En su habitual columna, el periodista de LN+ contó las causas judiciales que debe afrontar la actual vicepresidenta y qué le depara su futuro
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Cristina está atravesando el peor momento de su vida política. Viene padeciendo un tsunami de pésimas noticias para ella, su hijo Máximo, sus testaferros y para su futuro político. En lenguaje coloquial se podría decir que a Cristina se le viene la noche. El trago más amargo de estas horas son las resoluciones de la Cámara Federal de Casación de mandarla al banquillo de los acusados del juicio oral por dos causas explosivas: Hotesur- Los Sauces y el tenebroso pacto con Irán. El máximo tribunal penal reabrió estos expedientes que habían cerrado con sobreseimientos y en forma insólita, jueces con la camiseta del kirchnerismo.
Hotesur es la empresa hotelera y Los Sauces la inmobiliaria por donde se canalizaron las coimas y el dinero sucio que le robaron al pueblo pobre de la patria. Le resumo en forma muy sencilla el mecanismo criminal que se repitió por años. Los presidentes Néstor y Cristina Kirchner hicieron millonarios desde el gobierno a Lázaro Báez y Cristóbal López con obras públicas y distintos negocios que les otorgaron en forma arbitraria.
Estos muchachos ganaron fortunas con sobreprecios que aceptó el estado y a modo de retorno, le daban su parte del botín a los Kirchner pagando alquileres ficticios por habitaciones que no utilizaban en los hoteles y departamentos que funcionaban como pantalla. La operación delictiva es clarísima y está absolutamente probada. Ahora se hizo justicia frente al mamarracho militante que los había sobreseído entre gallos y medianoche.
Cristina, Máximo, Lázaro y Cristóbal, entre otros, están procesados por asociación ilícita, coimas y lavado. Florencia Kirchner zafó porque los jueces interpretaron que había una relación asimétrica con los padres y el hermano que le hicieron firmar balances y le dieron un cargo directivo donde ella ni pinchaba ni cortaba. Se aprovecharon de su inocencia y juventud. La empujaron al barro de la corrupción. De todos modos, los 5 millones de dólares termosellados que le encontraron a Florencia y que fueron secuestrados, seguirán bajo la tutela judicial.
Pero este durísimo golpe para las intenciones de buscar impunidad de Cristina no fue el único. Los jueces Daniel Petrone y Diego Barroetaveña también reabrieron la causa del tenebroso pacto con Irán. Allí Cristina está acusada de encubrimiento agravado a los criminales iraníes que volaron la AMIA, en el atentado terrorista más grave de la historia argentina que produjo 85 muertos.
Hasta el actual presidente ausente, Alberto Fernández, que ella misma eligió en su momento, dijo que el encubrimiento era el mismo pacto. No está sola Cristina en esta brutal acusación. También figuran dos de sus lugartenientes de más confianza como Carlos Zannini, Oscar Parrilli y Juan Martín Mena, el ex espía y operador judicial de entonces y de la actualidad. Nadie olvida cuando Cristina le ordenó a Parrilli que le exigiera a Mena que saliera a apretar jueces.
Esta decisión histórica de amplia repercusión internacional ilumina y reivindica la figura del fiscal Alberto Nisman que fue asesinado de un tiro en la cabeza horas después de su denuncia televisiva y horas antes de llevar toda la documentación al Congreso de la Nación.
Como corresponde, estos fallos seguramente serán apelados ante la Corte Suprema de Justicia. Pero es casi seguro que Cristina, sin fueros y con su poder reducido, el año que viene tenga que afrontar estos dos juicios orales. Además de los jueces de la casación, hay que destacar los trabajos rigurosos e independientes en su momento de los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques y en los últimos años de Diego Velasco, Mario Villar y Marcelo Colombo.
La diputada Margarita Stolbizer inició la causa Hotesur hace 9 años y Cristina no la perdonó nunca. Le ordenó a su mayordomo Parrilitudo que embocara a Sergio Massa, actual candidato a presidente de Cristina, y a quien era su socia política de entonces, Margarita Stolbizer a quien acusa de ser “mala, loca e hija de puta”.
Cristina jamás exhibió semejante debilidad. Su jueza militante, Ana María Figueroa fue jubilada por la Corte Suprema. Su cuñada Alicia Kirchner perdió las elecciones a gobernador en Santa Cruz que es la cuna del chavismo “K” y su hija, Romina Mercado, también está procesada en la causa de las coimas y retornos por los alquileres fantasmas.
Este domingo, uno de los operadores más fieles a Cristina como Jorge Capitanich recibió una paliza electoral y dejará de ser el señor feudal del Chaco. En las elecciones primarias, el peronismo tuvo el peor resultado de su historia y quedó en tercer lugar. Está peleada y no se habla con Alberto Fernández, el presidente decorativo que ella eligió con su dedo y un tuit y que no le pudo garantizar la impunidad que le había prometido.
La justicia norteamericana obligó a pagar 16 mil millones de dólares por la presunta picardía revolucionaria en YPF que se mandaron Axel Kicillof y Cristina. Hay que sumar diez mil más entre lo que se pagó a Repsol y los intereses y la suma llega a 26 mil millones de dólares. Estaba todo estudiado, dijo el chiquitín y trató de tarados a los que lo cuestionaban y ahora debe hacerse cargo de esa deuda monumental.
Esta catarata de malas nuevas para Cristina tal vez comenzó cuando la condenaron a 6 años de prisión en la causa Vialidad que está tan vinculada a Hotesur- Los Sauces. A la vicepresidenta le dieron esa pena por el delito de fraude a la administración pública y Lázaro Báez también fue condenado. Se robaron 80 mil millones de pesos de esa época. En todas las estafas de la cleptocracia que instalaron Cristina y Néstor están involucrados más o menos los mismos personajes nefastos. Es lo que yo llamo el Cartel de los Pingüinos Millonarios Enriquecido Ilícitamente. Los fiscales apelaron la causa Vialidad y pidieron más años de prisión para ambos por asociación ilícita. Cristina denuncia persecución política, pero solo la persigue el código penal por haber liderado el plan sistemático de corrupción más grande de la historia democrática. Aunque ella se burle y diga que está condenada con tono irónico.
Y como si todo esto fuera poco, todavía le queda a Cristina el juicio por corrupción más grave de todos los tiempos: los cuadernos de las coimas K donde hay 159 acusados con ella, Julio de Vido y Roberto Baratta a la cabeza.
Sin dudas que el futuro próximo de Cristina es una prisión domiciliaria con tobillera electrónica incluida. Está atrapada sin salida y se le viene la noche. Es la persona que más daño le hizo a la Argentina. Por eso, simultáneamente para la justicia y la República amanece que no es poco.