Valores del truco: guía para aprender a jugar identificando las cartas
En casi todas las reuniones con amigos, el truco se luce por ser el juego que convoca a un número par de personas para pasar un momento divertido, desafiante y bien argentino. Los valores del truco hacen que cada carta tenga un rol dentro de la mano, y que no haya ni que hablar para saber cuál es el plan del equipo contrincante.
Aprender los valores del truco es, tal vez, uno de los retos principales de quienes están comenzando a jugar, ya que se deben memorizar las cartas, su rol, y su jerarquía en función de las otras. El palo de la carta también influye al momento de categorizar.
Una vez que se incorporan los valores del truco existe una simbología no verbal para comunicarlos a través de gestos con la cara. El secreto radica en que los "enemigos" no descubran a un jugador haciendo la seña o sabrán qué cartas tiene en su poder, y podrán anticiparse a trazar la estrategia de su jugada.
Historia sobre el truco
El truco es un juego "bien porteño", de origen argentino y bonaerense, muy popularizado en otros países de Latinoamérica como Venezuela, Paraguay y Uruguay. Se juega con naipes de baraja española, y se llama de este modo justamente por los trucos y ardides que se deben aprender para que la ronda tenga sentido y sea divertida.
Muchas personas aseguran que a través de los valores del truco han podido conocer mejor a sus amigos, descubriendo sus perfiles como jugadores y analizando qué tan audaces o conservadores pueden ser. En el truco está permitido mentir, pero si los contrincantes descubren la jugada, siempre hay consecuencias.
Si bien el truco es de origen argentino, se lo vincula mucho con ciertas regiones españolas como Valencia y Cuenca. En Baleares los valores del truco y las tácticas de jugada son distintas.
En la versión original, pueden jugar de dos a ocho jugadores, siendo el octavo la extensión máxima recomendada. El juego se da en parejas, las cuales deberán conocer las señas de los valores del truco para comunicarse a través de miradas y gestos.
En este juego hay dos instancias para ganar puntos: a través del envido, o del truco propiamente dicho.
Para el envido, se deben tener dos cartas del mismo palo cuyos números se sumen, y se les adhieran otros 20 puntos.
En caso de no tener cartas del mismo palo se puede jugar el envido "cantando" el valor más alto de la carta individual, pero no se sumarán 20 puntos adicionales. Este es un riesgo que muchos jugadores deciden correr para intentar "robar" puntos.
Valores del truco, cartas y señas
Pero lo más importante a la hora de aprender este juego, es conocer los valores del truco y lo que cada una de las cartas representa cuando salen del mazo hacia las manos de los jugadores.
Los valores del truco en escala de jerarquías son:
- As de espadas: es la carta más codiciada del mazo ya que tiene el mayor valor. Para indicar su presencia se deben levantar ambas cejas con disimulo.
- As de basto: es también muy codiciada, pero no supera al as de espadas. Para representarla basta con guiñar un ojo.
- Siete de espadas: se representa corriendo la boca hacia la comisura derecha.
- Siete de oro: se manifiesta con la misma seña que el siete de espadas, pero hacia la comisura izquierda.
Las anteriores son las cartas más codiciadas, pero los demás valores del truco son:
- Siete de copa y de basto: se los conoce como "los falsos", y no tienen señas.
- Tres: para mostrarlo se deben morder los labios.
- Dos: se representa con un beso.
- Ases falsos (de copa y de oro): se manifiestan haciendo un bostezo rápido.
Valores del truco: las jugadas
El truco se caracteriza por la destreza, el disimulo y la audacia. Se puede decir que esos son los principales valores del truco, un juego en el que se debe mantener la templanza y apelar a que los jugadores contrarios no adivinen la situación o el plan de tácticas.
Cuando se "canta el truco", pueden ocurrir los siguientes escenarios:
- Que se acepte, en cuyo caso el valor en juego es de dos puntos.
- Que se cante el "retruco", poniendo en juego tres puntos.
- O que se cante el "quiero vale cuatro", el cual, como su nombre lo indica, pone en juego cuatro puntos.
El truco es un juego que se presta a la conversación, pero se debe tener mucho cuidado y no decir las palabras "truco" o "envido" a menos que realmente se tenga la intención de cantarlos de forma oficial.
Si alguno de los jugadores pide lo que se llama la "falta envido", todo el juego se puede saltar directamente, dependiendo de la cantidad de puntos al momento de realizar la apuesta.
En conclusión: el aprendizaje de los valores del truco es una herramienta para saber jugar, pero también para conocer a las personas y "madurar" con respecto a sus conductas posibles. ¿Hasta dónde se puede llegar o cuánto se puede mentir para ganar?
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