Se mueve con frescura, pero tiene carácter y determinación. Es de las que alza la voz y dice lo que piensa. Valentina Zenere trabaja desde los 13 años –cuando debutó en la pantalla chica con Casi Ángeles–, pero la fama internacional y el título de platino lo consiguió en Soy Luna como chica Disney. A los 22, convertida en una mujer de esas que es imposible no mirar, sueña a lo grande. En lo real y tangible, quiere llegar a Hollywood. En la dimensión virtual, ya cuenta con unos 5,9 millones de seguidores en Instagram. Los colosos de la moda, como Chanel y Tommy Hilfiger, la eligen como protagonista de sus eventos. Pero ella, asegura: "Creo que soy la misma Valentina de siempre, sólo que después de luchar y trabajar mucho tiempo por mis sueños, están llegando los frutos".
¿Qué es lo que atrae de mí? Creo que la seguridad con la que me muestro. Confío en mí y no paro hasta conseguir lo que quiero"
Siempre supe que quería ser actriz, lo tengo muy claro desde que soy chica y, por mi forma de ser, no podría estar haciendo algo por compromiso
–Valentina, tu nombre, deriva de valiente y vigorosa…
–Sí, yo me considero valiente porque nunca tuve miedo a hacer lo que tenía ganas, confío en mi instinto. Si tuviera que describirme, puedo decir que sé escuchar. Pero tengo pocos amigos de verdad. Necesito entrar en confianza, no me doy fácilmente con todo el mundo.
–¿Vivís sola?
–Todavía no, vivo con mis padres. El deseo de irme está, pero como estuve de gira mucho tiempo, no tenía demasiado sentido mudarme. Ahora me vendría bien estar un poco sola para ver cómo resuelvo muchas cosas que hoy hacen mis padres por mí. Mamá me ayuda a ordenar todo: desde la mi agenda hasta el vestidor. [Se ríe]. Papá se encarga de administrar la plata que gano y mi hermana es la que me baja a la tierra, mi confidente. Su opinión es fundamental para mí. Siento que los cuatro formamos un gran equipo.
–Tu padre es contador y tu mamá, abogada. ¿En algún momento pensaste en estudiar una carrera tradicional?
–Jamás. Siempre supe que quería ser actriz, lo tengo muy claro desde que soy chica. No podría estar haciendo algo por compromiso. Si no me gusta, no le doy espacio. Siempre me dejaron ser libre y me dieron el mejor consejo: "Seguí tus sueños y luchá para que se cumplan".
–¿Cómo te organizás con la plata?
–Soy cero amarreta conmigo y con los demás. Por suerte, lo tengo a papá que me ayuda a administrarme y ahorrar.
–¿Llevás una vida muy diferente de la de tus amigas?
–Bastante. Por mis compromisos, es difícil congeniar con los planes de ellas. Me suelo perder varias cosas porque con mi trabajo soy la que menos vacaciones tiene o hasta último momento nunca sé si me voy a poder sumar. Pero, más allá de eso, llevo la misma vida de siempre…
–¿Qué significa ser exitosa para vos?
–Estar feliz. Si estás bien con vos mismo, podés estar bien con todo lo demás, ya sea a nivel personal y laboral. Vinimos y nos vamos solos, así que si no te amás y no sos feliz con vos mismo, nada te puede asegurar la felicidad real.
–Y a vos, ¿qué te hace feliz?
–Trabajar. Si no tengo un guión, una campaña, una producción o algo para hacer me desespero, me pongo mal.
–¿Cómo fue atravesar el final de Soy Luna?
–Cuando estaba terminando la gira de Soy Luna, tuve una crisis. Me daba vértigo no tener un nuevo contrato, ni nada claro por delante. Pero hasta que no terminaba con eso no podía comprometerme. Me costó darme cuenta de que necesitaba vacaciones, estaba muy cansada. Cuando me fui de viaje y me desconecté, pude relajarme y surgieron proyectos nuevos. En algún momento, me gustaría volver a formar parte del universo Disney.
–¿Qué es lo mejor y lo peor de ser conocida?
–Está bueno que te reconozcan por tu trabajo y valoren lo que hacés. Pero lo peor de esta profesión es que cuesta mucho desconectar, porque cuando salís a la calle te siguen observando. Y no siempre tenés ganas de que te estén mirando.
–¿La fama te jugó alguna mala pasada?
–Una vez me sacaron fotos tomando sol en la playa mientras estaba de vacaciones y después, cuando vi las fotos publicadas, me dio vergüenza verme tirada en la arena con la parte de arriba del bikini desprendida. Todavía no soy consciente de todo lo que me pasa. Sé que tengo mucha responsabilidad a la hora de subir algo a mis redes sociales, pero no por eso dejo de ser auténtica.
–¿Cómo te plantás frente a las críticas y la agresión de las redes sociales?
–Trato de ni leer esas cosas. Sé que los haters son parte de esto, es muy fácil agredir a través de una pantalla, pero no les doy importancia. Me duele si la agresión viene por parte de alguien que yo conozca.
SE DICE DE MÍ…
–¿Qué creés que es lo que atrae de vos?
–Creo que la seguridad con la que me muestro, soy muy frontal, transparente. Confío en mí y no paro hasta conseguir lo que quiero. Creo que eso se nota y es algo positivo. En este momento estoy en una etapa de crecimiento, haciendo mi propio camino.
–¿Quién te inspira?
–Mi mamá. Es una luchadora y jamás se le borra la sonrisa. ¡Es mi ídola!
–¿En qué te reconocés "muy mujer?
–Siempre defiendo a las mujeres antes que nada y frente a todos. Me identifico con el feminismo y me emociona la sororidad.
LOS CAMINOS DEL AMOR
–¿Tenés novio?
–Sí, y soy celosa y muy pasional. Cuando me enamoro, amo con locura y doy todo por la otra persona. Y me ocupo para que sea feliz. Lo veo a Marcos [Depietri, 22 años; fueron compañeros de colegio en el Godspell de Tortuguitas], mi novio, que estudia Administración de Empresas y a la vez trabaja con su marca de ropa y me llena de orgullo. Admiro su espíritu emprendedor.
–Leí que estuvieron dos años separados. ¿Cómo vivís esta segunda vuelta?
–Nos pusimos de novios a los 15, después nos separamos y hace casi un año volvimos con todo. Nos conocemos mucho, nos rencontramos más maduros y eso nos permite volver a proyectar.
–¿Soñas con ser madre?
–Sí, y me encantaría ser una madre joven. Hoy siento que los 26 podría ser una buena edad.
–¿Sos de hacer planes a largo plazo?
–Mi sueño es llegar a Hollywood y hoy apunto a eso. Ahora sigo pensando en irme a trabajar al exterior. Me pongo metas y objetivos todo el tiempo porque me marcan un camino.
Producción: Sergio Bárbaro. Estilismo: Joaquín Díaz. Peinado: Facundo Solís con productos Schwarzkopf. Maquillaje: Melisa Sklar para Frumboli Estudio con productos Lancôme. Agradecimientos: Pandora, Sarkany, María Gorof y muy especialmente a Hygge Home Hotel Boutique (www.hyggehome.com.ar) por la locación
VALENTINA POR VALENTINA
–¿Un lugar en el mundo? Islas Maldivas.
–¿Un aroma? El perfume de mi novio, 212 de Carolina Herrera.
–¿Una virtud? Saber escuchar y aconsejar.
–¿Un defecto? Me enojo con facilidad.
–¿Un recuerdo imborrable? Todo lo que viví con Soy Luna.
–No me gusta la gente que… miente.
–Siempre me hace sonreír… el amor.
–Lo que más me gusta de mi cuerpo…Mis ojos.
–Lo que menos me gusta… Mi panza.
–¿Un miedo? No tener una meta por delante.
–¿En qué creés? En Dios y en la ley de la atracción.
–¿Un TOC? La perfección.
–¿La última vez que lloraste? La semana pasada porque me dolía mucho el estómago.
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