En LN+, el periodista analizó el alegato del fiscal Luciani, al que catalogó de “demoledor”; “Faltan tres toneladas de pruebas”, sostuvo
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Cada día que pasa, Cristina está más cerca del abismo y de la cárcel. El riguroso y minucioso alegato del fiscal Diego Luciani, fue demoledor. Y eso que esta, apenas, fue la primera jornada. Faltan ocho todavía. Y dicen que hay tres toneladas de pruebas. Es que nunca se robó tanto durante tanto tiempo. Como dijo el fiscal: “Néstor y Cristina Kirchner, instalaron una de las matrices más extraordinarias de corrupción”.
Ellos fueron los jefes de esa asociación ilícita para robarle el dinero al pueblo mediante obras públicas con sobre precios del 65% de promedio y con la mitad de las rutas que no se terminaron.
Cristina está en el banquillo de los acusados, en forma remota desde el senado. Todo indica que el fiscal va a pedir entre 5 y 16 años de cárcel y que a fin de año, será condenada. Su tropa trata de instalar que se intenta proscribirla para que no pueda presentarse en las próximas elecciones del 2023. Pero eso es mentira. Ella se podrá presentar, sin problemas. Con los tiempos jurídicos que llevan las apelaciones, no hay ninguna posibilidad de que la condena quede firme antes de los comicios. Pero de una condena semejante, es muy difícil volver políticamente. No hay ninguna chance de que alguien no fanático crea en esa falacia del Lawfare. Ella dice que la persiguen porque es una líder revolucionaria a favor de los pobres. Pero la persigue la ley por la cleptocracia colosal que lideró mientras se enriquecía ilícitamente toda su familia, sus secretarios privados, sus amigos, socios, cómplices y testaferros como Lázaro Báez y también varios de sus ministros. Es lo que yo llamo, “El Cártel de los Pingüinos Millonarios”.
Se estudiará en las Facultades de Derecho de todo el mundo la presentación ejemplar que está haciendo el fiscal Diego Luciani. Explicó que esa matriz de corrupción “se convirtió en un comportamiento habitual, en hechos gravísimos y en una organización permanente”. Entre el 2003 y el 2015, Lázaro aumentó su patrimonio en 12.000 % y su empresa Austral, en un 46.000%.
Nunca visto en la historia económica de la Argentina. Nadie en democracia cometió un latrocinio semejante.
Entre las pruebas que aportó la fiscalía se muestra como burlaron todo tipo de controles para “enmascarar los principios de la organización criminal”.
Cristina está en su peor momento y eso que faltan otras causas donde también hay montañas de pruebas y testimonios. Por ejemplo, los cuadernos de las coimas K. Pero además, la desesperación que muestra al atacar a la justicia en general y a la Corte Suprema en particular, habla por sí sola. Se mueve como culpable.
En lo político es la mariscal del fracaso estrepitoso de su gobierno. Apeló a una de las personas que más odia y que más la criticó, como Alberto Fernández que, finalmente, hundió la economía y rompió el país. Ahora tuvo que recurrir a la segunda persona que más odia que es Sergio Massa y tiene que callarse la boca aunque su tropa militante se siente defraudada y desamparada. Está atrapada y sin salida. Implosionó el proyecto y no tiene candidatos propios y taquilleros. Se tuvo que tragar dos sapos inconmensurables: Alberto y Massa.
Está claro que Cristina todavía manda en la coalición de gobierno, pero ya no puede hacer lo que quiera. Está acorralada.
El fiscal Luciani va a responder con datos certeros a esta pregunta clave: ¿Qué objetivos tuvo esa asociación Ilícita, liderada por el matrimonio presidencial?
Estuvo dedicada a “cometer múltiples delitos para sustraer y apoderarse ilegítimamente y de forma deliberada de millonarios fondos públicos”. Dos aclaraciones. Esto que digo es textual del escrito de los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques. Y según el diccionario, los sinónimos de “sustraer” son “afanar, hurtar, robar, birlar”.
¿Quiénes más están acusados? En carácter de organizadores de la asociación ilícita liderada primero por Néstor y luego por Cristina, aparecen Julio de Vido, José López, Carlos Santiago Kirchner y Lázaro, entre otros.
Para ellos el pedido de penas será menor. Hace algunas semanas, con el nervio de la urgencia informativa, pude anticiparle que se venía semejante drama para Cristina.
Estamos ante un hecho de una gravedad institucional inédita. Un verdadero estrépito político. Ya pasaron 70 testigos, 7 peritos y esta es la hora de la verdad. Del juicio y castigo a los culpables de la mayor corrupción de estado que padecimos los argentinos.
Cristina, en su momento, en diciembre del 2019 fue actriz protagónica de un acontecimiento inolvidable. Furiosa con los jueces y los medios, se victimizó en su indagatoria y a los gritos, dijo que la historia ya la había absuelto.
Los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Jiménez Uriburu y Andrés Basso entrarán en la historia. Cristina también quedará en la historia que según ella, ya la absolvió. Pero no es la historia y son los tribunales los que tienen la última palabra. Y la realidad indica que Cristina está cada día más cerca del abismo político y de la cárcel de Ezeiza.