Muchas veces me preguntan cuál es mi ciudad favorita en el mundo. Y la respuesta es que después de Buenos Aires viene Londres. Pero antes de conocerla nunca creí que esa ciudad que a la distancia parecía fría y "llena de ingleses" me podría cautivar.
En mi primer gran viaje, en 1995, donde recorrí muchas ciudades de mochilero, incluí Londres en el recorrido como una suerte de obligación. Mi meta era París.
Estuve unos cinco días, me gustó, era muy gris con días cortos (a febrero no le podés pedir mucho), pero la ficha me cayó cuando me fui y conocí las otras ciudades. Londres había sido una experiencia muy distinta, los londinenses marcaban la diferencia.
Siempre me quedo en una esquina mirando a la nada para chequear que siga existiendo la costumbre de que cualquier persona se te acerque y te pregunte: Can I Help you?. Tienen esa vocación de servicio.
Y en muchos viajes que siguieron en otros años descubrí que siempre saqué más fotos en París –mucho más fotogénica– que en Londres. Sin embargo, mi mayor amor está en la capital británica: en caminarla, perderme por los mercados, ver a la gente muy bien vestida recorrer la city, escuchar distintos acentos de inglés. Pero, por sobre todas las cosas, siempre me quedo en una esquina mirando a la nada para chequear que siga existiendo la costumbre de que cualquier persona, sea un punk o una anciana, se te acerque y te pregunte: "Can I Help you?", porque tienen esa vocación de servicio.
Eso fue lo que me pasó varias veces en aquel primer viaje. A cada rato había alguien que me quería ayudar, ya sea para tomarme una foto en Abbey Road, para decirme dónde estaba el palacio de Buckingham o si estaba bien orientado para llegar a Harrods. Porque, claro, no existía Google Maps en ese entonces. Y hoy, pese a todo, busco recordar esos momentos y la calidez de los fríos londinenses, como una especie de checklist.
Por eso es difícil recomendar esto o aquello de la ciudad, porque es una experiencia global. Podés enamorarte de la historia, de la diversidad, de un mercado callejero, de la comida… (no, de la comida no creo, porque el fish & chips no es algo para recordar tan fuertemente, pero de muchas otras cosas sí).
Imaginate un transporte público eficiente. ¿Quién te dice que eso es algo para mirar en una ciudad? Bueno, hacelo. Desde su underground (o subte), que te deja en cualquier parte de la ciudad, te dice en cuántos minutos llega y combina con muchos trenes de corta y larga distancia o servicios de lanchas colectivas, hasta los buses de dos pisos que no entendés cómo doblan en cada esquina. Y, si mirás al cielo (y no está nublado), vas a poder ver alguno de los miles de aviones que despegan o están por aterrizar en alguno de sus cinco aeropuertos. Todo es para observar y todo es para sorprenderse en esta ciudad. Londres es única, es distinta, es una gran experiencia y la vas a recordar por siempre.
Recomendados
1. Borough Market
En plena ciudad de Londres, un mercado que seguramente ya es más lugar turístico que mercado, pero que te permite ver muchos estilos de comida en puestitos callejeros. Lindo clima, buena variedad y muchas fotos por hacer.
2. Camden Town
Al norte de Londres (llegás con el underground), es un barrio que tiene un mercado enorme, que en una esquina podés ver a alguien ofreciendo remeras, escuchando Soda Stereo y, al lado, a un punk con pelo verde vendiendo escarpines. Tratá de no ir un fin de semana porque está lleno de gente, pero el resto de los días preparate para ver la biblia junto al calefón, que seguro está.
3. Oxford Street
No podés no pasar por ahí. Es una de las calles más famosas del mundo por sus tiendas. Antes eran muy exclusivas y carísimas todas, ahora podés encontrar hasta un Primark. Caminala, mirá a la gente… estás en Londres y ahí lo vas a sentir.
4. Big Ben, Hyde Park
Son íconos de la ciudad donde tenés que ir a tomarte fotos, porque si no, no estuviste ahí. En el Buckingham, todo el año están haciendo cambio de guardia con gran show musical. Es de las pocas cosas que harás en la ciudad de manera gratuita, en invierno es día por medio. Pero andá con tiempo, cuidá los bolsillos (porque un punguista puede ser que diga que no es gratis el show) y divertite.
5. British Museum
No puedo cerrar sin el otro lugar icónico que es gratuito. Alguno podría decir que se robaron el mundo… pero por eso te lo muestran "sin cargo" (aunque a los egipcios les deberían pagar por entrar). Imperdible.
*Sir Chandler trabaja en internet desde 1999 haciendo cinesargentinos.com. En 2009 empezó a escribir un blog de viajero frecuente para hablar de viajes, bancos, millas y tecnología (sirchandler.com.ar). Lo leen más de 300.000 personas por mes. Su canal de YouTube con los mismos contenidos recibe más de un millón de visualizaciones cada 30 días.