El periodista criticó la política internacional del oficialismo, reivindicó a Raúl Alfonsín y catalogó a este momento como “la vuelta de las peores prácticas de los momentos más oscuros”
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Para comenzar su programa en LN+, Alfredo Leuco habló de una “obsesión de Cristina [Kirchner] y sus talibanes por convertirse en los abanderados y defensores de los que violan a los derechos humanos acá y en el mundo”. “Este gobierno está logrando hacer añicos casi el único activo que los argentinos teníamos ante el mundo civilizado”, continuó.
En sus dichos, recordó a Raúl Alfonsín, el regreso a la democracia en 1983, el juicio a las juntas militares y el Nunca Más. “Despertaron admiración por nuestra apuesta como Nación a la paz y a la a libertad, a la no violencia y los derechos humanos. Era un orgullo saber que en muchas universidades del mundo se estudiaba el caso argentino y servía como ejemplo de lo que debía hacerse”, comentó.
Pero en las últimas horas, un evento a nivel internacional llamó la atención del periodista. “El voto de Carlos Raimundi en la OEA confirmó la estafa política. Esta malversación con tufillo a traición. Raimundi fue presidente de la Juventud Radical. Su voto, en nombre de este cuarto gobierno kirchnerista, fue a favor de Daniel Ortega y su mafia fascista que metió presos a todos los candidatos que iban a competir con él en las elecciones”, precisó.
Ese episodio le sirvió de puntapié para analizar las relaciones que la Argentina, con gobierno kirchnerista, tiene de la frontera para afuera. “Se enorgullecen de tener relaciones carnales con Cuba, Venezuela y los aspectos más autoritarios de China y Rusia. No sé que están esperando para invitar a la Argentina al líder del comunismo monárquico de Corea del Norte”, añadió.
Conforme fue avanzando en su exposición, amplió en las declaraciones del jefe de inteligencia venezolano Alex Saab y el arrepentido Claudio Uberti cuando hablan “de negociados por montañas de dólares”. “Para muestra basta un botón: Hugo Carvajal, exjefe de los espías chavistas quien aseguró que enviaron en valijas diplomáticas 21 millones de dólares para la campaña de Cristina”, explicó.
En el cierre, recordó las recientes noticias en torno a Jones Huala y arremetió contra el oficialismo. “Parece que los que violan la ley y los derechos humanos son los mejores amigos de Cristina. Encima, a eso le llaman progresismo cuando en realidad es regresismo. Es la vuelta a las peores prácticas en los momentos más oscuros. Cada vez más, cristinismo es sinónimo de apoyo a los que violan los derechos humanos”, completó.