Vitaminas: lo que tenés que saber para incorporarlas y cuidar tu bienestar
Las vitaminas son nutrientes esenciales que no se producen en el organismo. Para saber cómo incorporarlas, OSDE convocó a María de las Mercedes Dabat, médica internista certificada en nutrición
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¿Qué son las vitaminas y qué función cumplen para nuestro organismo?
“Nuestra dieta se compone de dos tipos de nutrientes: los macronutrientes (hidratos de carbono, lípidos y proteínas), pilares que aportan energía, y los micronutrientes (vitaminas y minerales), que se ingieren en menor proporción, pero son indispensables en nuestro metabolismo”, nos cuenta María de las Mercedes Dabat, médica internista certificada en nutrición, y agrega:
“Las vitaminas no se producen en el organismo y deben ser ingeridas. Son nutrientes esenciales. La ausencia de ellas se denomina avitaminosis o hipovitaminosis y puede producir enfermedades, pero su ingesta excesiva también puede resultar perjudicial”.
El mejor consejo: una dieta o alimentación completa y variada, adecuada a nuestras posibilidades y acceso. Evitar una alimentación demasiado rutinaria o aburrida.
¿Cuántos tipos de vitaminas existen?
“Se clasifican en dos grandes grupos: las hidrosolubles (se disuelven en líquido) y las liposolubles (se diluyen en grasa). Dentro de las primeras encontramos todo el complejo B y la vitamina C. Pueden ingerirse en grandes cantidades, teniendo en cuenta que el organismo va a utilizar solo aquello que necesita. El resto se elimina por orina en forma natural. Las liposolubles son la A, D, E y K. No se eliminan por orina y pueden acumularse en el organismo si se las ingiere en forma inadecuada (sin supervisión médica), y hasta provocar efectos adversos. Su ingesta puede espaciarse”, comenta Dabat.
¿Cuáles son las vitaminas más importantes para nuestro bienestar?
“Podemos enumerar 13 vitaminas, todas son indispensables para nuestro organismo. No hay ninguna que, ingiriéndola, produzca mayor sensación de bienestar. Es un trabajo delicado, a aprender, el que todas sean consumidas adecuadamente para evitar carencias que puedan originar trastornos. Empecemos el aprendizaje. Es simple”, recalca la especialista.
¿Dónde podemos encontrarlas?
“En todos los alimentos frescos: frutas, verduras, lácteos, huevos, carnes. El grupo B, por ejemplo, en frutas, verduras frescas, cereales, carnes magras, semillas, pescados. La vitamina C en los cítricos: naranja, limón, mandarina, ajíes, manzanas verdes. La A: calabaza, zanahorias. La E: frutos secos, granos. La vitamina K en el tomate, verduras de hoja. La vitamina D en la exposición solar breve, para favorecer su síntesis en la piel”.
La clave para cuidar el bienestar es que nuestra alimentación se transforme en un arco iris de colores. Hasta el negro: berenjenas.
¿Qué consejos nos podés dar para incorporarlas?
“El mejor consejo: una dieta o alimentación completa y variada, adecuada a nuestras posibilidades y acceso. Evitar una alimentación demasiado rutinaria o aburrida. Atractiva y sabrosa. Aprendamos y probemos nuevos gustos. ¡Si lo logramos, no necesitamos suplementos! Sí tengamos en cuenta la preparación de los alimentos: tratemos de que las verduras y frutas se ingieran crudas o no muy cocidas (blanqueadas), ya que las vitaminas hidrosolubles quedarán en el líquido de cocción. Al mismo tiempo, al ingerir ciertas semillas, cereales o granos, siempre hidratarlos o activarlos , ya que pueden interferir en la absorción de otros elementos (por ejemplo, hierro)”, nos aconseja María.
En dosis altas, ¿las vitaminas pueden llegar a ser dañinas para la salud?
“En toda situación de cansancio, los pacientes suelen pedirnos un complejo vitamínico muy completo para reanimarlos. Al ser de venta libre, muchos de ellos pueden caer en la autoprescripción e ingerir de manera desproporcionada ciertas vitaminas como las liposolubles, que generan efectos adversos si se ingieren de manera continua y sin supervisión, tales como dolores de cabeza, náuseas, vómitos, diarrea, visión borrosa, malestar general, hasta el extremo del llamado pseudoedema cerebral. Otro ejemplo es el de la vitamina D, que en exceso puede resultar perjudicial y requiere estricto acompañamiento médico”, concluye la doctora.
Las vitaminas son excelentes, siempre y cuando se incorporen a través de dietas balanceadas. Si se presentan déficits o carencias, consultá con un profesional médico que te va a ayudar a encontrar la mejor solución.
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