En LN+, el periodista analizó los incidentes ocurridos en la provincia gobernada por Gerardo Morales, donde un grupo violento intentó tomar la Legislatura
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La condenada Cristina Fernández de Kirchner es la jefa del golpe contra el gobierno legítimo y democrático de Jujuy. La vice presidenta está decidida a patear el tablero de todas las instituciones hasta lograr su impunidad. Cristina es la autora intelectual de este levantamiento caótico y violento y los autores materiales son los hijos de la generación diezmada, Horacio Pietragalla y Wado de Pedro. Los delincuentes que actúan, son fanáticos de palos, capuchas, piedras y el incendio de la legislatura. Son salvajes ultras mezclados con algunos mercenarios con condenas por delitos comunes, gente de La Cámpora, escuadras residuales de la Tupac Amaru y de los grupos más radicalizados de la izquierda trotskista que, como mucho, suele conseguir alrededor del 3 % de los votos en las elecciones.
Los grupos de choque, perfectamente coordinados, con mochilas y pasamontañas, fogonearon la anarquía y un levantamiento contra la democracia con la excusa de repudiar la nueva constitución provincial que fue aprobada con el voto del oficialismo de Juntos por el Cambio y de la oposición del Partido Justicialista. Muchos de los más violentos llegaron desde otras provincias porque Milagro Sala, la delincuente con condena firme de la Corte Suprema, no tiene capacidad de convocatoria. En las elecciones sacó muy pocos votos y casi no hubo protestas reclamando su libertad porque la mayoría del pueblo jujeño quiere paz social y sabe que Milagro usó a los pobres y fue autoritaria y corrupta. De hecho, fue tan magra su cosecha de sufragios que la Tupac no consiguió ni un solo representante en la convención constituyente.
El gobernador Gerardo Morales, apoyó el reemplazo de dos artículos de la nueva Constitución que les provocaban dudas a los pueblos originarios por la propiedad de la tierra. Alrededor del mediodía, mediante un tuit, el jefe del estado provincial hizo responsables a Alberto Fernández y a Cristina del levantamiento que estaba ocurriendo. Los violentos no nos van a torcer el brazo, aseguró con firmeza. Los incidentes entre golpistas y la policía provincial fueron de tal magnitud que hubo y hay detenidos y heridos de distinta consideración entre ambos bandos.
Se equivocan los que creen que esto es solamente un problema de Jujuy. Esto es un anticipo de lo que le espera al próximo gobierno si no es kirchnerista. Ya avisaron diversos representantes del ultra cristinismo. Daniel Catalano, secretario de ATE Capital, mas chavista que kirchnerista, con orgullo y reclamando reconocimiento y de paso amenazando al gobierno por si pretende seguir acordando con el FMI dijo que “estas 14 toneladas de piedras para que Mauricio Macri no sea más presidente se la pusimos nosotros. No es que la puso parte de los que hoy están en el gobierno, se la pusimos el Movimiento obrero y las organizaciones sociales”.
Ningún fiscal actuó de hecho frente a esta amenaza de derrocar, destituir o voltear a un gobierno que a Catalano y Cristina no les guste. Y como si esto fuera poco en su actitud delictiva, prometió arrojar 28 toneladas de piedra, el doble.
Juan Grabois, en varias oportunidades apeló a la sangre que iba a correr y al parecer ya está corriendo. Es que están desesperados porque saben que van a perder por paliza las elecciones y se derrumba el proyecto de Cristina.
Estamos asistiendo a un laboratorio, a un ensayo general para combatir la democracia y la división de poderes y para serrucharle el piso al próximo gobierno. Son irresponsables históricos. Romantizan las década del sesenta y setenta y la criminalidad foquista que hizo pedazos a una generación y provocó la respuesta del terrorismo de estado.
Cristina odia perder. No soporta las derrotas. Fue clara su posición cuando se negó a entregarle los atributos de mando a Mauricio Macri en un hecho sin precedentes de la democracia recuperada.
Pero en esta etapa, odia mucho más perder. Porque ella será la mariscal de la derrota que conducirá al peronismo a la peor debacle de su historia, a la atomización de sus agrupaciones kirchneristas y a la imposibilidad de evitar la cárcel y el castigo por la jefatura que ejerció del robo más grande de la historia democrática.
La prueba más concreta de que Cristina es la jefa de este golpismo en Jujuy fue su tuit: “Hágase cargo Gobernador Morales y pare con la locura represiva que su propio accionar ha desatado. Lo que está sucediendo en la provincia de Jujuy es absoluta responsabilidad suya y usted lo sabe. Pareciera que le represión salvaje está en su ADN. Usted fue un alto funcionario del gobierno de la primera alianza que en el 2001 declaró el estado de sitio y fue responsable del asesinato de 38 argentinos. Y por favor Morales, no mienta más… que hasta James Cameron se dio cuenta.
Todo ciudadano democrático y republicano debe repudiar semejante vuelta al pasado donde la violencia vale más que las ideas o el voto popular. Todo dirigente político democrático y republicano debe prepararse para estos terremotos provocados porque hoy Jujuy es simplemente una muestra de lo que están dispuestos a hacer con premeditación y alevosía.
Todo está coordinado y planificado. En esta ciudad de Buenos Aires, los mismos grupos marcharon y marcharan hacia la casa de Jujuy.
El ministro del interior Aníbal Fernández no debería dudar en aportar fuerzas federales para apagar el incendio en Jujuy. Son los mismos sectores que no quieren democracia ni siquiera dentro de su espacio y se quejan de una proscripción de Cristina que no existe, pero intentan por todos los caminos, proscribir a Daniel Scioli. Solo respetan la democracia y hasta ahí nomás, si son ellos los que llegan al poder. Si los ciudadanos los condenan al llano, empiezan con el club del helicóptero a conspirar y a socavar las instituciones hasta quebrarlas si pueden.
El gobernador Morales también denunció la presencia de infiltrados cristinistas en esta intifada contra la legalidad. Más allá de los alineamientos internos, Gerardo Morales recibió el apoyo uniforme de todo Juntos por el Cambio, empezando por el radicalismo que preside. Los delincuentes destruyeron el local del PRO en la capital provincial y Patricia Bullrich utilizó las redes para decir que “Ninguna provocación del kirchnerismo podrá desviarnos del camino correcto. No se puede ceder ante la violencia: impondremos la firmeza de la ley y el orden. Estamos junto al gobernador de Jujuy y todo el pueblo jujeño.
Cada vez está más clara la línea divisoria en las próximas elecciones. Democracia republicana o Autoritarismo golpista y chavista. Las urnas tienen la palabra.