Junto a su esposa y sus tres hijos, diagnosticados con autismo, emigró a Alcalá de Henares y en plena pandemia logró reinventarse; hoy tiene su propia empresa, escribió un libro e inspira a otros.
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“Tenemos hijos hermosos que no cambiaría por nada del mundo. Creo que soy uno de los tipos más afortunados de la tierra”, quien lo dice es Lucas Berga, orgulloso padre de tres niños que, años atrás, fueron diagnosticados con diversos tipos de trastornos del espectro autista (TEA).
Desde su hogar en Alcalá de Henares, en las cercanías de Madrid, el argentino contempla su vida, tantas veces desafiante, y sonríe: atrás quedó el hiriente bullying sufrido en su infancia, la depresión, el desempleo angustiante, la lucha por una mejor vida para sus hijos. Sin dudas, su travesía fue rocosa, la desesperación supo ser compañera en el camino, pero, finalmente, junto a su mujer supo hallar su rincón de paz.
España en la mira: “Teniendo tres hijos con discapacidad, el sistema de salud argentino nos estaba lastimando”
Veintiséis años atrás, Lucas y su mujer, Egle, se enamoraron siendo muy jóvenes y decidieron construir un mundo de a dos en Argentina; por entonces, España no cabía en sus planes. Se casaron en 2003 y en 2006 nació su primer hijo, Tiziano. Apenas tenía tres meses, cuando recibieron la noticia de que Nazareno estaba en camino. La alegría fue inmensa hasta que Egle sufrió una infección que desencadenó en un parto prematuro a las 30 semanas. El pequeño Naza estuvo 45 días en terapia intensiva neonatológica y sobrevivió.
Con el paso del tiempo, el matrimonio comenzó a notar comportamientos extraños en su segundo hijo y, tras recorrer varios consultorios médicos, le diagnosticaron TGD (trastorno generalizado del desarrollo) y parálisis cerebral, consecuencia del parto prematuro.
“Allí comenzó nuestra batalla con la obra social para obtener los tratamientos y certificado de discapacidad”, cuenta Lucas. “Y cuando ya estábamos encaminados con Naza, desde el jardín de Tiziano nos llamaron la atención por su conducta. Tiempo después fue diagnosticado con síndrome de Asperger, otra variante del autismo. Ya con un poco de entrenamiento, gestionamos la estructura de tratamientos y profesionales”.
Los diagnósticos trajeron cambios de vida sinuosos, signados por mudanzas y una reorientación laboral a fin de crear una dinámica que les permitiera pasar mayor tiempo en casa. El impacto emocional había sido intenso, inesperado, pero, de a poco, el matrimonio encontró la armonía, que les dio coraje para buscar a su tercer hijo.
“Los chicos ya tenían 7 y 8 años y, después de haber hecho estudios, nos dijeron que era muy improbable tener otro hijo con autismo. Así llegó Marco a nuestras vidas. A pesar de todos los pronósticos favorables, en él también comenzamos a notar los mismos patrones de conducta, pero en su caso empezamos antes con el tratamiento y se nota la diferencia”.
España se asomó por primera vez en sus vidas en el 2015, cuando supieron de una operación que podía ayudar a Nazareno a mejorar su calidad de vida: su parálisis apenas le permitía caminar. Sin recursos suficientes, traspiés laborales y con una obra social ausente, el matrimonio organizó festivales y rifas a fin de concretar el viaje. A su llegada, el país ibérico los encandiló, tanto por su belleza como por su atención en temas de discapacidad. A la Argentina regresaron con la llamita de emigrar encendida.
“La decisión de irnos de Argentina fue motivada en gran medida por la enorme diferencia en la calidad del sistema de salud que hay hoy en día entre los dos países; teniendo tres hijos con discapacidad, el sistema de salud argentino nos estaba lastimando”, asegura. “Trabajábamos entre 12 y 13 horas por día, más los tratamientos y traslados de los chicos, sin vacaciones y sin descansar los fines de semana porque, de lo contrario, no llegábamos a pagar lo básico: salud, educación, techo y comida”.
Irse dolió, pero el argentino, que había atravesado varias instancias complejas desde su infancia, supo que era tiempo de un cambio radical. A los abuelos les costó aceptar la decisión, pero, finalmente, lograron entender. Corría el año 2019, cuando España les dio la bienvenida, apenas unos meses antes del inicio de la pandemia COVID que revolucionaría al mundo.
Una pandemia impredecible: ¿Irse fue en vano?
La llegada fue agridulce, colmada de incertidumbre. Arribaron en diciembre de 2019 y la pandemia los sorprendió antes de que pudieran aclimatarse y construir una rutina. Aislados en una cuarentena obligatoria, de pronto, el matrimonio temió haber dejado todo atrás en vano: “Habíamos vendido nuestras cosas, dado de baja los servicios y renunciado a nuestros trabajos. No había realmente a dónde volver”.
Pero Alcalá de Henares, una ciudad antiquísima al noreste de Madrid, les sonrió de la mano de su belleza singular y su historia. A pesar de sus temores, fue el respeto reinante, el orden, las reglas claras, y la sensación de habitar en un gran museo al aire libre, lo que alentó a la pareja a mantener sus esperanzas y no rendirse.
“Esta ciudad fue fundada por los romanos, y supo ser hogar de los reyes de España en el 1490, también es el lugar donde nació Cervantes. Tiene edificios viejísimos y al mismo tiempo es una urbe muy moderna en pleno crecimiento. Algo que me asombró desde la primera vez que vinimos fue el respeto y el cuidado que hay por el patrimonio y la historia. Me impactó el orden general y lo educada que es la gente aquí. Se vive a otro ritmo, sin la urgencia y sin esa sensación de paranoia que tenemos en Buenos Aires, donde no se puede caminar tranquilo por la calle. Acá se puede pasear a las dos de la mañana con tu celular en la mano sin miedo”.
“En España podés manejar un alta gama si querés, es más una cuestión de querer que de poder”
Lucas y Egle habían llegado con cinco valijas y lo puesto. Durante las primeras semanas se instalaron en la casa de una amiga, hasta que consiguieron alquilar un departamento. Confinados, ambos comprendieron que para salir adelante no debían aguardar a ser contratados, sino tomar sus conocimientos, salir tras la búsqueda de oportunidades y emprender.
Ella, fuerte y pujante, pronto logró reactivar sus actividades como profesora de inglés, y él, creativo, montó su propia empresa de producción de videos y fotografía, un canal de YouTube y escribió un libro – A prueba de todo - basado en su camino de vida, marcado por una infancia atormentada por el acoso escolar, un accidente que lo llevó al límite, su caída en la depresión, ser padre de tres hijos con discapacidad, y el coraje de cambiar de vida y ser feliz a pesar de todo. Poco a poco, en España, la vida había comenzado a fluir por un buen cauce.
“Si sos una persona despierta y con ganas de trabajar hay muchísimas oportunidades, el entorno español es muy poco hostil para hacer negocios. Si bien la gran mayoría está muy cómoda con sus empleos porque `llegan a fin de mes´, el que tiene inquietud de emprender puede crecer mucho, es un entorno con reglas claras, previsible y sin inflación, todos factores que potencian las posibilidades del emprendedor”, manifiesta. “Considero que la calidad de vida es altísima, incluso siendo fontanero o albañil se puede disfrutar de la casa propia o manejar un auto alta gama si querés, es más una cuestión de querer que de poder”.
“También creo que la calidad y la variedad de alimentos es muy superior a lo que se puede encontrar en Argentina al alcance de la gente menos pudiente, acá no es un lujo comer mariscos o pulpo, o desayunar con almendras o frutos del bosque, comer carne o incluso ir a bares a charlar con un amigo o cenar afuera. Cualquier pareja que tenga trabajo puede darse esos `lujos´”.
Calidad humana: “España siente por Hispanoamérica mucho más cariño del que se siente en nuestro continente por ellos”
De los cinco, quienes más rápido se adaptaron fueron sus hijos. Mientras Lucas y su mujer batallaban por encontrar el sendero correcto, los chicos hallaron en su nuevo entorno un lugar que les brindó una armonía inédita. En un año y medio formaron amistades, lograron excelentes resultados académicos y el más pequeño, Marco, adoptó las expresiones locales.
“Tiene un acento castizo marcadísimo y utiliza todas las palabras bien españolas como el `alaaa´ `podéis´ `ayudadme´ y más”, ríe Lucas. “Mis hijos tienen su grupo de pertenencia y eso es muchísimo hablando de chicos con discapacidad, que están cursando en escuelas públicas con niños `normales´. Lo más importante para nosotros es su felicidad”.
Para Lucas, sin embargo, la mayor sorpresa llegó de la mano de la gente. Gracias a su canal de YouTube, tuvo la oportunidad de conocer personas de todos los rincones de España y otros países, que, a modo de agradecimiento, le envían cajas con regalos, juguetes y hasta comidas típicas de su tierra: “¡Me han regalado jamones de bellota! Y un suscriptor me envió un equipo completo de chaqueta, casco y guantes para la moto”.
“El pueblo español es muy generoso y tiene un sentido de hermandad y pertenencia con los países hispanos en general, pero en especial con Argentina, porque los ayudamos en la época de la guerra civil española. España siente por Hispanoamérica mucho más cariño del que se siente en nuestro continente por ellos y eso es algo palpable en el trato diario. Hoy en día estoy utilizando mi canal para dar difusión a muchas causas de gente que necesita ayuda y la respuesta es impresionante”, agrega.
Volver a empezar después de los cuarenta es posible
Al repasar su historia, Lucas agradece las nuevas oportunidades que le obsequió la vida. Hoy comprende más que nunca que volver a empezar después de los cuarenta, en familia, es posible; que Argentina es su patria, pero que España es su segunda casa, la casa de sus abuelos y la casa de sus hijos.
“Mi experiencia me enseñó que mi familia es un equipo. Creo que aprendí a dejarme ayudar, a ser paciente, a confiar más en la gente, también aprendí que soy capaz de mucho más de lo que creía. Entendí que mi propósito en la vida es ayudar a los demás y el medio que encontré para eso es expresarme a través de la palabra, el video, la música y la fotografía”, dice Lucas, quien asimismo está culminando un disco de canciones de rock en español para chicos y cuyo canal de YouTube suma más de 13 mil miembros y sigue en alza.
“Mi esposa también ha crecido muchísimo, la veo más segura, tranquila; en España nuestra pareja se fortaleció y sentimos que llegó la hora de empezar a devolver todo lo bueno que nos ha dado la vida”, concluye con una gran sonrisa.
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Destinos Inesperados es una sección que invita a explorar diversos rincones del planeta para ampliar nuestra mirada sobre las culturas en el mundo. Propone ahondar en los motivos, sentimientos y las emociones de aquellos que deciden elegir un nuevo camino. Si querés compartir tu experiencia viviendo en tierras lejanas podés escribir a destinos.inesperados2019@gmail.com . Este correo NO brinda información turística, laboral, ni consular; lo recibe la autora de la nota, NO LOS PROTAGONISTAS. Los testimonios narrados para esta sección son crónicas de vida que reflejan percepciones personales.
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