Una puerta al mundo
Un grupo de expertos rescató la Biblioteca Americana del Museo Mitre, que el año pasado cumplió su primer centenario. La directora de la casa, María Gowland, cuenta con detalles la titánica tarea de haber puesto en valor una colección de más de 20.000 volúmenes
Una biblioteca es la casa que guarda los libros del bibliófilo que dedicó una vida a reunirlos y organizarlos. Aunque persiste la idea de las bibliotecas como lugares de silencio, reservados a los estudiosos, son una puerta a los mundos más diversos que se abre con cada consulta. Una biblioteca debe vivir. Necesita cuidados, limpieza, mantenimiento y uso. Debe respirar, ordenarse y salir al mundo en forma de ideas y de creatividad.
En el año del centenario de la creación del Museo Mitre (1907-2007), su dirección decidió encarar tareas de rescate del patrimonio de la Biblioteca Americana, que Bartolomé Mitre adquirió a lo largo de su vida y que es una de las más completas en historia, geografía, viajeros, lenguas y ciencias naturales. Además de libros raros y antiguos, contiene documentos de historia argentina del siglo XIX. Posee más de 20.000 volúmenes distribuidos en categorías pensadas por el prócer, con colecciones que abarcan desde el siglo XVI hasta comienzos del XX. Hoy, la Biblioteca Americana forma parte de la biblioteca general del museo, de más de 70.000 volúmenes.
En una libreta de apuntes que conserva el archivo del museo, Mitre clasificó sus libros en cuatro secciones: Historia (documentos, historia sagrada y eclesiástica, memorias y filosofía de la historia); Ciencias y Arte (mineralogía, física y química, lexicografía, matemáticas, filosofía y moral, derecho, legislación y política, medicina y cirugía, geografía, agricultura, arte militar, historia natural y economía política); Bellas Letras (poesía lírica, épica, dramática y gauchesca; novelas y teatro), y Viajes.
La hemeroteca cuenta con valiosos ejemplares de la prensa del siglo XIX, como La Gaceta, Los Debates, La Nación Argentina, El Mosquito y Caras y Caretas.
El rescate
El proyecto de rescate se inició en marzo de 2007 y está a cargo de los técnicos del laboratorio de conservación del Fondo Antiguo de la Compañía de Jesús, que coordina Estela Deveaux. La primera etapa incluye la limpieza profunda de cada volumen, el diagnóstico de la colección, el control de inventario y la toma de fotografías. Además del trabajo manual, los técnicos disponen de tecnología de última generación para desarrollar su tarea. El equipamiento se obtuvo por medio de un programa de cooperación del gobierno de la República Italiana, a través del Instituto Italo-Latinoamericano y la Junta Regional del Lazio. A ese esfuerzo se sumó la colaboración del Instituto Histórico de la Compañía de Jesús y de los jesuitas en la Argentina.
Uno de los objetivos es informatizar los textos recuperados para hacerlos más accesibles, en especial las obras de manipulación restringida. Y hacer que la biblioteca funcione en red, para permitir consultas a distancia.
El museo alberga, además, el archivo del general José de San Martín, donado por su nieta, Josefa Balcarce San Martín de Gutiérrez de Estrada. “El mismo carácter de preservación se aplica a los documentos manuscritos. Se microfilmaron centenares de cartas del general Manuel Belgrano y más de 7000 documentos de San Martín, con subsidios otorgados por la Universidad de Harvard, pero esta ayuda cesó. Hoy el museo no tiene presupuesto para la conservación”, dice Ximena Iglesias, jefa del Archivo Histórico. El Fondo Antiguo de la Compañía de Jesús colaboró en la primera fase del proyecto, pero su continuidad requiere de mayores apoyos.
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Para saber más: www.museomitre.gov.ar/old/actualidad.htm