Elegancia y funcionalidad en una iluminación precisa que contempla cada una de las funciones de esta cocina creada por Diana y Eliana Gradel
La diseñadora Diana Gradel, del estudio de interiorismo que lleva su nombre, realizó esta cocina junto con su hija, la arquitecta Eliana Gradel. En un ambiente de casi 20m2, proyectaron una gran isla central secundada por una larga mesada que aloja la pileta, el anafe y remata en una columna que contiene el horno y el microondas de frente cromado. En el sector de cocina y lavado, la gélida intensidad de los tubos fluorescentes se refleja en la brillosa superficie de la mesada de Technistone (un material de origen checo de altísima dureza) sumando claridad en una zona donde el cocinero suele hacerse sombra. Formando una ‘L’ se encuentra el gran ventanal oculto tras las cortinas roller iluminadas por dicroicas perimetrales.
- AL RAS: Embutida en el cielo raso, la línea de luz blanquea todo el ambiente, emparejándolo.
- BLANCO SOBRE BLANCO: Un tubo fluorescente resalta el color de la principal superficie de trabajo.
- DE ARRIBA: Ideal para cocinar de a dos, la bacha auxiliar recibe luz puntual de un dúo de dicroicas.
- ÍNTIMA: La campana brinda un clima más cálido en la zona de comer, sin mezclarse con el resto.
- SIN SOL: Por la noche, la ventana sigue dando claridad gracias a las dicroicas perimetrales que dan sobre el plano de las cortinas.
El extremo de la isla rectangular iluminado por una gran campana de policarbonato (Paraná 201) que hace foco en el área de comer. En el detalle, el extremo de la mesada donde se ubicó el anafe, iluminado por un tubo. Las luces provenientes del cielo raso crean aquí un efecto de sombra sobre la pared gris, que aporta profundidad. Opuesto a la mesada, un gran panel oscuro esconde la heladera y la despensa. Dicroicas puntuales acompañan y destacan las buñas de la madera. "Si bien la tendencia es ir hacia el LED, este formato todavía no alcanzó el mismo brillo y clima que brinda la dicroica, pero su avance es vertiginoso y cada vez hay más diseños y de mejor calidad", explican las expertas.
En la vista general se destaca la línea de luz embutida que señala una de las principales circulaciones. Utilizando un tubo fluorescente de luz fría (tal como las lámparas de bajo consumo, este formato ofrece opciones de temperatura), se consiguió un clima general que le da un aspecto homogéneo al conjunto de modo que, cuando está encendido, toma jerarquía e incluso diluye el efecto del resto de las luminarias. En la práctica, el artefacto se usa principalmente en las reuniones con invitados. "Desde el mobiliario a la paleta de colores, pasando por los artefactos de luz, nuestro estilo se materializa en la simpleza de los elementos que componen el espacio".
Produccion: Cristina Solanet | Texto: Lucrecia Álvarez
LA NACION