Ushuaia, destino en auge: opciones más allá del esquí para estas vacaciones
USHUAIA.– Unos 430.000 turistas viajan a Tierra del Fuego anualmente, según cálculos de Luis Castelli, el titular de Instituto Fueguino de Turismo, que aspira a redondear esa cifra en 500.000 en el corto plazo. Cerca del 70% llega entre octubre y marzo: son poco menos de un tercio los que se aventuran al clima fueguino fuera de la primavera y el verano. Sin embargo, el invierno fueguino –y especialmente el de Ushuaia, la ciudad más preparada para el turismo de la provincia– ofrece cada vez más alternativas, y el público que se le anima a la temporada julio-agosto crece lentamente en cantidad y diversidad.
Lógicamente, los aficionados al esquí y a los deportes de invierno son el target más codiciado de estos meses en Ushuaia: tanto los hoteles (que suelen ofrecer packs de esquí) como los centros invernales se pelean por seducirlos, en competencia con otras ciudades emblemáticas del deporte como Las Leñas o Bariloche. Los que saben explican que Ushuaia tiene algunas ventajas comparativas claras: por un lado, su temporada de nieve es la más larga, llegando incluso hasta septiembre, cuando en la mayoría de las localidades ya no queda casi nada (muchos dicen incluso que la de septiembre en Ushuaia es "la mejor nieve"). Por otro, la altura relativamente baja de las montañas hace que se puedan hacer muchas bajadas sin cansarse, y que nunca falte el aire (por estar cerca del nivel del mar): no por nada muchos equipos profesionales eligen Ushuaia para entrenar. Hay pistas para todos los niveles y clases para todas las edades. Por supuesto, no se trata de un hobby barato: en el cerro Castor, el centro de esquí más austral del mundo, el pase de temporada está costando alrededor de 18.000 pesos. Así y todo, el fin de semana pasado, cuando se lanzó la temporada con la tradicional bajada de antorchas, ya se veían muchísimas familias esquiando, especialmente brasileños y argentinos. Muchos venían por el fin de semana largo desde Río Grande; otra gran cantidad vino ya a instalarse desde Córdoba (que desde el año pasado cuenta con un vuelo directo a Ushuaia, sin pasar por Buenos Aires, vía Aerolíneas Argentinas) y Buenos Aires.
Otras formas de disfrute
Pero no todo es esquí en Ushuaia: en los últimos años se popularizaron formas diversas de disfrutar la nieve, hechas para todos los paladares. Una de las favoritas de los más jóvenes son las motos de nieve: parecidas a cuatriciclos playeros, pero se manejan en condiciones y circuitos más controlados. Entre las actividades más originales que se pusieron de moda últimamente están los paseos en helicóptero, ofrecidos por la empresa Heliushuaia. No solamente permiten ver la ciudad entera desde arriba en una panorámica inmejorable: después de un rato de sobrevuelo, el helicóptero deposita a sus pasajeros en la Cordillera de Los Andes (que a la altura de Tierra del Fuego no separa a la provincia de Chile, sino que la corta en norte y sur), a metros del emblemático monte Olivia. El piloto advierte: "Cuidado con la nieve", y uno no entiende a qué se refiere hasta que pisa tierra: si estuvo nevando mucho esos días (como sucedió la semana pasada), en el suelo virgen de la cordillera las piernas pueden quedar enterradas hasta las rodillas. Heliushuaia también ofrece "heliesquí-board", para los aventureros y las aventureras que quieran esquiar o hacer snowboard en la cordillera luego del sobrevuelo en el helicóptero que medio día más tarde los pasará a buscar; también están trabajando en una propuesta de parapente, pero no está disponible todavía. Se organizan también propuestas de casamiento en la cordillera.
Una objeción común a la idea de pasar el invierno en Ushuaia es que los días son muy cortos: a las 9 de la mañana todavía no está saliendo el sol, y a las 17 ya prácticamente no se lo ve. Sin embargo, la noche no es un obstáculo para quien quiera seguir paseando: se ofrecen muchos paseos nocturnos, como la pintoresca Noche de Pioneros, que se puede hacer en el centro invernal Ushuaia Blanca y arranca a las 18 horas. La primera parte del trayecto se hace en moto de nieve: la segunda, una caminata con raquetas en los pies, culmina con la llegada a la cabaña museo Ernesto Krund, réplica del refugio de este explorador y pionero de Ushuaia, que entre otras cosas fue el primero en entregar el correo en la ciudad. La actividad dura un total de cinco horas: se cena en el refugio y se emprende el regreso.
Por supuesto, un día a la intemperie requiere una noche de relax. Probablemente la popularidad del Arakur Ushuaia Resort & Spa, considerado hoy el hotel más exclusivo de Ushuaia, se deba a que la empresa entendió perfectamente todo lo que un huésped necesita para pasar sus vacaciones sin tener que resolver prácticamente nada más que atarse las botas para esquiar y ponerse las pantuflas para el spa (seguramente también ayudó que Leonardo DiCaprio se instalara en el hotel durante el rodaje de El renacido, la última película de Alejandro González Iñárritu). Ni siquiera hay que sacarse los guantes para pedir un taxi al centro: una vez por hora sale un transfer desde el hotel en el que no hay que reservar lugar, y lo mismo para volver del centro al hotel. Más allá de pequeños arreglos como este que suman muchísimo en comodidad, el protagonismo en el hotel se lo disputan tres estrellas: primero, el spa, con una pileta climatizada, pero con una parte descubierta, que permite disfrutar del aire puro patagónico incluso en invierno; segundo, la gastronomía, con el restaurante La Cravia a la cabeza, y tercero, la propia reserva natural en donde está emplazado el hotel, ideal para quienes vengan en estancias cortas y quieran un pantallazo de la belleza natural de la región o para quienes estén con chicos que no se aguantan caminatas muy largas.
Las familias con niños de edades diversas son el público que más se ve a esta altura del año dando vueltas por Ushuaia, y no es de extrañar: la ciudad lo tiene todo, incluso excursiones indoors (como la legendaria Cárcel del Fin del Mundo, convertida en un interesantísimo museo que puede funcionar como una especie de "excursión de terror" para los chicos más grandes) para los días en que el clima realmente no dé para mucho más. Un último dato clave: si no tenés ropa de invierno, no te la compres en Buenos Aires. No solamente en Ushuaia hay muchísima más variedad: también se encuentran buenas liquidaciones (con calzados de montaña a poco menos de 2000 pesos, al día de la fecha).