¿Y qué es lo que hacen ellos cuando nosotras no estamos?
Un par de veces me pasó al revés: fui yo la que tuve que viajar por trabajo y dejé a mi marido a cargo de todo. Es cierto; desaparecer de mi casa un par de días me parecía un buen plan para que él definitivamente me valorase. Que tuviera que vivir en carne propia lo sacrificado que es llevar un hogar adelante, lo difícil que es mantenerlo ordenado y la cantidad de variables que hay que tener en cuenta para que todo funcione.
El tema es que después de pensar todo eso, cuando volvía de mi viaje, la estrategia se frustraba: la casa estaba más impoluta que nunca.
"¿Cómo hace?", me preguntaba, y la respuesta era simple: ¡no hace nada!
Tengo la sensación de que cuando un hombre se queda solo en su casa, se ancla en el sillón a ver todos esos programas, series y películas que no puede ver nunca tranquilo. O hace ese zapping con criterio inentendible para una mujer. O mira con libertad los videitos guarangos que le mandan sus amigos al celular, o stalkea con furia las redes sociales analizando anatomías femeninas.
También puede decidir tirarse en la cama, y no moverse de ahí más que para ir al baño. Y cuando va al baño, puede que se quede hoooras y hoooras disfrutando de que nadie lo apure, de que nadie quiera ocupar su lugar, de que nadie lo juzgue por las "expresiones de su cuerpo" (para decirlo finamente).
En fin. Creo que un hombre que se queda solo en su casa hace cualquier actividad que no requiera demasiado esfuerzo. Incluso para comer, seguramente la mayoría se hierva algunos fideos o se haga panchos. Otra posibilidad es que se pidan delivery y lo coman en todos esos lugares de la casa que están vedados para ingerir alimentos cuando la familia está presente (sillones, camas y etcéteras). O incluso puede que le pida a algún amigo o "amiga" (¡ay, no!) que lo acompañe a comer afuera. Todo eso creo que hacen ellos cuando nosotras no estamos.
En el caso de las mujeres, en cambio, si por alguna razón nos quedamos en casa lejos de la familia, tomaríamos la cosa de manera un poco distinta, creo...
Digo, seguramente, nos pondríamos a ordenar armarios, cajones, alacenas; seleccionaríamos lo que es para tirar o tomaríamos la precaución de preparar cosas que podemos llegar a necesitar en el futuro. Es que nosotras necesitamos hacer, ocuparnos, hacernos cargo de cosas.
En definitiva, no creo que el hombre haga nada en especial cuando se queda solo en su casa. Y eso, la verdad, me da un poquito de envidia.
La autora es comediante y locutora; actualmente está al frente del stand up Cosa de minas, los jueves,en el Velma Café