Mientras que el universo del turismo y de las producciones cinematográficas siempre estuvo íntimamente conectado (quizá, las visitas a los sets de filmación de Star Wars fueron uno de los primeros "fan tours" de la industria), también es verdad que con series como Downton Abbey , Game of Thrones o Outlander esto se potenció y amplificó. Al punto en que inauguraron todo un negocio alrededor de la curiosidad de los fanáticos por conocer dónde se filmaron sus shows favoritos. Algo similar sucedió con la serie que, a finales de marzo, estrenó Netflix: "Poco ortodoxa". Conquistar a millones de espectadores despertó el interés en el estilo de vida de un barrio en particular de Brooklyn : Williamsburg. De moda durante los últimos años, bien vale un recorrido (por ahora solo virtual) con una mirada diferente.
Coordenadas dentro de la efervescencia de Brooklyn
A tan solo 40 minutos de Manhattan y delimitado por Greenpoint (norte) Bedford y Stuyvesant (sur), Bushwick y East Williamsburg (este) East River (oeste), a lo largo de las últimas décadas Williamsburg se transformó en una visita obligada para los turistas.
Logrando una combinación excitante entre lo viejo y lo moderno, lo tradicional y lo disruptivo, reformulando sus edificios con reminiscencias industriales, con una población muy diversa y epicentro de muchísimos movimientos artísticos, el barrio consiguió el estatus de "Little Berlín" gracias a ese crisol cultural que define su ADN.
Mientras que los primeros documentos sobre la zona datan en 1638 (cuando una empresa holandesa compró las tierras a la comunidad nativonorteamericana que allí vivía), en su historia hay dos fechas que marcaron el ritmo del barrio:
- La primera es 1898 cuando Brooklyn fue reconocido como uno de los distritos de Nueva York, hecho que desembocó en la construcción del Williamsburg Bridge en 1903 y conectó de manera definitiva al barrio con Manhattan. Pero también impulsó una migración importante al presentarse como una opción mucho más barata para vivir (debido a los alquileres bajos) y fue esa la razón de por qué comunidades enteras lo eligieron como el lugar para establecerse.
- La segunda es alrededor de la década de los '90 cuando grandes grupos de estudiantes y artistas se mudaron a la zona tras la búsqueda de un estilo de vida más económico. Esto marcó el inicio del ritmo que definiría la cultura del Williamsburg: semillero artístico, movimientos jóvenes y una gran vida nocturna.
Qué no podés dejar de visitar
- Si visitás en verano, no dejes de probar los helados de OddFellows Ice Cream. Con un fuerte foco en el proceso artesanal, van a poder disfrutar de un helado cremoso que va desde los sabores clásicos hasta algunas invenciones de autor solo aptas para los aventureros.
- Recorré el The City Reliquary. Se trata de un museo bastante atípico que combina exhibiciones permanentes (elementos que funcionan como un recorrido en la historia del barrio) con otras que parecen sacadas de la mente del guionista Bryan Fuller (como, por ejemplo, "Keep Your Eye On The Donut").
- Así como Nueva York es reconocido mundialmente por sus espacios verdes y puentes, en Williamsburg también se encuentra esa característica. Ya sea recorrer el McCarren Park y visitar sus piletas públicas, como cruzar en bici el Williamsburg Bridge para disfrutar del día y paisajes increíbles.
- Gracias a la movida artística de Williamsburg, el barrio tiene muchísimas tiendas en donde ver y comprar arte local, objetos antiguos o de diseño, así como ropa vintage. Con precios que varían muchísimo, la clave siempre es la misma: caminar, recorrer y visitar.
El arribo de la comunidad Satmer
La protagonista de Poco ortodoxa pertenece a la comunidad Satmer, un grupo que hoy está conformado por más de 57.000 habitantes y que migró a esta zona durante los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Pero fue durante finales de la década del 40 y principios del 50 que Williamsburg se transformó en el hogar de muchísimos sobrevivientes del Holocausto y, en una gran mayoría, comunidades que provenían de zonas rurales de Hungría y Rumania.
Esty forma parte de una comunidad ortodoxa que se llama Satmer, que es un grupo jasídico muy cerrado. Este grupo fue casi totalmente aniquilado durante el Holocausto. Eso explica bien el encierro
Impulsados por el enorme crecimiento del barrio, durante la década de los 90 muchas fábricas y viejos almacenes fueron renovados y convertidos en departamentos para la comunidad. Espacio que, hasta el presente, se mantienen como el principal hogar de las familias judías y que en la serie podemos conocer bien de cerca.
El hogar de otros grupos étnicos
Junto a la comunidad Satmar, otros tres grandes grupos étnicos marcaron la identidad de Williamsburg: italianos (en su mayoría, provenientes del norte de Italia ), puertorriqueños y dominicanos (quienes conforman el 27% de la población local).
Provenientes de diferentes olas migratorias que iniciaron, en su gran mayoría, durante la Segunda Guerra Mundial, también dejaron su huella en la cultura del barrio. Ya sea con celebraciones o instituciones, son varias las experiencias que no se pueden perder:
- Durante dos semanas en el verano se festeja "Festa dei Gigli" en honor a San Paulino de Nola, obispo de Nola en el siglo V. Una procesión multitudinaria que incluye bandas y cantantes en vivo, así como una estatua honorífica de 30 metros de altura que recorre las calles del barrio.
- El tercer domingo de junio la comunidad puertorriqueña festeja el Día de Puerto Rico, un evento que nació para luchar contra la segregación que la comunidad sufrió al llegar a la ciudad. Música, trajes regionales y un desfile repleto de color,
- Además se pueden visitar varios clubes que nacieron como punto de encuentro para las comunidades y, mientras hoy mantienen su misión, también se transforman en toda una curiosidad para los turistas. Caribbean Social Club (fundado en 1979, mantiene su look original y fue el centro del documental "Toñita's"), "El Puente" Community Center (el cual funciona desde 1982 y, en su origen, buscó reunir a líderes de la comunidad para luchar contra la violencia en el barrio) o la tienda de música San German.
Un lugar donde el arte se respira y vive en todas sus esquinas
La búsqueda de alquileres más baratos fue una tendencia que marcó, a lo largo de su historia, a Williamsburg. Convirtiéndose en la primera razón por la cual las diferentes comunidades se mudaban a la zona, también es el motivo por el cual hoy en día la están dejando (se calcula que hoy un alquiler de un monoambiente ronda entre los 1.400 y 2.000 dólares al mes).
Sin embargo esto no frenó la proliferación de artistas y movimientos culturales que, iniciando en los 70 y 80, hoy se resignifican y están más presentes que nunca.
- La música en vivo es, sin dudas, una de las expresiones artísticas más populares dentro del barrio. Encontrando su epicentro en la estación de subte de Bedford Avenue, este es el escenario para músicos del underground urbano y performances callejeras.
- También existe una gran movida alrededor del teatro alternativo. Ya sea en espacios públicos en donde se desarrollan micro teatros o lugares ya de renombre como The Brick Theater y Charlie Pineapple Theater.
- Por último, Williamsburg rápidamente se convirtió en la meca de la cultura hipster. Muy cerca y bien conectado con Manhattan, con una fuerte corriente artística y esa combinación de lo vintage con lo citadino moderno, esta subcultura que se centra en el estilo, autenticidad y singularidad encontró en las calles de este barrio un ecosistema perfecto.
De la realidad a la ficción
Durante el proceso de preproducción el equipo detrás de Poco ortodoxa realizó dos viajes de investigación a Williamsburg y la filmación inicio en 2019 en Nueva York, para después trasladarse a Berlín.
Pero mientras que los exteriores de la serie son, efectivamente, en las calles del barrio de Brooklyn, todos los interiores son decorados construidos por Silke Fischer en CCC Filmstudios (Eiswerder, Alemania). A los cuales se sumaron una rectoría en Reinickendorf (un distrito en Berlín), un salón de baile palestino en Moabit (Mitte) y el museo de instrumentos musicales de la Filarmónica.
Qué tenés que saber sobre "Poco ortodoxa"
Con una temporada de tan solo cuatro episodios, esta miniserie germano-estadounidense está inspirada en la historia real de Deborah Feldman y toma su libro, "Unorthodox: The Scandalous Rejection of My Hasidic Roots", como base para crear sus guiones.
La ficción se centra en Esty, una joven de 19 años que decide escapar de su matrimonio arreglado y de la comunidad ultraortodoxa Satmar. La historia es contada a partir de dos líneas narrativas: conocemos su pasado (historia familiar, casamiento y dificultades matrimoniales) y su presente (huida a Berlín, su reconexión con su madre, el inicio de su carrera artística y la búsqueda por parte de su marido). Convirtiéndose así en un relato sumamente movilizador que, además, trabaja otros temas como las dificultades actuales que vive la comunidad judía en Alemania.
- Dónde mirarla: Poco ortodoxa ya está disponible en Netflix y su temporada tiene cuatro episodios de una hora de duración.
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