pero por lo menos laburo y pienso en qué hacer con la juventud, que hoy está perdida”.
LA NACION