Y un día todos se dieron cuenta del valor de entrenar: a moverse en casa
Llevo años pregonando sobre las bondades del ejercicio físico. Sobre cómo ayuda no solo al estado exterior sino a la salud y la calidad de vida. Pero recién ahora, con una pandemia en el mundo, veo cómo se aprecia la importancia de esto. Hoy abro mis redes y no hay entrenador que no se haya sumado a las clases online o en vivo, ni usuario que no quiera subir un video o foto de su rutina una vez cumplida. Encerrados y aislados, muchos encuentran en el entrenamiento un cable a tierra insuperable.
Qué cosa más humana esta de valorar las cosas cuando se están por perder, ¿no? Y si bien nunca es tarde, lo mejor es ser previsor. Entrenar no se trata de la cola parada, sino de que cuando llegue un virus y una pandemia, o también un cáncer, una diabetes o una enfermedad autoinmune, te agarre con el cuerpo fuerte y preparado. Que te encuentre con el sistema inmunológico listo para defenderse.
Además, un buen entrenamiento puede mantener a raya la depresión y fortalecer tu autoestima, cuestiones vitales en estos días de aislamiento que muchos deben transitar solos. Porque el miedo y la angustia son emociones, pero no sistemas de vida, y por ende se pueden combatir. La autoestima es la piedra angular de la personalidad, y es muy importante tenerla fuerte, en especial en estos tiempos.
Si todavía no te sumaste al enorme grupo que empezó a desperezarse y moverse en su casa, el momento es hoy. Sacate el pijama, ponete las zapatillas, elegí algo de música y buscá alguna cuenta que te inspire. Incluso podés encontrar pesas en los elementos más domésticos, como un bidón de agua o un zapallo. Dejar que tu salud se siga deteriorando en este contexto es casi un crimen, como entregarte a la enfermedad. Si podés hacer algo para aminorar el golpe, ¿por qué no implementarlo? Es casi necio no hacerlo.
Si bien este es mi trabajo diario, en casa decidimos poner manos a la obra en plan familiar, y en mis videos de ejercicios en Instagram (@daniel.tangona) vas a verme entrenar con mi mujer, Gaby, y mi hijo Francisco. Ambos entendieron la importancia del mensaje, y encuentran en ese tiempo de ejercicio diario un alivio a la rutina, el encierro y la incertidumbre que nos rodea.
Una frase muy conocida dice que "esto también pasará". Y es cierto. Aunque claro, tendrá sus enormes secuelas. De nosotros depende que las más positivas tengan que ver con un cambio radical en la forma de pensar de la humanidad. Que este freno forzoso que seguramente habrá enfrentado a muchos con el dolor de encontrarse consigo mismos sirva para volver a apreciar la importancia de lo cotidiano. Que lo que vale son los bienes intangibles, como ese abrazo a tu mamá, ese café con tu mejor amigo o esa caminata por el parque que siempre diste por sentada.
Cuatro libros para mantener la mente en movimiento
- Ejercicios desaconsejados en la actividad física - Pedro Ángel López Miñarro
- Heart Talk. El corazón habla - Cleo Wade
- El optimismo que hay en ti - Jessica J. Lockhart
- Felicidad, ¿dónde estás? - Fernando Evangelisti