Materiales nobles y paisaje son la esencia de esta casa trazada por dos arquitectos para desplegarse a sus anchas en la angostura de un pasaje
"Partimos desde la lógica árabe del muro que separa lo privado de lo público y esconde un oasis inesperado en el interior”, dice la arquitecta Teresa Sarmiento. Habla de un paredón vegetado que separa el jardín de la casa que construyó junto con su marido, Nicolás Tovo (también arquitecto y socio de la marca de diseño de muebles Net), de un breve pasaje en Caballito.
En la planta baja, un único ambiente que es cocina, comedor y living toca ambas medianeras. “Usamos una estructura metálica sin apoyos intermedios y losas mixtas para generar un espacio de usos flexibles”, nos explica. Ese lugar social se conecta de manera natural con lo que ella define como una “sucesión de tamices vegetales”: un jardín delantero y un patio trasero, ambos con una arquitectura de paisaje de su autoría, que constituyen el elemento clave para dilatar la planta baja, haciendo que los 7 metros de frente y 15 de fondo den sus máximos frutos.
Sobre el lateral, una escalera. En el sótano funciona el taller de Sarmiento, la marca de objetos de madera que Teresa tiene con su hermana. Arriba, el cuarto de sus tres hijos y la suite. Todo rodeado de verde, claro.
EL PLANO
- En un terreno de 105m2 (7mx15m) se construyeron 130m2 divididos en tres plantas.
- La construcción se hizo con perfiles doble T metálicos de medianera a medianera, y chapa común pintada de blanco que contiene un contrapiso alivianado (haciendo de encofrado perdido).
- Todas las aberturas se hicieron a medida, con perfilería de hierro.
- El paisajismo, a cargo de Par Paisaje, tomó la vegetación como material estructural y constructivo y lo usó para “ampliar los horizontes”.
Texto: Bárbara Orlando