CORDOBA. Los amantes de las historietas y de sus personajes tienen su museo para visitarlo en Córdoba . El Castillo del Cómic inauguró a comienzos de año en Capilla del Monte (a 90 kilómetros de la capital provincial) en una casona histórica de 1905. Hay 15000 piezas para el deleite de los fanáticos y 3000 revistas en la sala de lectura.
Hernán Doering comenzó a coleccionar cuando tenía 15 años (ahora tiene 49) en su Catamarca natal. Entonces leía D’Artagnan, El Tony, Nippur y dibujaba historietas inspiradas en personajes ya existentes. Cuenta que se divertía más leyendo que jugando y, por eso, guardaba los juguetes que le regalaban; le apasionaba más "mostrarlos que usarlos". Así empezó su vocación de coleccionista y a los muñecos e historieta se le agregaron álbunes y las "chapitas" (tapas de bebidas) con las que jugaba.
Hace unos años, en 2014, compró la casona -cuenta con una panorámica única del Uritorco, Las Gemelas, la capilla San Antonio de Padua y el centro de Capilla del Monte- y la refaccionó. El lugar fue construido a inicios del siglo XX por la familia rosarina Borgonovo como vivienda de veraneo.
En 1940 la compraron los Oriolo, unos bonaerenses, que abrieron allí la Hostería Argentina. Por el edificio pasaron varios figuras que venían a vacacionar a las sierras, entre ellas, Lolita Torres. El hospedaje funcionó hasta la década del 80 y después fue cambiando de manos pero sin que nadie viviera de manera permanente.
Doering estaba por venderla cuando su sobrina Daniela y su pareja, Rafael Angeletti, le propusieron convertirla en un museo para su colección y exponer allí las historietas, muñecos de películas, chapitas con personajes y figuritas de diversas épocas. Todo se distribuye en dos pisos, en diferentes salas, y como el proceso de incorporación no finalizó en breve inaugurarán un piso más.
La organización es en seis salas, hay una medieval con soldados de plomos y la Mesa del Rey Arturo, una de Disney, una de Star Wars y una sala de lectura. Las figuras destacadas son las de la mitología griega, Aquiles y el arcángel Miguel -todas de bronce y base de mármol de Carrara-, soldaditos de colección de la marca inglesa Timpo y de la alemana Elastolin y la primera edición de la revista "El Tony" que data de 1928.
La sala completa de Star Wars -por la que desfilan grandes y chicos- incluye cascos en escala 1:1 (tamaño real) y muñecos desde la década del 70 y un Darth Vaber en tamaño humano que es la figura ideal para las fotos.
"Tenemos visitantes de todas las edades; los más chicos ven que el cómic no sólo pasa por los súper héroes y los más grandes recuerdan sus épocas de niños. Les gusta mucho la sala de lectura, repasar lo que los acompañó toda su infancia", apunta Daniela.
Hay visitas guiadas para escuelas y un restaurante con un menú diseñado en base a los nombres de los héroes de los cómics. Para los más chicos hay manteles individuales con personajes de historietas para colorear.
Capilla del Monte es una zona muy frecuentada por turistas que buscan un estilo de vida alternativo y, por supuesto, muy conocida en el país desde que el ufólogo Fabio Zerpa dio su primera charla al pie del Uritorco, convencido de la visitas de extraterrestres.
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