En LN+, el periodista analizó la histórica relación entre el kirchnerismo y los seguidores de Chavez y Maduro
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Este gobierno nefasto acaba de cruzar todos los límites. Hasta ahora, Cristina y Alberto, defendieron y expresaron su admiración por la dictadura chavista de Maduro. Ese es un peligroso mamarracho ideológico que nos coloca al lado del eje del mal. Pero no conformes con semejante complicidad en la violación de los derechos humanos, ahora se arrodillan ante el tirano de Nicolás Maduro y permiten que humille a todos los argentinos. Ni Cristina ni Alberto se respetan a sí mismos y permiten que diversos jerarcas del régimen venezolano insulten a este país y sus autoridades.
Por conveniencia ideológica o por dinero, son capaces de sellarse la boca y rendirse cuando Nicolás Maduro a los gritos se mostró “indignado” por lo que calificó del robo de ese avión iraní tan sospechoso. Le pidió ayuda para recuperar la aeronave a lo que llamó “la Argentina peronista”, como si el presidente y la vice fueran macristas. Pobre autoritario ignorante. “Ya basta de abusos contra Venezuela, pretenden robarnos descaradamente el avión”, disparó al exigirle a los movimientos sociales que les dieran una mano.
¿Qué pretenden? Que los piqueteros chavistas de argentina, se trepen al avión retenido en Ezeiza y despeguen hacia Caracas? ¿Qué hagan algún atentado?
Este energúmeno tiene poca consistencia intelectual. Pero el que aporta la materia gris y la mayor crueldad se llama Diosdado Cabello. Ambos caracterizaron de “secuestro” por parte de Argentina del avión y su tripulación.
Recuerdo que el FBI confirmó que el piloto principal, el iraní Gholamreza Ghasemi tiene vinculaciones con el terrorismo de Hezbollah y Al Quds, la guardia sanguinaria de Irán.
La semana pasada, un juez de los Estados Unidos le pidió a su par argentino, Federico Villena la “incautación” del avión. Eso le dio pie a Diosdado Cabello, para que tuviera una grosera intromisión en los asuntos internos de nuestro país. Castigó a Alberto. Dijo que no había ninguna diferencia entre él y Macri. Y denunció que durante su gobierno se activó el juicio a Cristina y como si esto fuera poco, pidió la libertad de una delincuente como Milagro Sala.
Cabello dijo que Alberto recibe y ejecuta órdenes del imperialismo. Se olvida que fue su amada Cristina la que lo eligió para encabezar la fórmula presidencial.
Los muchachos chavistas no tienen división de poderes ni estado de derecho en su país y creen que así debe ser en todos lados. Como en Cuba, en Nicaragua o Irán. Allá, un capanga da una orden y se cumple. Exprópiese, decía Chávez y se expropiaba al instante. Metan preso o torturen a aquel y eso se hace. En Argentina avanzó mucho el autoritarismo K, pero, por ahora eso no se hace. La sociedad democrática no lo permite. Acá no hay militares armados hasta los dientes en la calle sojuzgando al pueblo como allá.
Pedro Carreño es otro esbirro de Maduro y fue el más agresivo e irrespetuoso con el presidente Fernández. Parecía la ex diputada Fernanda Vallejos. Lo llamó “pelele y títere del imperio y jalabolas con actitudes rastreras”.
Hasta Jorge Rodríguez, el titular de la Asamblea Legislativa trucha, llamó “productores de mentira” al diario Clarín y al portal Infobae por la cobertura del tema del avión. No tienen límites ni vergüenza.
Las relaciones carnales que han tenido los Kirchner con el chavismo, produjeron negocios sucios, valijas con dólares corruptos y todo tipo de operaciones ilegales. Pero la máxima provocación tal vez haya sido lo que pasó hace pocas horas. El aparato de propaganda de la dictadura criminal aseguró que el atentado terrorista a la AMIA fue “un falso positivo”. Es una forma de decir “auto atentado” o tragedia simulada. Es una burla, una falta de respeto gravísima a la memoria de las 85 víctimas y al dolor de sus familiares. Hoy Venezuela es el centro de las operaciones y ejercicios militares de Irán y Rusia en América Latina. Están fabricando y probando drones artillados.
Frente a tant afrenta inaceptable el gobierno argentino, hasta ahora, no dijo nada. Nadie abrió la boca. Ni el Presidente, ni la vice, ni el canciller. Daniel Sabsay, tal vez nuestro constitucionalista más encumbrado, reaccionó en Twitter. “Realmente escandaloso. Increíble que nuestra cancillería no haya reaccionado frente a semejante atropello. El silencio importa la aceptación de tan monstruosa declaración. Una humillación más para las víctimas y sus familiares”.
Si Cristina y Alberto agachan la cabeza y prefieren dejarse manosear es un tema de ellos. Pagarán sus costos políticos por ser tan genuflexos. Pero deben saber que a la mayoría de los argentinos no nos gusta que nos ultrajen ni que nos injurien. Tenemos la dignidad que ustedes no tienen. Y mucho menos nos bancamos que esas agresiones vengan de parte de una narco dictadura criminal que tiene presos, torturados y muertos y
que goza de la admiración del ladri progresismo argentino. Hay que tener la dignidad que el gobierno no tiene