Vuel Villa / Cómo ver la obra

Xul Solar, pintor, inventor de lenguajes y astrólogo (entre otras cosas), fue un notable conocedor de las teorías teosóficas y antroposóficas de la cábala, la alquimia y la historia de las religiones. Su pintura se fundó en esos conocimientos y ésa es la clave para interpretar Vuel Villa, una ciudad voladora, representada con imaginación, humor y notable riqueza plástica.

En el cuadro, Vuel Villa flota en el espacio frente a la costa, cerca de una ciudad terrestre. La sostienen globos aerostáticos y la impulsan hélices accionadas por motores que despiden densas humaredas. Sobre la cubierta se erigen extraños edificios, chimeneas y aparatos.

En las terrazas y los miradores de la ciudad terrestre, algunos habitantes observan la insólita aparición.

Muchas veces, en sus visiones místicas, Xul escribió sobre urbes esotéricas, utópicas, ajenas a las conocidas versiones catastróficas y apocalípticas. En uno de esos textos delineó los rasgos de una ciudad "que cualquier día podría presentarse sobre el horizonte, asomarse entre las nubes", como si navegara por los aires. En el mismo relato, el pintor cita un párrafo del Apocalipsis en el que Juan dice: Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, descender del cielo por la mano de Dios, compuesta, como una novia engalanada para su esposo. Xul imaginaba que Vuel Villa sería un centro móvil de cultura de imprevisibles perspectivas.

Este autor, una de las personalidades más sobresalientes del arte latinoamericano del siglo XX, pintó casi exclusivamente sus visiones místicas. Creó una obra pletórica de poesía, esotérica, refractaria a lo racional. No fueron ajenas a sus intereses la doctrina del progreso espiritual y la promesa de la reencarnación, que florecían en la época de su juventud como antídoto para el positivismo y el materialismo.

Datos útiles

• Año: 1936

• Técnica: acuarela sobre papel

• Medidas: 34 cm x 40 cm

• Dónde encontrarlo: Museo Xul Solar, Laprida 1212; 4821 - 5378

Xul Solar

(1887-1963) Argentino, se instaló en Europa en 1913. Dos años más tarde se encuentra con Emilio Pettoruti. Retornan

juntos al país en 1924 con sus obras, que provocan escándalos y rechazos. Así, se inaugura el período de la modernidad artística en el país. En el Museo Xul Solar, donde se conservan su vivienda, taller y biblioteca, se exhiben sus pinturas y objetos

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