En LN+, el periodista se refirió al calvario que viven los rehenes en manos de Hamas; “La condición humana fue dinamitada”, aseveró
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Hoy se cumple un mes de los crímenes de guerra y la invasión al territorio de Israel perpetrados por el grupo terrorista Hamas.
Hoy se cumple un mes y estos fanáticos asesinos no dan ninguna información sobre los alrededor de 240 desaparecidos, secuestrados, prisioneros o rehenes. El mundo democrático exige la liberación inmediata de todos ellos.
Hoy se cumple un mes y hemos comprobado que el ataque sanguinario de Hamas multiplicó los actos antisemitas y judeofóbicos en muchos países del mundo.
Como contrapartida, las reservas democráticas y republicanas, construyeron distintas organizaciones y chats para informar, esclarecer y poner un freno a ese rebrote del odio. El Foro Argentino contra el Antisemitismo (FACA) en su documento fundacional asegura que todas las víctimas lo fueron “por el solo hecho de ser judíos” y que “la humanidad ya guardó silencio una vez y el resultado fue Auschwitz. No permitiremos que la historia se repita”.
El 7 de octubre del 2023 fue un día de holocausto. Desde el régimen nazi de Adolf Hitler no mataban a tantos judíos. Y muchos murieron durmiendo en sus camas, otros fueron quemados vivos, mutilados, torturados delante de sus hijos o de sus padres, bebes que fueron degollados y mujeres violadas que fueron exhibidas desnudas como trofeos. La condición humana fue dinamitada por estos fundamentalistas que en su carta fundacional proponen destruir al estado de Israel, al pueblo judío y después a toda la civilización occidental y cristiana.
Quienes creemos en la libertad debemos exigir a los gritos y a todos los gobiernos que todos los rehenes sean liberados en forma inmediata. Hay más de 40 bebes y niños. Hay personas de 28 países. De Tailandia hay 24. Estaban trabajando en la cosecha en las granjas colectivas. Hay 21 argentinos y el gobierno de Sergio Massa, Alberto y Cristina se mueve con una lentitud y una frialdad muy parecida a la complicidad. La sociedad civil impulsó diversas iniciativas para visibilizar esto y para que nadie mire para otro lado. Esta es la consigna que levantó un camión con fotos y videos de los secuestrados que arrancó su recorrido en el Teatro Colón y terminó en la cancha de River.
El obelisco amaneció enrojecido y rodeado de ositos de peluche con los ojos tapados o manchados de rojo. Se exigió en los carteles que liberen a esos chicos. Insisto: los organismos de derechos humanos podrían decir “con vida los llevaron, con vida los queremos” o “devuelvan a los nietos”. Pero como tienen puesta la camiseta del cristinismo, callan y otorgan. El fascismo de izquierda inventó una nueva forma de antisemitismo que disfrazan de anti sionismo.
Entre todos los desaparecidos, rehenes o prisioneros hay una familia entera con sus raíces en mi querida provincia de Córdoba. Así empezó todo.
Santiago se hizo cargo de la mueblería de su padre en el barrio de San Vicente. Calles populares, con curtiembres y canchitas de fútbol en las plazas. Un día decidió hacer aliá, es decir irse a vivir a Israel. Ahora vive en Ashkelón. Buscaba como casi todo el mundo, paz y progreso. Karina, la hija mayor de Santiago, nació en Argentina igual que el resto de sus tres hijos. Ella vive en el kibutz Nir Oz. Tiene 50 años y acaba de derrotar a un maldito cáncer que la había atacado. Es contadora de profesión. Ahora está en manos de esas bestias de Hamas que se dicen seres humanos.
Su familia reza para que Karina también pueda derrotar a ese cáncer de los fundamentalistas del asesinato en masa.
Toda la poca información disponible indica que Hamas arrancó a Karina de su casa y la llevó a Gaza. Su esposo Ronen y sus dos hijas, Mika de 19 y Yuva de 11, también están en la lista de rehenes.
Los 4 integrantes de la familia están secuestrados en Gaza. Parece una película de terror pero es la realidad.
Lo último que se sabe de Karina es que habló con su hermana Romina y ambas aseguraron que escuchaban tiros y gritos en árabe. En ese kibutz tan cercano a la franja de Gaza, el salvajismo financiado y armado por Irán asesinó a 25 personas y secuestró a 80.
Romina, la hermana más chica, es maestra jardinera hace muchos años y por lo tanto conoce a casi todos los chicos secuestrados. Casi todos fueron sus alumnos. De hecho, los dos pelirrojos de los que les hablé la semana pasada, Kfir y Ariel son hijos de Shiri, su mejor amiga. Romina vive en Ofakim y tiene un bebe de un año que se llama Ofri. Obviamente tiene un agujero negro en el alma pero la mantiene firme su pelea junto a Paola y Diego, sus hermanos, para que toda la familia y todos los secuestrados vuelvan cuanto antes sanos y salvos a sus hogares. Pero la verdad es que no tienen casi nada de información. Parece que el estado tampoco la tiene. Nunca deja de mirar la foto en la que su hermana está con sus dos hijas.
Hoy se cumple un mes y la extorsión terrorista sigue blindada. Muchos desinformados o cómplices piden el cese del fuego para frenar la defensa de Israel. Pero no se puede mientras no liberen a los rehenes. Son civiles. Es un crimen de guerra que se sigue cometiendo. No han sido capaces ni siquiera de dar una lista oficial. Utilizan como escudos humanos a los rehenes y también a gran parte de la población palestina a la que dicen defender.
Hemos visto la mesa del Shabat en Tel Aviv con 240 sillas vacías con un cartel con la foto de cada desaparecido, cochecitos de bebes sin bebes y hasta la selección de fútbol de Israel con un video conmovedor donde salen a la cancha sin los chiquitos que los suelen acompañar de la mano de los jugadores.
En las redes armaron un afiche pidiendo la aparición con vida de Karina. Sus fotos, junto al resto de los rehenes están siendo exhibidas en muchos países.
Ahora, resulta indispensable, aparición con vida y castigo a los culpables. Aquí, en Israel o en cualquier parte del mundo. No al terrorismo.