Una gran herramienta que moviliza y conmueve
Hace 18 años, cuando empezamos Red Solidaria, no existía Internet, pero aun así imaginábamos que algo, a nivel informático, iba a pasar. Tanto es así que la Red Solidaria se llamaba por entonces Red Informática Solidaria.
Lo primero que conocimos fue el poder de los medios comunicación. Comprobamos que a través de un artículo en algún diario o una nota en radio o televisión se podían conseguir muchas cosas, y que por obra de esas líneas o segundos de pantalla la gente se movilizaba.
Y llegó Internet. Y las redes sociales. Y pasó lo que alguna vez intuimos que podía pasar: la solidaridad multiplicada de manera exponencial. En el voluntariado digital la novedad es la movilidad de los dispositivos, como el celular (que es como una extensión del brazo) y de la tablet . Esos aparatos con acceso a Internet son claves a la hora de ayudar.
Yo, que vengo de la sensibilidad, del abrazo, tuve que aprender a manejar esta herramienta, esta enorme maquinaria, que aunque puede resultar fría termina siendo conmovedora. Más de dos millones de personas movilizándose días atrás por las redes sociales durante siete horas para buscar a la niña perdida de Arrecifes conmueve. Y mucho.
Por eso, cada vez que aparece una red social nueva la pruebo. Ahora estoy con Instagram porque es lo que hoy usan los chicos de 14, 15 años, que utilizan la imagen para comunicarse, para decirse algo. Google +, que lo uso sobre todo cuando salgo de la Argentina, porque en América latina es más fuerte. LinkedIn, por su perfil profesional. Y por supuesto, Twitter y Facebook, que son los que forman la gran masa crítica de Red Solidaria con más de 400.000 usuarios.
Pero lo que realmente me gusta es que son usuarios activos; el Facebook de Red Solidaria tiene mucha vida: no sólo entran para ver. El 80% de la gente comparte la información con sus contactos, cuando la media es que lo haga el 14 por ciento. A nosotros nos interesa que más que ver, que nuestros usuarios participen y tengan un alto nivel de compromiso.
Si bien nada reemplaza un abrazo o una palabra de consuelo dicha al otro mirándolo a los ojos, y necesitamos que alguien por un momento deje el teclado, Internet es una herramienta poderosísima que hay que aprovechar.