Un cauce de agua calma, arboleda añosa y lugar para el fogón. En ese marco soñado, una pareja y sus hijas, planificaron espacios para la rutina diaria y también, para el ir y venir de gente, algo que les encanta.
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Todo se dio providencialmente. En una construcción noble y con pocos años de uso, la fotógrafa Romina Peloi y su pareja, Baltazar encontraron la casa que buscaban para vivir junto a sus tres hijas. Sin la necesidad de encarar reformas agotadoras (la gran incorporación fue el quincho con estructura de hierro, vidrio y madera), se concentraron en un proyecto de decoración con objetos que contaran su historia y su amor por el teatro, la música, la plástica y la fotografía.
Fue Romina, coautora del libro Mirar y Cocinar, recetas para los cinco sentidos, la encargada de tomar las riendas de una cuidada selección de producciones propias, recuerdos de viajes y colecciones que le dan belleza y significado a cada rincón.
Queríamos que la casa fuera cálida y que a la vez estuviera preparada para el uso constante, el ir y venir de gente
Universo propio
La parte superior del hogar y los estantes son de quebracho. La foto tomada por Romina en Nueva York, la colección de piedras de Baltazar y la iluminación de la biblioteca generan un efecto atractivo de día y mucho más, de noche.
En la madera encontraron el buscado equilibrio entre la delicadeza y la robustez. Además, les garantizaba buena acústica.
El comedor es un espacio reservado a encuentros más íntimos. El piso es de pino tea hidrolaqueada sectorizado con alfombras. En los estantes, dos escudos mongoles, mapas antiguos y obras de Justina Rodríguez Simón, Diego Ortiz Mugica y de Fermín Eguía marcan el rico patrimonio cultural de la familia.
¿Cuántas capitales empiezan con la misma letra? es uno de los juegos que disparan los mapas colgados en la pared. Después de recorrer el país de punta a punta al dueño de casa es difícil ganarle.
Siguiendo la lógica de crear ambientes para compartir, el comedor diario se armó con una mesa generosa
A sus anchas
En la cocina, la mesada existente en L y el nuevo mueble que ocupa toda la pared, donde se destaca el vajillero con espejo en el fondo, se unificaron con el mismo color gris azulado.
Con ojo de buena fotógrafa, Romina puso especial atención en el proyecto de iluminación: usó luces laterales, envolventes, puntuales (solo donde son necesarias) y descartó las planas.
Galería y quincho transparente
Con vistas abiertas y reparo, la galería es otro de los espacios preparados para disfrutar al aire libre. Tiene mesas de madera con tapas de mármol, sillones y sillas (Julio César Bauzá) y almohadones (Rosario Solano).
El quincho, el ambiente más popular según los dueños de casa, fue proyectado y construido en hierro, vidrio y madera de kiri por el estudio del arquitecto Ramiro Ledesma.
En verano el quincho se abre completamente y queda integrado a la pileta y al parque
Planta alta
Uno de los aspectos que más valoran los dueños es la posibilidad de que sus hijas adolescentes tengan autonomía en el primer piso, donde están el playroom y sus dormitorios.
Tocar instrumentos, leer, ver tele, juntarse con amigos. Todas las opciones de ocio y entretenimiento están dadas en este gran ambiente con salida a la terraza.
A la sombra de árboles añosos, el juego de jardín y la disposición de las plantas están inspirados en el estilo de las construcciones de la Toscana.
Foco en las texturas
En el dormitorio principal, el respaldo de la cama y los almohadones son obra de la dueña de casa. El interés por explorar géneros, texturas, pigmentos y técnicas de teñido se nota en la elección de las cortinas, alfombras y mantas.
Los cuartos de las chicas tienen esquemas similares, bien pensados para optimizar el espacio: cama y biblioteca paralelas y, en el medio, una alfombra que sigue la línea de la ventana. El toque personal se lo da cada una con la decoración.
Blanco, negro y gris fueron los colores elegidos para el dormitorio de la hija mayor, que está dando sus primeros y prometedores pasos como fotógrafa.
Complementan la entrada de luz natural una lámpara en la esquina (Omni Luz) y una pantalla de mimbre (Puerto de Frutos).
Fuego, agua
El fogón y el muelle (construidos por Facundo Ledesma) brindan la posibilidad de evadirse en la placentera tarea de hacer un fuego o de contemplar el agua.
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