Una mirada indiscreta

Independencia. Es la primera palabra que a uno le viene a la cabeza cuando es testigo de cómo se arma Televisión registrada (TVR, lunes, a las 22, por América), el ciclo que conducen Claudio Morgado y Fabián Gianola.

Con la frase vendedora y prometedora de Lo mejor y lo peor de la televisión está en un solo lugar, el programa producido por Pensado Para Televisión (PPT), de Diego Gvirtz, no duda en apuntar sus dardos al blanco de turno, sin medir quién es o a quién responde. Eso sí, siempre con un criterio crítico que asume un carácter editorial. "Mostrar lo que pasa y decir lo que nos parece es lo que hace que TVR sea tan personal -explica Morgado-. Intentamos mostrar todas las campanas, con dichos y desdichos como para que uno vea, saque conclusiones y, de alguna forma, reflexione. Esto es lo que, en definitiva, forma la opinión pública."

"Es una especie de invitación a hincar el diente en la memoria -agrega Gianola- y tomar contacto con un abanico de información. No hay que olvidarse que la verdad tiene varias campanas a partir de los intereses de los diversos sectores de poder." Las opiniones del ex Cablín y Fabián Gianola se adaptan a la perfección a la definición que Gvirtz da de su programa: "Un noticero con toques de humor".

Es lunes y, como todos los lunes a la tarde, el equipo se reúne en un estudio de Don Torcuato para grabar el programa que se verá esa misma noche. Algunos llegan en micro desde el canal, otros lo hacen con sus autos. "Es como salir de excursión", dice entre risas Estela Montes, la voz en off que anuncia lo que vendrá y la que se divierte poniendo voces en el segmento animado La escuelita. Varios televisores están colocados estratégicamente para que nadie se pierda lo que más tarde van a anunciar Morgado y Gianola. Por un lado están los que graban sus risas ("somos espontáneos", dicen a coro). Por el otro, los que echan una miradita a lo que se va a venir: los conductores con Marcelo Mazzarello, el crítico de turno y un fana de TVR. "No sabés las horas que me ahorran." Todo parece estar en orden para arrancar. Un breve guión les dirá lo que irá en cada bloque y les indicará cuándo entran en juego los anunciantes. El resto es pura improvisación de la dupla, para la que es necesario, según Nestor Cora, el director, grabar cada detalle y hacer partícipe todo el tiempo al invitado.

"¡Vamos, 1, 2, 3!" Baja el brazo Emiliano Lazbal, el asistente de dirección, para que las cámaras comiencen a filmar. Como a buen director de orquesta no se le escapa nada. "Vamos de vuelta, no se escuchó bien", enfatiza Lazbal.

Como en cada programa, la voz de Gianola vuelve a sentenciar el clásico "hoy nos mata", haciendo alusión a la futura calificación del crítico invitado, para pasar inmediatamente a las imágenes de un bizarro show de la televisión chilena, al mejor estilo de Mauro Viale. Todo parece ir sobre ruedas, le sigue La escuelita; la pelea entre Marcelo Polino y Gabriela Grey ("la revelación del nuevo milenio", según las mismísimas palabras de Grey) en Movete, y el tan esperado duelo de la semana: Jacobo Winograd v. Carmen Barbieri que, como es habitual, empezó con acusaciones cruzadas y terminó con los protagonistas abrazados y un remate impensado: "Carmen me gustaba y la perdí. Era del señor (Jorge) Porcel", agregaría chizito para deleite de la platea.

Mucho más suelto, el dúo sabe que el primer bloque los prepara para lo que vendrá, como el tema de la semana, Menem y el tráfico de armas. Y frases impactantes como la que pronunciará Morgado: "No sé por qué se preocupan por no embarrar la cancha si ninguno está limpio". Gianola no se queda atrás y traza un paralelo entre el bolillero tramposo de Repetto con el romance entre Menem y la Bolocco: "A pesar de que todo está arreglado, le cuesta meter el corchito".

Sin concesiones

Cuando llega la hora de usar la artillería pesada entran en juego las estrellas animadas, Tino & Gargamuza, acompañadas siempre por Honorio, el obsecuente. "Son los antiegos del programa", confiesa Morgado, a la vez que deja en claro que no hay celos profesionales.

A través de ellos se animan a dar una mirada sin piedad sobre personajes de la talla de Mirtha Legrand (la última castigada) y los mismísimos Gianola y Morgado. "La animación te permite decir cosas que quizá, de otra forma, podrían resultar chocantes o imposibles de poner en boca de personajes reales -cuenta Gabriel Marchesini, el creador de la animación que desfila por TVR-. Fueron varios los que me dijeron: Los dibujitos dicen lo que yo pienso."

Con tres años en el aire y un cuarto en camino, el ciclo se apoya en el humor para mostrar una realidad que golpea demasiado bajo. "Sirve como una especie de catarsis para los tiempos que corren", dispara Morgado.

El 9 otorgado por Mazzarello hace sombra a ese 2 fatídico con el que Baby Etchecopar manchó el ejemplar boletín de lo que modestamente dieron en llamar Televisión registrada.

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