Violencia de género.¿De qué sirve hacer denuncias públicas?
Denunciar la violencia de género, los abusos sexuales, el maltrato laboral, y todas las agresiones que entren en este lamentable conjunto de situaciones, tiene gran importancia para quienes son víctimas y para la sociedad en general. Sin embargo parece que no resulta fácil denunciar. Por ello es necesario fomentar, de todos los modos que sea posible, la importancia de la denuncia.
En los últimos días Actrices Argentinas, junto a otras 60 organizaciones feministas, hicieron pública la denuncia judicial al ex director del Centro Cultural San Martín, por acoso sexual y maltrato laboral sobre Anahí de la Fuente. Otras noticias muy llamativas en estos días son la sentencia al periodista Lucas Carrasco, denunciado por varias mujeres y condenado a 9 años de prisión por el delito de "abuso sexual agravado por acceso carnal" (violación) sobre Sofía Otero, en una relación sexual consentida que en un momento dejó de serlo. Y la condena al periodista Guillermo Pardini a 6 meses de prisión en suspenso, por el delito de lesiones leves dolosas agravadas por haberse dado en el marco de una relación de pareja y por haber mediado violencia de género.
Las denuncias de estos delitos no sólo permiten el castigo al agresor y la salida de la víctima de la situación violenta, sino que benefician a la sociedad permitiendo nominar la violencia. Muchas mujeres no denuncian estas situaciones porque no identifican el maltrato como tal. Y es a partir de estas denuncias que la situación cambia.
Las mujeres víctimas de violencia de género no llegan a denunciar, además, por el miedo a las represalias del agresor, la vergüenza, la falta de confianza sobre el sistema judicial como posible protector de la víctima y por los daños psíquicos que el maltrato ha generado en ellas. La violencia reiterada las deja debilitadas psíquica, económica y socialmente. Son mujeres atemorizadas, dominadas, con bajísima autoestima.
Cuando el colectivo femenino respalda las denuncias de violencia de género, actúa como agente protector acompañando a las víctimas para que se animen a salir del calvario. Mostrando a quienes no comprendan bien el abuso, que están siendo víctimas y que se puede vivir mejor, mientras empujan a la sociedad entera a hacerse cargo de esta situación, replanteándose de qué maneras participa o es cómplice de la violencia sobre las mujeres.
En el caso singular la denuncia tiene un valor sustancial. Principalmente permite la intervención de la justicia como un tercero normativo que lleva la situación privada de dos, víctima y victimario, a una situación de tres. La violencia pasa así de lo privado a lo público. Si pensamos en la constitución del psiquismo, es necesaria una acción en la que se incluya un tercero que venga a normativizar nuestro comportamiento de modo tal que podamos vivir saludablemente. Triada edípica, complejo de castración, intervención de la ley del "Nombre del Padre" (ley = interdicción = nominación), construcciones teóricas que explican el modo en que necesitamos seguir ciertas leyes para tener una vida psíquica saludable y vivir adecuadamente en sociedad. En este punto falla notoriamente el que acosa, abusa, viola y mata. Y la denuncia que permite la terceridad y la ley, viene a compensar esa falla brindando a la víctima una salida del sufrimiento, y al agresor una posible elaboración de la falla subjetiva que padece. Así la denuncia y la sanción sobre el agresor reubican las situaciones de violencia como acciones inadecuadas y sancionables en lugar de naturalizarlas con el silencio.
Se instaura entonces un nuevo orden regido por la ley que advierte a la sociedad sobre esta problemática, permitiendo al colectivo de mujeres entender todo tipo de maltrato para que puedan dejar de padecerlo. Y el colectivo de hombres también es alertado y convocado a actuar en contra de los hombres violentos que, obviamente, no representan la totalidad del colectivo sino a una mínima porción, pero que por razones culturales se apoyan en el estereotipo de la superioridad masculina que toca a la mayoría de ellos, del cual es difícil salir.
Entre el sábado y el domingo últimos hubo 4 feminicidios que fueron noticia. Aproximadamente cada 30 horas muere una mujer por este tipo de crimen. Sucedieron al menos 223 feminicidios en lo que va del 2019 en nuestro país. La visibilización de estas situaciones beneficia la comprensión de la gravedad de estos hechos de violencia que se llevan diariamente vidas de mujeres y precarizan tantas otras.
- Para denunciar hechos de violencia de género llamar al 144.
La redactora es licenciada en psicología
Instagram: lic.constanzabonelli
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