Cerca de Cañuelas, a 50 kilómetros de la ciudad, un adulto que sueña en grande hizo realidad la fantasía de tener su propia casa en el árbol
Producción: Ana Markarian | Fotos: Javier Csecs.
"¡Era una broma!" La arquitecta Roberta Lavarello nunca imaginó que su cliente tomaría la idea de hacer la casa en los árboles, pero este ingeniero mejicano tenía un lote con dieciséis nogales centenarios y mucha determinación. El proyecto y el estudio de ingeniería civil los hizo el arquitecto Guillermo García, desde California. Durante seis meses, la grilla de medidas y ubicaciones de los árboles y los bocetos fueron y vinieron hasta configurar esta casa de 180m2 a 4,5 metros de altura, con ascensor y escalera, dos decks, living-comedor, dos dormitorios en suite, cocina y lavadero. Erigida sobre una estructura de perfiles metálicos, se cimentó sobre viguetas de acero con láminas de fibra de vidrio recubiertas con fenólico, donde fue colocado el piso flotante. Tiene paredes con aislación térmica y placas cementicias al exterior y yeso al interior. La cubierta es de chapa con estructura de madera, cielo raso de tablero fenólico y aberturas de aluminio anodizado natural. Fue un minucioso trabajo que tomó seis meses de planificación y seis meses de obra para hacer realidad la fantasía de un adulto que sabe soñar como un niño.
LA ARQUITECTA SUGIERE
* "La ubicación de baños y artefactos sanitarios está pensada junto a la estructura para hacer las bajadas paralelas a los árboles y los parantes: fue un trabajo artesanal."
* "El ascensor está rodeado por la escalera para disimular un elemento tan extraño en el paisaje."
* "Por cuestiones de seguridad y practicidad, decidimos no hacer instalación de gas, y toda la casa funciona con energía eléctrica."
* "Los nogales son árboles de hoja caduca que dan mucha sombra en verano, pero permiten el paso del sol en invierno."
* "La construcción en seco permitió ahorrar en tiempos de obra y evitarmos estar subiendo ladrillos y haciendo mezcla a 4,50m de altura."