Una noche de inspiración en la idílica José Ignacio
Fernando Trocca celebró el décimo aniversario de Mostrador Santa Teresita de la mano de Luigi Bosca y una nueva edición del ciclo Cocina de Inspiración, una experiencia gastronómica con el vino como protagonista.
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Los sonidos del pueblo, los aromas del mar y esos sabores nacidos en los fuegos y en las estaciones. Así es Mostrador Santa Teresita, el restaurante que Fernando Trocca abrió diez años atrás en José Ignacio (Uruguay) y que luego se multiplicó con sucursales en los Hamptons (Nueva York) y en el Puerto de Olivos de Buenos Aires.
Esta primera década de vida fue la excusa perfecta para celebrar junto a una nueva edición de Cocina de Inspiración, el ciclo creado por Luigi Bosca que desafía a grandes cocineros a crear un menú con los vinos de la bodega como protagonistas. “La idea del encuentro era que la pasemos todos muy bien, relajados y rodeados de amigos que se acercaron para disfrutar con nosotros”, cuenta Bambou Pittaluga, gerente de Mostrador Santa Teresita en José Ignacio. “Además, lo pensamos como un reconocimiento a Stefano Mastracchio, que es nuestro jefe de cocina desde hace ya cinco años. Él, junto con su equipo, fueron los anfitriones de los cocineros invitados que llegaron de diferentes países como Estados Unidos, Argentina y también Uruguay”, continúa.
La celebración comenzó junto con la caída del sol, con el set del dj Brian Rial inaugurando una noche uruguaya distinta a todas las demás. En el salón, en la terraza y en la calle se encontraban las distintas estaciones gastronómicas, cada una atendida por los propios cocineros que servían y explicaban sus platos. Mientras tanto, en las barras de bebidas cada comensal podía elegir qué vino beber para armonizar los distintos platos: el White Blend y el Red Blend de la línea Luigi Bosca De Sangre, y el espumante Luigi Bosca Brut Nature. Tres ejemplares muy versátiles elegidos especialmente por los chefs para acompañar la diversidad de platos ofrecidos desde la cocina y la parrilla.
“Recibimos a Frank Falcinelli y Frank Castronovo, ellos son los cocineros detrás de Frankies 457, en la ciudad de Nueva York”, cuenta Stefano. “Los conozco hace varios años, tuve la suerte de cocinar con ellos varias veces. Como son de familia italiana, prepararon unos cavatelli con chorizo casero que son espectaculares. Ese fue uno de los platos principales de la noche, junto con nuestras paellas valencianas, una de las especialidades de Fernando Trocca”, continuó.
Más allá de unas nubes que amenazaban con una prometida tormenta, finalmente fue una noche perfecta, de clima cálido y una brisa acorde para disfrutar de esta experiencia de sabores. A los platos fuertes de Frankies y de Stefano, se agregaron aperitivos como los baos de cordero a la parrilla preparados por Chino González, las croquetas de pescado frito con alioli de kimchi de Moisés Blasi y unos pinchos de pollo al estilo teriyaki con salsa taré.
En este juego entre recetas de impronta oriental con productos de Occidente el complemento perfecto fue De Sangre White Blend, un corte amplio y señorial elaborado con Chardonnay, Semillón y Sauvignon Blanc del Valle de Uco. Por su parte, los cavatelli con chorizo encontraron su mejor expresión junto al De Sangre Red Blend, un corte sobrio y elegante de Cabernet Sauvignon, Syrah y Merlot que encarna el estilo de la casa.
Aprovechando los pollos de campo que provee a Mostrador Santa Teresita un productor de la zona, también prepararon unos deliciosos sándwiches de pollo frito en aceite de chili, con ese toque untuoso y picante que se podría saborear en una calle cualquiera de Nueva Orleans. Asimismo, ofrecieron pizzas a la parrilla y brusquetas de pan de centeno con gravlax de lisa y alcaparras fritas, entre otras opciones para armonizar con el espumante Luigi Bosca Brut Nature, que combina la delicada percepción en boca del Chardonnay con el cuerpo y la untuosidad del Pinot Noir.
De postre, la pastelera Olivia Saal viajó desde Buenos Aires para preparar su clásica pavlova con mascarpone y frutos de estación, que se sumó a dos recetas originales: una variación del alfajor helado playero, con sabor a tahine y chocolate; y unos profiteroles golosos con manteca de maní.
Alrededor de 300 personas fueron parte de esta celebración donde el vino, la cocina y la inspiración se unieron para dar vida a una noche única entre amigos y colegas, platos sabrosos y los vinos de Luigi Bosca.
Beber con moderación. Prohibida su venta a menores de 18 años.
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