En el comienzo de El diario de Leuco (LN+), el periodista fustigó al ministro de Seguridad por su tuit intimidatorio contra Nik
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Alfredo Leuco se solidarizó con Nik, luego de que Aníbal Fernández le enviara un mensaje intimidante a través de Twitter y divulgara información sobre el colegio al que asisten sus hijas. En el comentario de opinión de su programa, el periodista fustigó al ministro de Seguridad por su tuit contra el creador de Gaturro y por el tibio pedido de disculpas.
“La amenaza del ministro Aníbal Fernández contra el dibujante Nik fue brutal. El único dato positivo es que produjo un tsunami de repudios y pedidos de renuncia. La reacción de la parte más democrática de la sociedad fue inmediata y contundente. La caricatura que hizo Nik, con un Gaturro enojado, de ceño fruncido y triste exigiendo al “Ministro, con nuestros hijos, no” fue el mejor resumen del estrépito que generó Aníbal con su intimidación en la que involucró a las hijas de Nik y al colegio al que concurren”, enumeró el periodista en el comienzo de El diario de Leuco (LN+).
Tras haber recordado la entrevista que Jonatan Viale le realizara al ilustrador en su programa +Realidad (LN+), Leuco remarcó que la amenaza de Fernández a Nik “marca un peligrosísimo antes y un después” en la escalada de violencia por parte del kirchnerismo. “Sacudido por la emoción y al borde del llanto, comentó que sus hijas habían llorado y que estaban obviamente impactadas. Una de ellas no quiso ir a la escuela. Fernández que trabaja de guapo y lenguaraz, esta vez cruzó un límite que jamás hay que cruzar. Los hijos son lo más importante que tenemos en la vida y ellos no tienen nada que ver con lo que hacemos ni pensamos. Siempre hay que protegerlos y preservarlos”, comentó el periodista.
Entre numerosas las repercusiones que generaron los dichos de quien reemplazara a Sabina Frederic hace menos de 30 días, se destacan los mensajes de la Academia Nacional de Periodismo, el Foro de Periodistas Argentino (FOPEA), la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), la mesa nacional y el interbloque de Juntos por el Cambio, entre otras. Leuco, por su parte, destacó otras voces que con su claridad cuestionaron los dichos de Fernández. “Entre los rechazos de alto impacto elijo el del brillante periodista franco argentino Alejo Schapire que se preguntó en Twitter: ‘¿Esto es para ganar el voto de [Alejandro] Biondini?’. O el del prestigioso constitucionalista Daniel Sabsay: ‘Un patotero, mentiroso, expresión del peor fascismo antisemita. Abuso de poder, incumplimiento de los deberes de funcionario público, extorsión, discriminación, intimidación. ¿Qué pasa que ningún fiscal lo denuncia? ¿El Inadi, que espera para actuar?’”, citó.
Leuco también se refirió en su análisis a las respuestas por parte del oficialismo. Entre ellas enumeró las del jefe de Gabinete y del primer candidato diputado del Frente de Todos por la ciudad de Buenos Aires, pero cuestionó que el Presidente no se hubiera expresado sobre un asunto tan sensible. “Del lado del gobierno y sus fanáticos, poco y nada. Algo tibio de [Juan] Manzur o de [Leandro] Santoro y pará de contar. Omertá. Complicidad. En febrero de 2015, en el diario LA NACION, el actual presidente Alberto Fernández, en su ya histórica columna contra Cristina por el tema AMIA y el encubrimiento de los terroristas que la volaron, utilizó la imagen del silencio como fantasma perpetuo. Y hoy podríamos decir lo mismo sobre la forma en que se lavó las manos y miró para otro lado ante la semejante brutalidad de Aníbal. Que el silencio erice la conciencia de Alberto. Que su propio silencio lo aturda”, sentenció en referencia a su columna titulada Hasta que el silencio aturda a la Presidenta.
Sobre el final de su editorial, Leuco se solidarizó con Nik y fustigó con fortísimas palabras al actual ministro de Seguridad de la Nación. “Nik ejerce el periodismo crítico a través de sus editoriales con caricaturas y humor. Es la libertad de prensa, estúpido. Nik jamás hubiera informado a qué colegio van las hijas de Aníbal. Pero no lo entienden porque no creen en la democracia ni en los disensos. Por eso, Aníbal representa lo peor de la política. El patoterismo de estado. Y eso no puede ocurrir nunca más en la Argentina. La inmensa mayoría de la sociedad no quiere matones. Quiere libertad para opinar y trabajo digno para ganarse la vida. ¿Será mucho pedir?”, concluyó.
LA NACION